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Les mandó que no lo publicaran, para que se cumplieran las palabras del profeta
Meditación al Evangelio 17 de julio de 2021 (audio)


Por: Mons. Enrique Díaz | Fuente: Catholic.net



San Mateo nos da un bello resumen de la actividad evangelizadora y sanadora de Jesús. Mientras los fariseos se confabulan contra Él, los enfermos son sanados y las multitudes lo siguen. La referencia que nos ofrece del profeta Isaías nos presenta a Jesús como el verdadero siervo de Dios.

Es uno de los textos llamados mesiánicos que nos presenta de una forma bellísima la misión del siervo: un elegido del Señor, un amado del Señor que viene a aliviar todas las dolencias de un pueblo descorazonado y a punto de fenecer. Con hermosas comparaciones suscita la esperanza y no la condena, alienta en lugar de apagar y ofrece una verdadera justicia para toda la tierra. Es la misión de Jesús y hoy la debemos hacer presente.

Es la misión también de sus discípulos. Quizás hemos perdido el rumbo y estamos más atentos a condenar y a juzgar las actitudes de otros que a suscitar esperanza y a promover la justicia. Las curaciones y la predicación del Reino en la misión de Jesús, parecen estrechamente unidas porque su anuncio liberador va acompañado de acciones concretas que manifiestan la realidad de ese anuncio.

También hoy nosotros tendríamos que hacer brillar la justicia sobre las naciones, no romper la caña resquebrajada ni apagar la mecha que aún humea, sino despertar signos de esperanza. Es cierto que hay pesimismo en muchos ambientes y se agrava por los constantes asesinatos, los pleitos entre las mafias, la corrupción y las constantes guerras en nuestro ambiente.

Pero igual que Jesús nosotros debemos suscitar la esperanza con la fuerza del Espíritu. No seamos pregoneros de desdichas, sino portadores de la misma esperanza que Jesús, con todos los riesgos y peligros de muerte, se propuso anunciar a su pueblo. Ningún cristiano puede hacerse el desentendido ante la opresión y el dolor de nuestro pueblo y en especial de los pequeños e inocentes. Tenemos una gran responsabilidad frente a estas situaciones y necesitamos hacer presente a Jesús que nos traerá nuevas luces y nuevas esperanzas. 










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