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Tú no eres perfecto
Santo Evangelio según San Lucas 6, 39-45. Domingo VIII (C) del tiempo ordinario


Por: H. César Yali Molina Flores, L.C. | Fuente: www.somosrc.mx



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, concédeme la fuerza para reconocer mis faltas y ver con ojos de misericordia a los demás.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 6, 39-45

En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos este ejemplo: “¿Puede acaso un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un hoyo? El discípulo no es superior a su maestro; pero cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.

¿Por qué ves la paja en el ojo de tu hermano y no la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo te atreves a decirle a tu hermano: ‘Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo’, si no adviertes la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga que llevas en tu ojo y entonces podrás ver, para sacar la paja del ojo de tu hermano.

No hay árbol bueno que produzca frutos malos, ni árbol malo que produzca frutos buenos. Cada árbol se conoce por sus frutos. No se recogen higos de las zarzas, ni se cortan uvas de los espinos. El hombre bueno dice cosas buenas, porque el bien está en su corazón, y el hombre malo dice cosas malas, porque el mal está en su corazón, pues la boca habla de lo que está lleno el corazón.

Palabra del Señor.


Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

El Evangelio de hoy invita a que cada uno entre en la intimidad de su corazón y vea lo que hay en él, pues cuando se realizan juicios contra los demás, en realidad se está juzgando el propio comportamiento, el cual se pretende ocultar con aires de superioridad. Creemos que ver la brizna en el ojo de otra persona es fácil, pero en realidad es imposible si tienes una viga en el tuyo, la brizna que ves es tuya, forma parte de la viga... Si eres padre-madre, recuerda que en tu juventud te equivocaste muchas veces; perdónate y aprende a comprender a tu hija(o); sé que quieres evitarle sufrimientos, pero sobreprotegerlo es hacerle más daño. Mejor trata de ser la mamá o el papá que eres y, por consiguiente, sé su mejor amiga(o).

Si eres hija(o) recuerda que no eres perfecta(o), que estás aprendiendo y te has equivocado. No pretendas que tus papás sean perfectos. Pon de tu parte para que ellos te comprendan; aunque no lo veas, ellos son tus mejores amigos, siempre estarán a tu lado.

Todos tenemos amistades o conocemos personas que tienen comportamientos que pasan por la condena social o son duramente juzgados, pero al igual que en tu familia, esas personas no son perfectas y su comportamiento es producto de situaciones que desconocemos, por lo que nuestra percepción seguramente falla. Piensa en la joven madre colombiana que se suicidó y asesinó a su hijo de 10 años saltando de un puente en Colombia a comienzos de febrero, ¿qué la llevó a ese extremo? Objetivamente no fue bueno lo que hizo, pero hay elementos que están lejos de nuestro alcance para ver con claridad todo el panorama y poder comprender por qué reaccionó así.

El ser humano actúa influenciado de muchas formas que lo llevan a tomar decisiones y actuar de forma que puede escandalizar. Tú no eres ajeno a esta situación, por eso recuerda siempre, antes de condenar-juzgar a alguien, que tú no eres perfecto. Los padres del desierto cuando veían a alguien en pecado decían: «Perdóname, Señor, porque yo soy más pecador». En fin, ánimo, pon en las manos de Dios tu vida, Él te ama y por eso te educa.

Que san José y la santísima Virgen María te guíen en este valle de lágrimas para que puedas caminar sin juzgar-condenar a los tuyos – familiares y amigos – y les des una mano amiga para que con amor los acompañes.

«Las habladurías hieren, son bofetadas a la buena fama de una persona, son bofetadas al corazón de una persona».
(S.S. Francisco, homilía del 12 de septiembre de 2014, en santa Marta).


Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

El día de hoy evitaré criticar o juzgar la manera de actuar de las personas con la que me encuentre.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



Reflexión de Mons. Enrique Díaz en audio:





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