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Conversar que transforma
"Definitivamente, hablas con Dios y te cambia el día."
Por: Rafael Moya | Fuente: Cristo en la Ciudad

Por: Rafael Moya | Fuente: Cristo en la Ciudad

Banqueta sencilla, palabras que parecen cotidianas.
Pero cuando hablas con Dios, nada es rutina.
Una conversación con Él no es monólogo ni trámite: es encuentro.
Él no te dicta fórmulas, te abre caminos.
No te da frases vacías, te regala paz.
Y de pronto, el día ya no pesa igual, porque en tu corazón alguien lo habita contigo.
La ciudad corre, exige, distrae…
pero basta un instante de diálogo con Dios para recordar lo esencial:
que no estás solo, que tu historia tiene sentido, que el amor es más fuerte que cualquier cansancio.
“Definitivamente, hablas con Dios y te cambia el día.”
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