La Sábana Santa y los Profetas del Antiguo Testamento
Por: Julián Lumbreras Roldán | Fuente: Catholic.net
Introducción.
Esta perspectiva busca compartir desde el análisis –simbólico– de las escrituras, lo que el Espíritu transmite a través de ellas. No pretende compartir un conocimiento o una verdad absoluta, para esto se tiene los libros, esta perspectiva gira en torno a cómo las sagradas escrituras nos ayudan a conocer con detalle el misterio salvífico y cómo es a través de su palabra que Él habla hasta nuestros tiempos.
Para iniciar se presenta una breve introducción sobre los profetas.
¿Cómo surgen los profetas? El origen de los profetas es un surgir de Dios que comienza a partir de la división del reino de Salomón, en el año 922 AC. Donde aparecen dos reinos, el del norte que será conocido como Israel y el del sur que se conocerá como Judá, el descarrío de ambos reinos siguiendo sus intereses personales, hace que Dios irrumpa para orientarlos y lo hace a través de personas en concreto que daban o comunicaban lo que Dios les decía o veían revelado por Él. Esto es que compartían conocimiento que no era común sino voluntad de Dios, no en el sentido moderno de la palabra, a diferencia de lo que para hoy significa un profeta que sería como conocer el futuro, como un adivino, para el pueblo de Israel era “nabí” “nabar” -comunicar o hablar- o del griego “profetés”, decir algo.
En concreto era comunicar lo que Dios quería de su pueblo, aunque existen referencias de que los Profetas no siempre fueron tomados en cuenta, por ejemplo: Jesús nos habla de cómo nunca fueron atendidas sus palabra a través de ellos, nos dice en Lc,16 la parábola del epulón “Mas Abraham le contestó: "Si no escuchan a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán si alguno se levanta de entre los muertos". Haciendo énfasis de que a pesar de tener el conocimiento de Dios en los profetas no son tomados por la dureza del corazón humano, a tal grado de que si alguno se levantara de entre los muertos, el velo de los seres humanos es tan pesado que no son capaces de escuchar las palabras de Dios.
Para este tema en concreto se vera al profeta del Antiguo testamento: El profeta Zacarías.
¿Quién es el profeta Zacarías? Corresponde al tiempo de la liberación del pueblo de Dios que se encontraba en cautiverio por el imperio de Babilonia. Donde ya asentado el pueblo Israelita y con un nuevo templo en Jerusalén, surge la pregunta sobre la llegada del mesías pues según el profeta Jeremías mucho tiempo atrás habló sobre la llegada del Salvador del pueblo después de los 70 años de cautiverio los cuales estaban por cumplirse, por lo tanto Zacarías es un profeta mesiánico.
Al profeta Zacarías -según el texto- Dios le comunica de dos formas su mensaje; la primera de ellas es a través de sueños y la segunda es por gracia santificante o teología divina que expresará a través de la poesía. Y es en esta segunda revelación en la que se centra este artículo para hablar del profeta y su relación -en esta perspectiva- con la Sindone.
Este análisis comienza con la lectura del texto que dice así: del Libro del Profeta Zacarías:
“…derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de gracia y de oración; y mirarán hacia mí. En cuanto a aquél a quien traspasaron, harán lamentación por él como lamentación por hijo único, y le llorarán amargamente como se llora amargamente a un primogénito. Aquel día será grande la lamentación en Jerusalén, como la lamentación de Hadad Rimmón en la llanura de Meguiddó…".
Es en este capítulo de Zacarías, donde Dios ha dejado un mensaje de esperanza, claro, es de saber que para las personas de este tiempo tal vez no se comprendía completamente lo que el profeta quería decir pues estaba utilizando representaciones concretas para referirse al mesías. – como inicio se comenzó el análisis del texto para poder describir lo que se desea que se conozca-.
Mirarán hacia mí.
Cuando dice que mirarán hacia mí, se está refiriendo a Dios mismo pero que lo estarán viendo en cuanto al que traspasaron, en definitiva esto estuvo oculto por mucho tiempo hasta que el Evangelista San Juan lo saca a la luz y lo menciona en Jn 19,37: “Mirarán al que traspasaron” diciendo, el que lo vio y atestiguo y su testimonio es válido y sucedió para que se cumpliera la escritura. O como el profeta lo está narrando, para que se cumpliera la promesa que el pueblo estuvo esperando por muchos años.
Ahora bien, el texto nos está mencionando que antes de que esto suceda debe ocurrir una irrupción en el alma del humano. El texto nos esta diciendo de una regeneración espiritual de la nación y de las personas. Dice: …derramaré… un espíritu de gracia y de oración… Desarrollando un misterio que apunta a Dios mismo, a la efusión del Espíritu sobre la casa de sus hijos. Ahora bien, dice que éste Espíritu derramado en las almas de las personas les motivara a mirar hacia Él.
