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Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes
Meditación al Evangelio 22 de junio de 2021 (audio)


Por: Mons. Enrique Díaz | Fuente: Catholic.net



En días pasados, después de un fuerte accidente, comentaba uno de los afectados: “¿Por qué me tiene que pasar esto a mí?” y afirmaba que durante muchos años que llevaba conduciendo, nunca le había pasado algo igual.

Le pregunté cuántos accidentes había visto en su vida, y me respondía, no sé si exagerando, que miles. Y entonces le comenté: “¿Por qué puede pasarles un accidente a todos menos a ti?”. Es una actitud que con frecuencia adoptamos en la vida, somos especiales, nosotros debemos tener privilegios, a nosotros se nos deben ofrecer los primeros lugares, queremos adelantarnos a los demás… y no somos conscientes que para poder trepar, vamos utilizando a los demás de escalones.

Hay muchísimos hermanos nuestros que son discriminados, que son insultados, que no son tenidos en cuenta… y nosotros nos quedamos tan tranquilos porque no nos está sucediendo a nosotros. Hoy Jesús nos invita a mirar a todas las personas como hermanos nuestros e hijos de un mismo Dios y nos ofrece la llamada “regla de oro”: “Trata a los demás como quieres que ellos te traten”.

Parece muy sencillo, pero cuando la ponemos en práctica descubrimos que, si nos ponemos en los zapatos y en la situación del otro, todas las cosas cambian. En el fondo es descubrir la profundidad del Evangelio: mirar a la persona con los ojos amorosos del Padre.

¿Está alguien en una situación difícil? ¿Cómo te gustaría que te ayudaran a ti? Pues eso mismo tienes que hacer porque es tu hermano. ¿Alguien fracasó y no tiene nadie quien se ocupe de él? Y si fueras tú ¿cómo te sentirías? ¿Qué esperarías de los que están cercanos a ti? Podríamos hacer hoy el ejercicio de mirarnos a nosotros mismos con los ojos de los que nos rodean. ¿Cómo te ven tus hijos y qué esperan de ti? ¿Cómo ven tus actitudes y tus respuestas? ¿Cómo te gustaría que fueran? Nos propone Jesús que el corazón de nuestros hermanos pueda ser el espejo donde se reflejen nuestros deseos y que actuemos hacia a ellos de acuerdo a los deseos que hemos descubierto. ¿Cómo quieres que te traten? Trata así a los demás, con la mirada y el corazón de Dios Padre.










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