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El Hijo del hombre es dueño del sábado
Meditación al Evangelio 19 de julio de 2024 (video)


Por: Mons. Enrique Díaz | Fuente: Catholic.net



Hoy encontramos un pasaje que es el comienzo de las graves discusiones entre los fariseos y Jesús. El pretexto es el precepto del sábado. ¿Qué sentido tenía celebrar el sábado? Nosotros hemos perdido el verdadero sentido del sábado y lo consideramos sin ninguna importancia y por eso nos parecen absurdas estas discusiones.

Pero si miramos qué significa el sábado, tendremos que reconocer su importancia para también nuestros días. Conforme a las Escrituras, desde la narración de la creación del mundo aparece este precepto que nace del mismo descanso divino. El Señor ha creado todas las cosas y ahora tiene el reposo. No es sólo el descanso de la fatiga que produce el trabajo.

Es el reconocimiento de una obra bien hecha y el tiempo para una relación con su creador. Es tiempo de diálogo para con Dios, es reconocer su soberanía y amor. Así el hombre se da tiempo para relacionarse con su creador. En los preceptos que encontramos en el Sinaí, además de este sentido de relación con el creador, se recuerda el sentido de liberación.

Guardar el sábado se le pide a Israel para que no olvide el tiempo de esclavitud, en doble sentido: no olvidar la propia esclavitud, ni hacer esclavos a los demás. Estas consideraciones nos llevarían a un gran sentido del sábado, o ahora del domingo con la resurrección del Señor, para el hombre moderno. Necesita el hombre tiempo para acercarse a Dios y reflexión para no convertirse en esclavo ni convertir en esclavo a su hermano. Pero cuando el sábado o las leyes en lugar de dar liberación se convierten en fuente de esclavitud pierden todo su sentido.

Hoy escuchemos a Jesús y miremos si nos damos ese tiempo para Dios, si somos verdaderamente libres o si hemos esclavizado a los demás. Miremos nuestra celebración del domingo, que nos recuerda la Resurrección del Señor, como fuente de vida y liberación para el hombre cristiano. Si nos quedamos amarrados a nuevas esclavitudes que no nos permiten encontrarnos con Dios, o si nos reducimos a meras prescripciones que no dan vida, estaremos pereciéndonos a los fariseos. Demos un nuevo sentido al día de descanso, ahora el domingo, día del Señor, día de descanso, día de oración, día de libertad.









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