![]() Francisco en Marsella. |

La contemplación del misterio de Ella y en Ella, nos puede llevar a actualizar su acción en nosotros y a hacerla presente en nuestra vida.

La providencia divina y el amor a María nos llevarán a sorprendernos cada vez más de la llena de gracia.

Cuando la Iglesia celebra la gloriosa Asunción de María contempla como una promesa realizada lo que sucederá con cada uno de nosotros.

Los convoco a poner la vida personal y familiar, bajo la protección y amparo de la Santísima Virgen María.

María nos levanta de nuestras caídas, sufrimientos y desánimos y nos eleva a las cosas de Dios.

Cuánto bien nos hace Isabel para despertar nuestra admiración y gratitud a Dios.

Múltiples iniciativas impulsadas desde las Conferencias Episcopales de distintos países.

Pongámonos en este mes de mayo y en toda nuestra vida bajo el auxilio de María.