Rendimiento académico en nuestros hijos
Por: Sandra B. Lindo Sominín | Fuente: Semanario Alégrate
Todos queremos que nuestros hijos tengan un buen rendimiento académico y alcancen las metas más altas. Pero a medida que avanza el curso, se hacen visibles las dificultades que algunos de nuestros hijos tienen para seguir el ritmo.
Debemos ser conscientes de las capacidades reales de nuestros hijos. Y aprender a ayudarlos sin presionar más de lo necesario. Nuestra labor como padres consiste en promover el interés por el aprendizaje, debemos motivarles a que sean constantes en su ritmo de trabajo. Una buena forma es utilizar el refuerzo positivo para premiar el esfuerzo. Así, conseguiremos motivarles y lograr el éxito escolar.
El rendimiento escolar no es sinónimo de inteligencia. Es la forma de medir la capacidad de aprendizaje de un alumno. No se trata de calcular cuánto ha memorizado sobre un tema concreto. Tiene que ver con los conocimientos aprendidos en el proceso y de cómo los incorpora a su conducta. Es decir, hablamos Rendimiento académico en nuestros hijos de cantidad y de calidad. El éxito escolar se basa en tres aspectos fundamentales: poder, querer y saber. Para conseguir el éxito escolar no basta solo con supervisar que nuestros hijos rindan como esperamos. Debemos brindarle colaboración, apoyo y un ambiente familiar que le permitan sentirse seguros.
Mostremos siempre una actitud positiva acerca del colegio, sus profesores y los deberes. Así transmitiremos buenos valores educativos. Y desarrollaremos en nuestros hijos una postura amigable hacia el aprendizaje.
Es importante que asistamos a las reuniones con los maestros, a las funciones escolares u otros eventos, pues demostrará nuestro compromiso con la educación. Debemos hacerles ver cómo la escuela es relevante para otras áreas de la vida.
Se debe adquirir un hábito, que es cuestión de perseverancia. Enseñarle esto a nuestros hijos favorecerá que tengan una mentalidad de crecimiento. Mejorarán su forma de organizarse y les ayudará a ser constante.
Estudiarán mejor si sabe que después tendrá un tiempo para descansar y divertirse. Animemos a que haga alguna actividad extraescolar que le guste. El fin de semana es tiempo para descansar y recargar las pilas. Es trascendental que lo aprovechen y lo disfruten con la familia y los amigos.
Procuremos limitar el tiempo delante de la computadora, la tablet, la televisión o los videojuegos, siempre y cuando haya terminado el estudio.
Nuestros hijos deben aprender que ellos son responsables de sus estudios y de sus deberes. Por eso, es fundamental que no hagamos su tareas escolares por ellos.