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Tema 2.1: Acto y Potencia
¿Qué caracteriza a todos los entes de este mundo? El devenir


Por: P.Alfonso Aguilar | Fuente: catholic.net



Objetivos

1. Explicar el cambio, la limitación y la multiplicidad de los entes del universo por medio de los principios de acto y potencia.
2. Distinguir los diversos tipos y dimensiones del acto y la potencia en todos los entes.


A. El problema: ¿por qué el devenir, la limitación y la multiplicación?

1. «Todo fluye»: πάντα ε [pánta rei]


¿Qué caracteriza a todos los entes de este mundo? El devenir (del latín de + venire: «venir desde»): el cambio constante en todas sus formas. Las cosas, las plantas, los animales y los hombres, con todas sus modificaciones, vienen a la existencia y mueren, actúan, se relacionan, se desplazan, crecen, envejecen, adquieren y pierden cualidades, cambian de posición, tiempo, lugar... a cada instante. ¿Hay algo estable? En cada momento todo ente es, en relación consigo mismo, «el mismo pero de modo diverso» (idem diversimode), con alguna diferencia entre lo que era «antes» y lo que fue «después». En fin, como decía una máxima griega atribuida a Heráclito, «todo fluye».

2. La limitación de los entes

Devenir implica imperfección. Cambiamos porque no estamos realizados, cambiamos para seguir existiendo y progresar. Todo sujeto tiene una naturaleza específica que limita el número y la calidad de sus perfecciones: el perro puede ladrar y correr, pero no volar ni pensar. Todo sujeto tiene un número limitado de modificaciones: el perro tiene este color, tamaño, posición y no otros, está en cierto lugar y no en todos, en este tiempo y no en toda la Historia, hace esto y no otra cosa...

3. La multiplicación de los entes

Cada individuo tiene una naturaleza o esencia común a todos los miembros de su especie, pero carece de todas las perfecciones presentes en todos ellos: este perro posee las características esenciales de todos los perros, pero no las cualidades, colores, tamaños... de los demás perros y razas caninas. Nos preguntamos, pues, ¿qué explica el cambio, la limitación y multiplicación de los entes del mundo? ¿Por qué son imperfectos y no perfectos?

B. Los principios de acto y potencia

1. Los dos principios


Observamos que todas las cosas cuentan con ciertas perfecciones y con capacidad para adquirir otras. Una piedra blancuzca, grande, puntiaguda, sobre una colina, que oculta a un gusano, puede, en un par de años, ser gris, pequeña, redondeada y yacer en un río junto a un cangrejo. Un árbol puede crecer y envejecer, dar muchos o pocos frutos, anidar pájaros o servir de columpio a un chimpacé, convertirse en mueble o en lea para una hoguera. ¡Qué infinidad de perfecciones (actos) y de posibilidades (potencias) están presentes en cada individuo!
Acto (νέργεια [enérgeia], «actividad, eficacia, efecto») es ente o perfección existente; la potencia (δύναμις [dínamis], «habilidad, poder, facultad») es la capacidad para adquirir un acto o perfección. Ambos principios están presentes en un mismo sujeto.

La potencia se refiere a las múltiples e incluso contradictorias posibilidades reales de un sujeto. El acto, en cambio, consiste en el desarrollo de una posibilidad, en la perfección adquirida. Un vaso puede estar vacío, semivacío o lleno; si ahora está lleno realiza sólo una de las tres posibilidades. El acto, por tanto, es algo determinado, actualizado, completo, perfecto, singular, concreto; la potencia, en cambio, indica indeterminación, posibilidad, estado incompleto, imperfección, multiplicidad. Propiamente hablando, entonces, sólo el acto es; la potencia «es» de un modo impropio o secundario. Se dice que algo «es», en la medida en que esté en acto, no en potencia. Una estatua es cuando está actualmente esculpida, no cuando está potencialmente en el bloque de mármol informe. Ser significa ser en acto. La potencia es real en la medida en que se relacione a un acto: es un «no aún» que «puede llegar a ser». La futura estatua de mármol es «algo», pero sólo en cuanto va a convertirse en estatua. En conclusión, el acto y la potencia no son entes, sino dos principios opuestos del mismo ente; ambos «son», pero de un modo analógico y con un orden de propiedad: el acto es en sí mismo, la potencia en cuanto se relaciona con él.

2. Prioridad del acto sobre la potencia

Se comprende, pues, que el acto tiene la primacía. A nivel ontológico, el acto es perfección, mientras que la potencia es en sí misma imperfección, destinada a ser perfecta al convertirse en acto. Uno será mejor estudiante de metafísica cuanto más la asimile, o sea, en la medida en que sepa actualmente y no potencialmente. El acto es el fin de la potencia y ésta «existe» para el acto. Por eso, a nivel causal, el acto es prioritario: nada actúa si no está en acto; una potencia sólo puede actualizarse por algo ya en acto. El radiador me calienta en cuanto está funcionando. Sólo un acto puede causar un cambio: hacer que un ente en potencia (por ejemplo, yo que, teniendo frío, puedo calentarme), pase a estar en acto (yo caliente). También a nivel cognoscitivo el acto es anterior, pues lo que conocemos primera, inmediata y directamente son los actos; las potencias sólo en relación a los actos, de modo secundario, mediato e indirecto. Sabemos que Godofredo canta bien, porque le oímos cantar; manifiesta su capacidad a través de actos. Finalmente, el acto precede a la potencia a nivel temporal, pues una potencia sólo puede subsistir en algún sujeto en acto. La estatua es potencialmente tal en cuanto que está presente en este pedazo de mármol, sujeto en acto.