El verbo utilizado para designar este “mirarán” es (nabat) que es una mirada profunda de veneración, de confianza o de alegre docilidad, no solo de una simple observación somera. Sirve para indicar una percepción espiritual e interna.
Cómo paréntesis, Nabat es un Verbo, 3° declinación, condicional perfecto. Y es utilizado en su mayoría para referirse a el contacto de Dios y la persona que está con Él como estos dos ejemplos:"Y sacándole afuera, le dijo: «Mira al cielo, y cuenta las estrellas, si puedes contarlas.» Y le dijo: «Así será tu descendencia»" Gn.15.5. Y la segunda dice así: "Y añadió: «Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob». Moisés se cubrió el rostro, porque temía ver a Dios" Ex. 3.6. En estos textos se observa que el mirar desde la experiencia con Dios es libre, por un lado Abraham lo hace sin contratiempos y por el otro Moisés teme hacerlo.
Continuando con el artículo. La siguiente parte -a aquél a quien traspasaron- como se comentó en párrafos anteriores que es descrita por el apóstol San Juan hace referencia a la promesa cumplida de Dios para con sus seres amados, pero es en la parte del verbo NABAT donde se refleja una variante, con respecto a ese mirar a Dios a través de Jesús en su amorosa pasión. Pues esta haciendo referencia que existirá un impacto algo que conmueve ante lo que se está viendo “…harán lamentación por él como lamentación por hijo único, y le llorarán amargamente como se llora amargamente a un primogénito” -un impacto visual-. Si NABAT dice que es una mirada profunda de veneración, de una percepción espiritual e interna, o de alegre docilidad, un texto y el imaginario construido a partir de lo que se está leyendo está quedando por debajo de lo que el profeta en los textos está transmitiendo.
Lo que al final del capítulo 11 dice. Hace énfasis con respecto a este mirarán pues dice así: Aquel día será grande la lamentación en Jerusalén, como la lamentación de Hadad Rimmón en la llanura de Meguiddó…
La narración está diciendo lo que va a presenciar el creyente.
El nombre de Meguido en la memoria del pueblo de Israel trae al recuerdo de la muerte trágica de Josías 250 años atrás, causa de luto nacional el profeta jeremías entona una elegía sobre él. Así lo que estarán presenciando aquellos que verán al mesías es de la talla del rey Josías, para los creyentes esto les estaba diciendo que sería impactante lo que estarían presenciando pero no como en un malestar si no en un NABAT, porque es una profecía de júbilo, de alegría, pues están preocupados porque el mesías no ha llegado y esto es una noticia de gozo. Sorprendentemente el profeta sigue diciendo que este mesías al que miraremos es de la importancia del rey Josías, tiene una característica, y dice que será como en la llanura de Hadad Rimmón, que fue un dios cananeo de la vegetación que muere en invierno y vuelve a la vida en primavera en virtud del llanto de sus fieles. Nos está diciendo que la importancia del mesías es de la altura del rey Josías, pero cómo puedes explicar la resurrección porque es una característica y un mensaje que hasta entonces no se sabía sobre quién y qué sucedería con el mesías, ya lo dice Jesús en el evangelio de Mateo 26, 24: …"El Hijo del hombre se va, como está escrito…”. Así el profeta Zacarías para poder revelar o comunicar, toma como referencia la mítica figura del dios que muere y revive.
Con esta última parte del texto completamos la idea central:
Que existirá un espíritu de gracia y de oración sobre sus amados y que ésta característica les hará que miren hacia él con veneración o percepción espiritual e interna, que será en cuanto se está mirando a la persona que ha sufrido y ha conmocionado con llanto pues es de la importancia del Josías pero a diferencia de Josías no permanecerá en la muerte sino resucitará.
Conclusión.
La Sindone es una tela de lino que mide 4,36 m. de largo y 1,09 m. de ancho.
Muestra a la figura de una persona que sufrió una herida penetrante que le atravesaría el hemitórax derecho, con entrada por el quinto espacio intercostal y salida por el cuarto, próxima a la columna vertebral y la escápula derecha, dejando marcas de coágulos de sangre y de líquido pleuro-pericárdico. Que concuerda con el Evangelio de Juan, capítulo 19, versículos 33-34: “pero cuando llegaron a Jesús, como vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas; pero uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza, y al momento salió sangre y agua”… Es en este manto que si consideramos el “mirar” con esa veneración que es inspirada por el Espíritu Santo en virtud del don del amor y la confianza. Miramos a aquel que fue esperado por los israelitas a quien el apóstol San Juan supo que era la profecía de Zacarías, a aquel a quien traspasaron.
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Lic. Julián Lumbreras Roldán egresado de la universidad Anáhuac México NCP.11919441. estudiante en la maestría de Teología y mundo contemporáneo por la universidad IBERO. Actualmente firmo parte del centro Mexicano de Sindonología de México.