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¡Ay de ustedes, guías ciegos!
Meditación al Evangelio 23 de agosto de 2021 (audio)


Por: Mons. Enrique Díaz | Fuente: Catholic.net



San Pablo en sus cartas tiene expresiones al mismo tiempo bellas y contundentes para las comunidades que él había fundado y que pronto deben enfrentar las dificultades de seguir a Jesús.

Al entusiasmo primero les suceden las primeras dificultades, el sostener la fe en la vida diaria y el continuar creciendo sin caer de nuevo en las idolatrías que habían vivido. En su carta a los tesalonicenses que se nos propone en este día, encontramos estos sentimientos que les manifiesta a quienes él ha evangelizado.

Al mismo tiempo los alaba y agradece a Dios por “las obras que manifiestan la fe de ustedes y los trabajos fatigosos que ha emprendido su amor y la perseverancia que les da su esperanza en Jesucristo, nuestro Señor”. 

Y los anima a que sigan firmes en su fe que los llevó a abandonar sus ídolos y a convertirse al Dios vivo y verdadero para servirlo. Estas palabras también debemos tenerlas presentes nosotros y estar revisando constantemente si seguimos fieles o si hemos retornado a servir a los modernos “ídolos” que quieren aprisionar nuestro corazón.

El mismo Jesús en el pasaje de este día nos insiste en que descubramos qué es lo más importante, porque muy fácil podemos desviar nuestra fe y poner el corazón en aquello que nos atrae.



Quizás mirando las actitudes, algunos responderían que lo más importante en este momento será el dinero, que nos lleva a vivir con angustia estos momentos de inseguridad. Otros quizás responderían que sería el amor, pero entendido como placer y el amor romántico tipo adolescentes, quizás a algunos lo que más les inquieta será la salud y viven obsesionados con las dietas y el número de calorías.

Y está bien, el dinero, el amor y la salud serán importantes, pero no se pueden convertir en ídolos a los cuales les demos culto y nos olvidemos que hay cosas más importantes. Jesús cuestiona a los fariseos y los llama hipócritas, porque han equivocado el camino y no ponen su corazón en lo realmente importante.

Que hoy las palabras de Pablo y las palabras de Jesús nos centren en lo que realmente es más importante para nuestra vida y que nos sostengamos firmes en la fe que hemos profesado. Que no retornemos a los antiguos ídolos del dinero, el placer, la salud o la falsa felicidad.








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