C. La estructura de acto y potencia de los entes finitos

Para comprender porqué los entes de este mundo cambian, son limitados y múltiples, debemos distinguir diversos tipos de acto y potencia, y su interacción en cada sujeto.

1. Tipos de acto y potencia

a. Acto y potencia desde el punto de vista «físico» y «metafísico»


Considerados en su dimensión física, el acto y la potencia constituyen los elementos o principios del cambio, que no pueden estar presentes simultáneamente y bajo el mismo aspecto en el mismo ente. Si estoy actualmente sentado, estoy potencialmente de pie, y viceversa; pero no puedo estar sentado y de pie a la vez. Una semilla es actualmente tal y potencialmente un árbol; cuando se convierta en árbol dejará de ser semilla.

En su dimensión metafísica el acto y la potencia son los co-principios que constituyen a todos los entes limitados y «coexisten» porque se necesitan mutuamente. Como veremos en los próximos capítulos, la substancia es la potencia de los accidentes (actos), la esencia es potencia del acto de ser, la materia prima es potencia de la forma substancial. Llamamos potencia pasiva a los primeros principios de cada binomio –substancia, esencia, materia prima–, porque tienen la capacidad de recibir un acto primero: accidentes, acto de ser, forma substancial.

b. Potencia activa y acto segundo

Potencias activas son las capacidades, poderes o facultades para obrar: nutrirse, moverse, ver, pensar, etc. Las llamamos «activas» porque existen y tienen cierta perfección (nutrición, locomoción, vista, inteligencia...), pero son también «potencias» porque implican imperfección o indeterminación, necesitan ser actualizadas por actos concretos u operaciones: nutrirse de algo, moverse a un lugar, ver esto o lo otro, pensar esto o aquello.

c. Potencia subjetiva y potencia objetiva o lógica

En sentido estricto potencia no es simplemente «posibilidad». La potencia es algo en un sujeto que está destinado a convertirse en acto si otra cosa no lo impide. Un bebé está destinado a convertirse en adulto y un pájaro recién nacido va a volar, si algo no obstaculiza el proceso natural. Por eso, la potencia, propiamente hablando, es subjetiva, porque pertenece al destino de un sujeto.

La posibilidad, en cambio, es una modalidad de ser: algo que podría ser o suceder, porque no es auto-contradictorio o imposible. Ejemplos: este nio podría llegar a ser un buen médico; se podría construir una casa en este terreno. A la mera posibilidad le llamamos potencia objetiva o lógica.

2. Acto-potencia como estructura del devenir, limitación y multiplicidad de los entes

a. La estructura de acto y potencia en un ente mutable


Todos los entes cambiamos. Hace un siglo no existíamos; ahora existimos mientras vamos adquiriendo y perdiendo perfecciones; algún día dejaremos de existir. Cambiamos porque tenemos potencia. Estamos sentados y potencialmente de pie o tumbados; estamos vivos y potencialmente muertos. Si poseyéramos todas las perfecciones, como Dios, que es Acto Puro sin ninguna potencia, careceríamos de indeterminación, estaríamos plenamente realizados y no necesitaríamos cambiar para mantenernos en la existencia y progresar.

b. La estructura de acto y potencia en un ente limitado

Un sujeto es en sí mismo potencia en cuanto capaz de recibir y ser modificado por múltiples actos: color, tamao, acciones, lugar, tiempo, relaciones, etc. Por otro lado, ninguno de esos actos o perfecciones subsistirían sin el sujeto. Cada acto, pues, se actualiza y, a la vez, queda limitado por el sujeto que lo recibe. El acto de cantar es en sí mismo perfecto, pero no puede existir sin el sujeto y llega a ser más o menos imperfecto según la capacidad del mismo.

c. La estructura de acto y potencia en un la multiplicación de los miembros de una especie

Dado ningún acto es completamente perfecto en un sujeto –el acto de ser rana, de ser verde, de croar...–, un mismo tipo de acto o «especie» puede multiplicarse en muchas potencias o sujetos: muchas ranas, muchos verdes, muchos croares.

Conclusión

Acto es toda perfección existente; potencia es capacidad de adquirirla. Ambos principios componen a todos los entes finitos y explican su cambio, limitación y multiplicación. El acto hace que un ente sea determinado, completo, concreto, mientras que la potencia lo deja abierto a múltiples e indeterminadas posibilidades. Por eso el acto precede a la potencia ontológica, causal, cognoscitiva y temporalmente.

Términos clave

Cambio (devenir o movimiento): todo paso de potencia a acto, es decir, de un estado potencial o «desde el cual» (a quo) a un estado actual o «hacia el cual» (ad quem).

Perfección: lo que es, lo que está en acto, ente. Se contrapone a la potencia, que es la capacidad de ser un acto o de adquirir una perfección.

Autoevaluación

1. Mencione las tres características esenciales de todos los entes finitos.
2. ¿Cuáles son las diferencias entre el acto y la potencia?
3. ¿En qué sentido decimos que el acto tiene la primacía sobre la potencia?
4. ¿En qué consisten las dimensiones «física» y «metafísica» de estos principios?
5. ¿Qué es una potencia activa y qué un acto segundo?
6. ¿Cuál es la diferencia entre posibilidad y potencia, o sea, entre potencia objetiva o lógica y potencia subjetiva?
7. ¿Cómo explican los principios de acto y potencia el cambio, la limitación y la multiplicación de todos los entes finitos?

Participación en el foro



1. Potencia es posibilidad real. Un asno no tiene, por ejemplo, la potencia de volar. Asimismo, nada que no sea humano tiene la potencia de convertirse en persona humana; sólo lo que ya es humano, puede ser humano. A la luz de esta consideración, ¿cómo desarmaría este subterfugio de los abortistas: un feto no es «realmente» un ser humano, sólo lo es potencialmente?


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