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Sepan que aquí está el Corazón de María
Entrevista al Padre Gilberto Valdovinos y a Mary Carmen del Santuario de la Quinta Aparición Guadalupana.


Por: Ana Paula Morales | Fuente: Catholic.net



Hola, qué tal amigos de Catholic.net, Zenit. Muchísimas gracias por estar aquí. Hoy nos encontramos en el Santuario de la Quinta Aparición Guadalupana. Tenemos la fortuna de estar con el Padre Gilberto Valdovinos y con Mary Carmen, quienes nos van a platicar un poco por qué pocas personas conocen este Santuario. Platíquenos un poco qué es lo que pasó aquí, por favor.

Padre Gilberto Valdovinos: Como sabemos en la historia, en el año 1531, aconteció el milagro de las Apariciones de la Virgen de Guadalupe. Sabemos también que Juan Diego salió de aquí hacia Tlatelolco por un sacerdote, porque su tío Juan Bernardino estaba gravemente enfermo. Aquí, donde estamos, era la casa de Juan Bernardino, el tío de San juan Diego. Fue en el Tepeyac donde ocurrió el acontecimiento de las Apariciones, cuatro Apariciones ahí y una Quinta Aparición en este lugar donde estamos ahora.

Sabemos por la historia, datos históricos que han surgido a través de investigaciones, que aquí el lugar de Tulpetlac, Ecatepec, Estado de México, donde la Virgen María de Guadalupe reveló su nombre también a Juan Bernardino, como quería ser llamada: Santa María de Guadalupe.

Mary Carmen: También podemos decir que aquí fue el primer milagro, el cual fue el que le hizo a Juan Bernardino cuando él solicitó un sacerdote. Ella vino a sanarlo para que Juan Diego pudiera hacer la misión que ella le había encomendado. Él pidió un sacerdote, y María le trajo a un sacerdote, al sacerdote más grande, que es Jesucristo, sumo y eterno sacerdote.

¿Cómo es que este Santuario surgió? Porque antes era la casa del Tío de San Juan Diego, entonces, ¿cómo es que se convirtió ahora en este Santuario?



Padre Gilberto Valdovinos: Ha habido muchas ampliaciones, primero estaba la casa en ese año de 1531, pero posteriormente la gente ya empezaba a venir aquí a hacer sus peticiones a la Madre del Cielo, a la Virgen de Guadalupe; y también, pues ya había más milagros realizados aquí por las necesidades de las personas, sobre todo de la salud. De hecho este Santuario también se denomina así: “Nuestra Señora de Guadalupe en su Quinta Aparición, salud de los enfermos”. Creo que mucha gente tenía ese deseo de venir aquí, conocer el lugar donde se hizo el primer milagro de Juan Bernardino y su curación.

Mary Carmen: También podemos decir que en el año de 1789, el Arzobispo dio el permiso para que se hiciera la choza de San Juan Diego en la Quinta Aparición de la Virgen. Ese fue el momento más importante, el año 1789, porque el Arzobispo dejó dicho que aquí era la Quinta Aparición Guadalupana; dio la autorización y fue la primera choza que se hizo más grande, bueno, Ermita.

Padre Gilberto Valdovinos: Posteriormente también, otra ampliación fue en el año 1956, con el también Arzobispo de México en ese entonces, el Arzobispo Miguel Darío Miranda. Cuando llegó el Padre Enrique, nuestro fundador, en el año de 1961, él tomó posesión de esta Parroquia de Cristo Rey de Santa María de Guadalupe, un 8 de enero; pues ya también el Santuario pertenece a esta Parroquia y ya se hizo otra ampliación. En el año 1978 se llevó a cabo la bendición de este Santuario por el Arzobispo Primado de México, Ernesto Corripio Ahumada.

Muchas gracias. Sabemos que en este Santuario han ocurrido curaciones, y es por medio del agua que se encuentra en este lugar santo. ¿Cómo sucede lo del agua? ¿Hay un río o un pozo? Platíquenos, por favor, qué es lo que hay aquí sobre el agua.

