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No he venido para llamar a los justos, sino a los pecadores
Meditación al Evangelio 15 de enero de 2022 (audio)


Por: Mons. Enrique Díaz | Fuente: Catholic.net



Este nuestro mundo loco vive de contradicciones y condenas que no se entienden. En las situaciones difíciles, en las crisis y los problemas en lugar de buscar soluciones, saltan las acusaciones y las descalificaciones en contra de todos, sin asumir las propias responsabilidades. En tiempos de Jesús sucedía igual.

Hoy vemos un acontecimiento que nosotros podríamos juzgar de positivo: el llamado de Mateo, un cobrador de impuestos que inmediatamente responde a la invitación de Jesús. Pero los escribas al contemplar a Jesús en medio de publicanos y pecadores, lo condenan sin pensar en la propuesta de Jesús: Él viene a buscar a los pecadores y es como un médico que debe atender a los enfermos.

Es la apertura de la salvación a todos los hombres, en especial a los despreciados por la sociedad y marginados por los que se consideran santos y sabios. Él busca no solamente a los enfermos del cuerpo, sino también a todos los que de alguna forma necesitan la salvación integral y esperan al salvador. Lo que debería ser alegría al considerar que hay posibilidad de conversión, se convierte en rechazo y acusación. Sin embargo, Jesús no se desdice y manifiesta abiertamente su preferencia por los pecadores.

Jesús, siguiendo el plan del Padre, está dispuesto a ofrecer su vida a cambio de los pecadores. Esta actitud no la pueden entender los moralistas y quienes se sienten justificados por sus propias obras. Pero la misericordia de Dios va mucho más allá de nuestras leyes. Contemplemos a Jesús y escuchemos sus palabras en este día. Nos reconfortan pues nos reconocemos pecadores, enfermos y necesitados.

Sabemos que Cristo viene en favor nuestro. Pero también reconsideremos nuestras actitudes muchas veces de rechazo a los hermanos que son diferentes, que viven diferente, que piensan diferente. Si Cristo los acoge y los ama ¿por qué rechazarlos nosotros? ¿Por qué juzgar a los que actúan distinto si también son hijos de Dios? El Papa Francisco nos invita a descubrir el rostro misericordioso de Dios en el rostro mismo de Jesús.










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