Hay personas que ven más allá de una simple mirada.  Ven con otros ojos lo que la mayoría apenas perciben. Son privilegiados. Yo veo muy mal, pero intento hacerlo con los ojos del alma, como decía El Principito, se ve lo verdaderamente importante. Para mí pasan desapercibidas muchas cosas, son irrelevantes. Me ocupo, no me preocupo. Si no están perfectas o no son como a mí me gustaría, trato de aceptarlo. También puede ser la edad. A estas alturas lo hecho, hecho está. Aprender a ver con otra mirada, que no sea solo la mía.

Quiero ver con tus ojos, no con los míos. No quiero ser intransigente. Mi reino tampoco es de este mundo, pero debo adaptarme a él. Déjame ver las cosas buenas, hay muchas, pero no están al alcance de todos. Pon la luz suficiente en mi vida para que sea capaz de apreciar lo que tengo e iluminar en la oscuridad. Procurar alegría y paz a los que me conocen, sin perder la sonrisa aunque pierda la vista. Gracias por poner en mi camino a personas que no solo miran, también observan. Gracias por disfrutar de la mirada inocente y cariñosa de los niños. Quiero ver con tus ojos, no con los míos.