Mary Carmen: Bueno, lo primero fue que el Arzobispo, cuando bendijo el Santuario en 1548, le pidió a la Virgen que mandara una señal para que se viera como en cualquier otra parte del mundo, como lo había hecho la Virgen a donde había estado su presencia; y eso suscitó esa señal. Y después, cuando vino el Padre Enrique en el año 1961 a volver a abrir el Santuario – porque llevaba 150 años sin sacerdote fijo –, este sacerdote invitaba a los obispos que vinieran, y vino el obispo de Saltillo, quien le dijo al Padre Enrique: “Aquí, en este lugar, hay agua”. Entonces el Padre Enrique hizo caso, realizó la fuente de la salud y lo confirmó con el milagro de su mamá.



Padre Gilberto Valdovinos: También nuestro fundador, el Padre Enrique Amezcua Medina, tenía mucho amor a la Virgen de Guadalupe y sobre todo cuando llegó aquí la primera vez, como lo dice en sus escritos, sintió la presencia maternal de María. Pero sobre todo mucha gente, al saber que era el lugar donde la Virgen María puso sus pies y curó a Juan Bernardino, empezaron a venir haciendo muchas peregrinaciones. De hecho los invito a conocer este lugar que realmente es sorprendente lo que Dios sigue haciendo en cada uno de nosotros y en aquellas personas que vienen aquí, porque reciben algo especial: el amor de María, una Madre tierna que nos acompaña y nos visita a donde estemos cuando la invocamos; pero también este lugar sentimos su presencia amorosa. Por eso el Padre Enrique siempre quiso que nosotros, los operarios del Reino de Cristo que él fundó, también estuviéramos trabajando para la construcción del Templo vivo que pide María de Guadalupe.

Aquí la gente, cada 12 de cada mes, se acercan, sobre todo los enfermos; porque el Papa Pio XII concedió la indulgencia plenaria perpetua. Entonces, todos los 12 de cada mes aquí en el Santuario de la Quinta Aparición Guadalupana.

Muchas gracias. ¿Podrían compartirnos algún testimonio que a ustedes les haya tocado ver de alguna sanación?

Mary Carmen: Sí, bueno. Yo sé de muchos, porque en la misa de 12 de la tarde de los días 12 de cada mes les hemos llegado a preguntar a los enfermos. Una muy importante es que de una mujer que la traían en camilla sus hijos, porque había estado en coma y, conforme iba pasando el tiempo, ella iba mejorando y fue así que hasta el día en que dio su testimonio, ella venía sola, ya sola sin acompañantes y con su bastón.

Ha habido sanaciones de compañeros de personas del pueblo. Uno de ellos es Jesús, que sanó de un mal que tenía en la sangre, muy grave, y bueno es un testimonio muy grande, porque es de un niño; todos los del pueblo lo querían mucho. Iba al Colegio Guadalupe, aquí de Tulpetlac, entonces fue muy conocido ese caso también.

Padre Gilberto Valdovinos: Mucha gente viene aquí a pedir la intercesión de María Santísima, pero sobre todo también para pedir la salud. Así como lo hizo con Juan Bernardino.

Podrían platicarnos un poco sobre lo que comentaron que aquí es el único lugar por donde la Virgen ha caminado.

Maru Carmen: En el Nican mopohua se habla que “la Virgen apresuró el paso”. Esto quiere decir que Santa María de Guadalupe en México, Ella puso sus hermosos pies y, a pesar de eso, esto no es lo más importante, lo más importante es quién venía con Ella; quien venía con ella es Nuestro Señor Jesucristo. Es por eso que es importante es a quién trajo Ella, al Señor Jesucristo. ¿A dónde fue? Pues fue al Tepeyac y vino a Tulpetlac. Por eso el Papa dijo que en México lo había hecho como en ningún otro lugar, se refería a este salmo, porque en México hizo lo mismo que en Tierra Santa, que caminaba Cristo.

