Los "superpoderes" del cristiano
Por: Javier Ordovàs | Fuente: Catholic.net
Me pareció muy original la explicación que escuché a un joven catequista impartiendo la información básica sobre la Gracia de Dios y los Sacramentos a un grupo de adolescentes que se preparaban para la primera Comunión.
Les hablaba de los poderes especiales de sus personajes de hace unos años como Ben 10, Vegueta, Gumball, Darwin, etc.
Y les recordaba las habilidades especiales de nuevos héroes como Jóvenes Titanes. Trollhunter y como en el popular juego Minercraft se consiguen ventajas con los “rangos y cosméticos”.
También bastantes adultos conocen de estos héroes y juegos.
El catequista empleaba estos ejemplos para, a continuación, hacerles ver que en el juego de la vida necesitamos, también, ciertos “superpoderes” si queremos salir adelante y cumplir nuestros objetivos.
Todos los hombres son hijos de Dios, pero el Bautismo te abre la puerta a la ayuda de la Gracia, que vas a necesitar constantemente en este maravilloso juego de la vida. Te convertirás en hijo favorito del dueño y creador de este maravilloso juego de la vida.
La Confirmación te da la fortaleza para defender tus posiciones y contagiar a otros tu fe y tus profundas convicciones.
Como frecuentemente cometemos errores que nos debilitan, la Confesión, con tu arrepentimiento y el perdón de Dios, te enseña a corregir tus errores y te ayuda a no volver a cometerlos.
Pero, además, necesitas, para vencer en todas las batallas que se van presentando, un alimento más poderoso que te ayuda a superar las dificultades. Ese alimento constante es la Eucaristía.
Si se te ocurre que quieres ser guía para otros jugadores de esta vida necesitas la ayuda especial de la Gracia del Sacerdocio.
Y si tienes la valentía de casarte y tener una familia, vas a necesitar, como sea, la Gracia del Sacramento del Matrimonio, para participar en el juego de la vida con el equipo familiar de tu esposa y tus hijos.
Llegará un momento en que ya estés muy cansado de jugar y tengas un gran agotamiento vital; para esos momentos vas a necesitar una gran Unción del Espíritu Santo, una Extremaunción o Unción de los Enfermos.
Nuestro amoroso Padre Dios, no ha querido dejarnos solos en esta batalla de la vida, sino que, a través de su Iglesia, nos facilita estos “superpoderes”, estos siete Sacramentos, que nos aseguran la victoria.
La diferencia está en que los personajes y juegos en red son virtuales, mientras que la Gracia y ayuda de Dios son reales, como la vida misma.
San Ireneo, año 200 decía: “Dios se hizo hombre para que el hombre se convierta en Dios”.
Si quieres participar en este juego que te “endiosa”, mucho ánimo, tienes las puertas abiertas.