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El aborto y sus consecuencias
Es siempre injusto y dañino en sí mismo.


Por: P. Fernando Pascual, LC | Fuente: Catholic.net



El aborto resulta complejo por las diversas dimensiones que entran en juego: personales, familiares, sociales, culturales, religiosas.

En no pocas ocasiones la atención se fija en las consecuencias del aborto, sobre todo en la madre que lo pide (o que se ve presionada a realizarlo).

Por ello se publican estudios sobre los efectos del aborto en la mujer: si aumenta o no aumenta el riesgo de depresión, de suicidio, de algunas enfermedades físicas, de pérdida de la propia fertilidad, etc.

Esos estudios generan debates, por un presupuesto que puede ser más o menos implícito: el aborto sería “peor” si provocase consecuencias dañinas para la mujer, y sería “mejor” si tales consecuencias no se dieran.

Estos debates, sin embargo, no deberían apartar la mirada del centro de la cuestión: lo que ocurre en cada aborto.



Hablar sobre un acto humano libre y sobre sus dimensiones éticas implica, ciertamente, atender a las consecuencias; pero, sobre todo, a lo que tal acto significa en sí mismo.

En la experiencia humana existen actos claramente inmorales que pueden tener consecuencias buenas. Por ejemplo, cuando un médico, sin informar al paciente, lo anestesia y opera exitosamente para curarle de una enfermedad.

Tal acción médica, aunque tenga consecuencias positivas, ha dañado el derecho de cada ser humano adulto a aceptar o no aceptar una terapia.

En el aborto, algunos consideran que no hay consecuencias negativas y que abundan las consecuencias positivas. Otros señalan consecuencias negativas en diversos niveles (personal, familiar, social) que tienen gran relevancia.

Los estudios sobre los eventuales daños que el aborto pueda provocar en la madre tienen su importancia, pero no pueden desviar la atención de lo esencial, de lo que significa el aborto en sí mismo.



Y lo esencial es algo sumamente serio: todo aborto voluntario, por eliminar la vida de un hijo en el seno de su madre, es siempre injusto y dañino en sí mismo, sean cuales sean sus eventuales consecuencias.







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