Dijo Jesús a Santa Faustina Kowalska en 5 ocasiones -y nos lo dice a nosotros a través de lo escrito en el Diario de la santa- en relación a su Dolorosa Pasión:

 

1. “Una hora de meditación de Mi dolorosa Pasión tiene mayor mérito que un año entero de flagelaciones a sangre;la meditación de Mis dolorosas llagas es de gran provecho para ti y a Mí Me da una gran alegría”. (369)

 

2. “Son pocas las almas que contemplan Mi Pasión con verdadero sentimiento; a las almas que la mediten devotamente les concedo el mayor número de gracias”. (737)

 

3. “…cuando te parezca que el sufrimiento sobrepasa tus fuerzas, mira Mis llagas… La meditación de Mi Pasión teayudará a elevarte por encima de todo”. (1184)

 

4. “Hija Mía, medita frecuentemente sobre Mis sufrimientos que padecí por ti y nada de lo que tu sufres por Mi teparecerá grande. Me agrada más cuando contemplas Mi dolorosa Pasión; une tus pequeños sufrimientos aMi dolorosa Pasión para que adquieran un valor infinito ante Mi Majestad”. (1512)

 

5. “Hija Mía, tu compasión de Mi es un alivio para Mí, tu alma adquiere una belleza particular meditando MiPasión”. (1657)

Estas citas leídas y meditadas con frecuencia, nos lleva a penetrar cada vez más en el misterio de lo que Él vivió, en el momento terrible de su pasión y muerte clavado en la cruz, permaneciendo 3 horas en agonía en las que pronunció -delate de su Santísima Madre- las Siete Palabras registradas en la Biblia

 

Y ya que Jesús mismo pide que procuráramos rezar el Vía Crucis con estas palabras:

“Hija Mía, en esa hora -3pm- procura rezar el Vía Crucis, en cuanto te lo permitan los deberes; y si no (puedes)… sumérgete en oración allí donde estés, aunque sea por un brevísimo instante. (1572); te invito a que te unas a los que formamos el grupo de adoradores de la Parroquia del Rosario en Monterrey, rezando la Coronilla de la Misericordia, ampliada con los Misterios Dolorosos, el Viacrucis y complementada con la meditación de las Siete Palabras.

“Falleciste Jesús, pero el manantial de la vida brotó para las almas y se abrió el océano de misericordia para el mundo entero. Oh fuente de vida, insondable misericordia de Dios, envuelve al mundo entero y viértete sobre nosotros” (D 1319)

La Coronilla de la Misericordia

 

1. Se reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Credo.

 

2. Se inicia, en lugar del Padre Nuestro del rosario, con la siguiente oración:

“Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación por nuestros pecados y los del mundo entero”.

 

3. En las Aves Marías se reza:

“Por Su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero”.

4. Así sucesivamente se puede meditar al mismo tiempo los 3 primeros Misterios Dolorosos: La Agonía de Jesús en el Huerto de los Olivos, la Flagelación y la Coronación de Espinas.

 

Cuarto Misterio:

Meditación del Vía Crucis

1. Jesús es condenando a muerte (Por su dolorosa…) 6. Simón Cireneo le ayuda a cargar la cruz

2. Jesús con la cruz a cuestas 7. Cae por segunda vez

3. Jesús cae por primera vez 8. Se compadece de las mujeres piadosas

4. Se encuentra con su Santísima Madre 9. Cae por tercera vez

5. La Verónica le enjuga el rostro 10. Jesús es despojado de sus vestidura

Quinto Misterio:

 

Meditación de las 7 Palabras

(Jesús es clavado en la cruz en presencia de su Santísima Madre, permaneciendo 3 horas en agonía):

 

1. Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. (Por su dolorosa pasión…)

2. En verdad en verdad te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso.

3. Mujer, he ahí a tu hijo. Hijo, he ahí a tu Madre.

4. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

5. Tengo sed.

6. Todo está consumado.

7. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu… (y Jesús el Hombre Dios expiró).

Aquí se hace una pausa, y luego se puede decir: “Mirarán al que traspasaron” (Za 12,10).

8. Bajado de la cruz y puesto en los brazos de nuestra Santísima Madre (Por su dolorosa pasión…)

9. Puesto en su sepultura. (Por su dolorosa pasión…)

10. Los días y las noches sin el Hijo, abandonada del Padre, expuesta a la tentación de la desesperación, esperando contra toda esperanza la resurrección de su Divino Hijo. (Por su dolorosa pasión…)

 

Se termina con esta alabanza, repetida tres veces:

“Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero”.

Se puede agregar como jaculatoria al final:

“Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotrosTu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nosdesesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia mismos” (D 950).