Podrían platicarnos ¿qué es eso del milagro de luz?

Padre Gilberto Valdovinos: Recordemos que el Padre Enrique, como lo comenté al principio, tenía mucha devoción a Nuestra Madre Santísima, la Virgen de Guadalupe; sobre todo pues en la Quinta Aparición. Y aquí Ella reveló el nombre de Santa María de Guadalupe, como quería ser llamada. El Padre Enrique hizo todos los trámites para que se llevara a cabo la coronación pontificia, donde el Papa con su autoridad concediera ese gran don aquí, a nuestra imagen que tenemos en el Santuario, también a nuestro querido pueblo de Tulpetlac.

Fue en el año de 1979 cuando se llevó a cabo este evento importante, una celebración Magna, donde el Cardenal Ernesto Corripio Ahumada realizó la coronación pontificia a nombre del Papa Juan Pablo II.

Mary Carmen: También podemos decir que el Padre Enrique buscaba la coronación pontificia porque él siempre decía que Santa María de Guadalupe, aparte de ser Nuestra Madre, es Reina. Entonces esa corona iba a dar mucho, para que todo mundo supiera que aquí está la Reina del Cielo. Y, además, iban a caer muchísimas bendiciones con esa coronación, porque nosotros la íbamos a tomar como Madre y Reina, y de entre las bendiciones iban a salir muchas vocaciones. En ese momento que fue la coronación durante la Santa Eucaristía hubo un momento en el que apareció un rayo de luz; esto fue después de que la coronó el Sr. Cardenal Corripio Ahumada y aparece el rayo, que duró 23 minutos.

Hay muchos estudios que explican sobre dónde empieza y dónde acaba el rayo, cuál era la dirección del sol, absolutamente todo eso tienen los datos. Lo más importante fue que la manifestación de Ella, es decir, el rayo, fue a dar en el vientre de la Virgen; que era lo que nos decía: “Yo soy su Madre, yo puse mis pies aquí. A quien traigo es a mi Hijo Jesucristo”.

Padre Gilberto Valdovinos: Fue un milagro muy mencionado en ese tiempo. Recordemos que en ese tiempo no era muy grande el pueblo de Tulpetlac. Sin embargo, la gente tenía mucha devoción y mucho amor a Nuestra Madre Santísima, por eso comentaron este acontecimiento; fue algo muy especial. Y también el Padre Enrique en sus escritos pone de manifiesto como testigo de este gran milagro: “El rayo luminoso”.

Ojalá podamos seguir platicando más adelante sobre este acontecimiento, que yo creo que es primordial para nuestro pueblo de Tulpetlac, donde Dios sigue manifestándose a través de su Madre Santísima. Y María Santísima también nos trae a su Hijo Jesucristo, Nuestro Mesías y Redentor.

Muchísimas gracias. ¿Algo más que quieran compartirnos?

Padre Gilberto Valdovinos: Sí, solamente invitarles a  que nos visiten. Nos daría mucho gusto poder recibirlos aquí en nuestro Santuario de la Quinta Aparición Guadalupana, salud de los enfermos. Sepan que aquí está el Corazón de María, así lo decimos en nuestro pueblo de Tulpetlac, pertenece a la Diócesis de Ecatepec. Es muy importante ahora que vengamos con una disposición del corazón, porque Nuestra Madre nos recibe a todos con los brazos abiertos y nos lleva principalmente a su Hijo Jesucristo.

Que María Santísima a todos nos acompañe y quisiera invitarles a que hagamos una oración frente a la bella imagen que tenemos aquí delante, de la Quinta Aparición, y pidamos por la salud de todos los enfermos y para el fin de la pandemia. Decimos juntos:

“Dios te salve, María, 
llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres 
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. 
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”.

Que Nuestra Madre Santísima nos acompañe a todos. Dios los bendiga.







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