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Que el Señor nos bendiga con la paz
Dado en la Ciudad de México, a los 26 días del mes de enero del 2022. Por Los obispos de México.


Por: Conferencia del Episcopado Mexicano | Fuente: Vatican.Va



Mensaje de la Conferencia del Episcopado Mexicano A los fieles católicos y a los hombres y mujeres de buena voluntad Para alentar el compromiso por la construcción de la paz en México

Al iniciar un nuevo año les saludamos y les bendecimos con esta antiquísima fórmula: “El Señor los bendiga y los proteja, haga resplandecer su rostro sobre ustedes, y les conceda la paz”. En la tradición bíblica la bendición es algo más que un buen augurio, es invocación del Dios que realiza en forma eficaz lo que significa; al bendecirlos lo invocamos para ponernos bajo su protección, le suplicamos los dones de la prosperidad y de la paz, le pedimos vuelva sobre nosotros su mirada benevolente y nos conceda dar testimonio de su amor; por eso, no nos cansamos de decir: “¡La paz esté con ustedes!”

En este inicio de año junto con nuestra bendición queremos compartir con ustedes una palabra de consuelo, nuestra cercanía y acompañamiento para quienes sufren a causa de distintas formas de violencia que parece no se puede frenar; una palabra de aliento a quienes viven comprometidos con la construcción de la paz y a quienes son responsables del entramado institucional que permite que la paz sea posible para todos; un llamado a la conciencia de todos los que causan sufrimiento y muerte, para invitarlos al arrepentimiento y conversión de vida y una exhortación a todos los hombres y mujeres de buena voluntad para que en las distintas etapas y circunstancias de la vida no olviden que el mínimo gesto en favor de una paz digna y duradera es valioso e insustituible. Tenemos voluntad de sumarnos a los esfuerzos de todas y todos los constructores de la paz y nos comprometemos a caminar con ellos. 

No es la primera vez que manifestamos nuestra preocupación por la paz en nuestro país; lo hemos hecho en repetidas ocasiones en las dos décadas que van de este siglo, particularmente en el año 2010 en la Exhortación Pastoral “Que En Cristo Nuestra Paz México Tenga Vida Digna” que conserva su valor de documento orientador pues lamentablemente hoy en día gravísimas circunstancias de violencia e inseguridad persisten en diferentes estados y ciudades del País. 

Somos conscientes que la construcción de la paz es una tarea que nos pide atención permanente y que debemos realizar en el corto, en el mediano y en el largo plazo, por ello, en nuestro Proyecto Global de Pastoral 2031-2033, entre las seis opciones pastorales que consideramos prioritarias, señalamos en primer lugar la “opción por una Iglesia comprometida con la paz y las causas sociales”. 



Y ahora, no queremos cejar en nuestro empeño, motivados también por el mensaje del Santo Padre Francisco para la celebración de la 55ª Jornada mundial de la Paz con el tema “Educación, trabajo, diálogo entre generaciones: herramientas para construir una paz duradera”, en el que nos recuerda que la paz es una tarea de todos y para todos, queremos alentar nuevamente a los fieles católicos y a los hombres y mujeres de buena voluntad a renovar esfuerzos en la construcción de la paz en nuestra patria.

En referencia a las herramientas mencionadas por el Sumo Pontífice en su mensaje por la paz, señalamos la importancia crucial de que no falte en las escuelas la educación en la paz, para que todos los niños y jóvenes sepan que un México en paz es posible. La oportunidad para todos los hombres y mujeres en edad de trabajar de conseguir un empleo digno y bien remunerado es fundamental para mantener la paz en nuestra Patria. El diálogo entre los jóvenes y los abuelos es la mejor escuela para la paz, por lo que exhortamos a los padres de familia a fomentar este diálogo, que además fortalece a las familias. 

El momento histórico de la humanidad es crucial, todos los seres humanos nos encontramos en una encrucijada. México, como todas las naciones, tiene que orientar y emprender su camino hacia una vida en paz, con salud y sustentabilidad. Para ello necesitamos participar, aportar y colaborar todos, como personas, comunidades e instituciones responsables. 

Los obispos nos comprometemos a aportar en este esfuerzo y convocamos a todo el pueblo de Dios a hacer lo mismo, ayudémonos, acompañémonos y emprendamos el camino de conversión para ser artesanos de paz. Invitamos a todas las comisiones y dimensiones nacionales y diocesanas de la pastoral a incluir el tema de la paz de una forma transversal en su qué hacer. Y particularmente lo pedimos a las comisiones y dimensiones de la Pastoral Social. Con creatividad inspirada por el Espíritu Santo, y en diálogo con todos los hombres y mujeres de buena voluntad, recorramos los caminos de la construcción de la paz. Nuestra Madre Santa María de Guadalupe nos acompañará en este caminar. 

Invitamos a todos a leer y reflexionar este mensaje en forma completa, que podrán encontrar en la página Web de esta Conferencia del Episcopado Mexicano. Pero también invitamos a todos a la relectura de la Exhortación Pastoral “Que En Cristo Nuestra Paz México Tenga Vida Digna”. Pedimos a todos los sacerdotes de México leer este mensaje al final de la Misa del domingo próximo, 30 de enero. 



Concluimos nuestro mensaje haciendo nuestras las palabras del Papa Francisco: “que sean cada vez más numerosos quienes, sin hacer ruido, con humildad y perseverancia, se conviertan cada día en artesanos de paz. Y que siempre los preceda y acompañe la bendición del Dios de la paz”.

Les exhortamos, finalmente, a orar con la oración por la paz de nuestra Exhortación:

Señor Jesús, Tú eres nuestra paz, mira nuestra Patria dañada por la violencia y dispersa por el miedo y la inseguridad.

Consuela el dolor de quienes sufren. Da acierto a las decisiones de quienes nos gobiernan.Toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte. Dales el don de la conversión.

Protege a las familias, a nuestros niños, adolescentes y jóvenes, a nuestros pueblos y comunidades.

Que, como discípulos misioneros tuyos, ciudadanos responsables, sepamos ser promotores de justicia y de paz, para que, en ti, nuestro pueblo tenga vida digna. AMEN.

María, Reina de la paz, ruega por nosotros

Rogelio Cabrera López
Arzobispo de Monterrey Presidente de la CEM

Ramón Castro Castro
Obispo de Cuernavaca Secretario General de la CEM







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