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Autor: | Editorial:



Tercera parte: Educación de los hijos
“El hombre que se abstiene de los placeres del cuerpo y hasta se complace en esta reserva misma, es templado; y el que con pesar soporta esta situación (o no la soporta) es intemperante. El hombre que arrostra los peligros y en ello tiene un placer, o que, por lo menos no lo turban, es un hombre valiente; el que se turba, es un cobarde.
“Y es que la virtud moral se relaciona con los dolores y con los placeres, puesto que la persecución del placer es la que nos arrastra al mal, y el temor del dolor es el que nos impide hacer el bien.
“He aquí por qué, desde la primera infancia, como muy bien dice Platón, es preciso que se nos conduzca de manera que coloquemos nuestros goces y nuestros dolores en las cosas en las que conviene colocarlas. Y es esto es en lo que consiste una buena educación”

Aristóteles
Ética a Nicómaco
Libro II, capítulo 3


CONTENIDO

1.- Educar desde niños para el matrimonio - Educar para el matrimonio: ¿¡Desde niños!? –
La familia educadora - "Buenos son los que aprenden a dominarse" - Escuchar para obedecer – Para comenta


2.- La madre primera y principal educadora - La evocadora del yo - La madre de Moisés, María la madre de Jesús - La educación del varón y de la niña: el rol de la madre – Fundamentar religiosamente la vida desde niños - El ejemplo paterno - La oblatividad y la santidad del varón - El autodominio en la comida - Educar en la generosidad – Para comentar

3.- El actual eclipse de la autoridad paterna - Sus causas y sus consecuencias en el matrimonio y en la educación de los hijos


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