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II. ¿Es malo que un cristiano tenga dinero?
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El hombre que tiene mucho dinero debe pedir ayuda a Dios en todo momento para usarlo sabiamente


Por: Carlos Alberto Ramirez Linares | Fuente: Catholic.net



Ojalá querido lector que las preguntas de la primera parte de este artículo te hayan hecho reflexionar.

Quiero compartirte algunas ideas a partir de la última pregunta de la parte 1:
¿El dinero es malo en sí mismo?

El dinero no es bueno ni malo en sí mismo.  El dinero es solo un medio para adquirir cosas, es una medida de cambio. El dinero es un invento del hombre para poner valor a las cosas, en base a que tanto se desean o se necesitan.

Entonces: ¿Qué es lo que condena Jesús con respecto al dinero?

Al igual que los reproches que Yahvé hacía contra su pueblo en el antiguo testamento, por la idolatría, el nuevo ídolo al que Dios condena se llama “Dinero”. Nuestra sociedad actual pone al dinero en el lugar de Dios y como dice la sagrada escritura “Donde está tu tesoro, ahí está tu corazón”. Hoy la felicidad la asocia el mundo con los lujos, los placeres, la belleza.



Todo el mundo quiere ser rico (y de preferencia sin esforzarse), los más admirados son los artistas que ganan millones, los súper deportistas, los hombres de negocios que en el mercado bursátil amasan grandes fortunas o aquellos que a sus 30 y tantos son dueños de una compañía de internet que los coloca en la lista de los millonarios.

En la carta del apóstol Santiago se encuentra una cita llena de verdad y muy aplicable a nuestros tiempos: “El origen de sus disputas y sus desórdenes es la Avaricia”

Por avaricia los criminales matan o envenenan, otros  por avaricia roban legal o ilegalmente llevando a la quiebra a empresas y dejando a muchas personas sin empleo si eso garantiza que podrán tener más dinero, que sus empresas valdrán más etc. Quiero aclarar que no estoy en contra de los empresarios, por el contrario, como explicaré más adelante, la empresa es la mejor forma de que el hombre se realice haciendo un trabajo honrado, pero si estoy en contra de la avaricia.

¿El rico es avaro? Creo que esta es la gran diferencia. Ser avaro no significa ser rico. Hay hombres pobres que son sumamente avaros y que no tolerarían perder aunque sea un poco de lo poco que tienen y hay ricos que tienen mucho dinero y no son avaros porque entienden que el dinero es solo un medio. Pero ¿Un medio para qué? Para proveer felicidad. Quero aquí distinguir entre felicidad y placer. El dinero puede comprar placer pero no puede comprar felicidad, sin embrago de como usemos el dinero depende en buena medida nuestra felicidad. Hay formas de gastar el dinero que abonan a la verdadera felicidad y hay otras formas de gastarlo que van en el sentido opuesto. De este tema hablaré con más detalle en otro artículo.

El hombre que tiene mucho dinero debe ser muy cuidadoso y pedir la ayuda de Dios en todo momento para usarlo sabiamente ya que así como hay un dicho que dice que “el poder ilimitado corrompe ilimitadamente” también el exceso de dinero pone en riesgo muy grande al que lo posee.



La capacidad de hacer dinero es también un talento que Dios da a algunos y estos tienen la gran responsabilidad de explotarlo pero en beneficio de los demás y orientado a la salvación de los que lo rodean.

Dios bendice al hombre de negocios que paga los impuestos justos, que trata bien a sus empleados y les proporciona una forma digna de ganarse la vida y el cielo si ofrecen sus penurias, cruces y esfuerzos a Dios. Dios bendice no solo al que da limosna, sino sobre todo a aquel que enseña a pescar (en lugar de dar el pez) y a ser productivo a un hombre.

Si te sirve de ayuda querido lector, te invito a que reflexiones sobre una cosa: “El dinero que tienes no es tuyo” ¿Por qué dices eso? ¿No lo he trabajado y logrado yo acaso (e incluso de manera lícita)? Repito que no es tuyo, porque el día que te mueras no lo podrás llevar contigo. Ni los grandes faraones que eran enterrados con su oro pudieron usarlo una vez muertos. Para lo único que te sirve es para “ganar amigos que te reciban en las moradas eternas” como lo dice el señor en su evangelio.

Hoy en día los hombres trabajamos con mucho ahínco para hacer un patrimonio. Creo que a Dios le agrada esto porque no es justo que los padres, de viejos, nos convirtamos en una carga para nuestros hijos, ni que malgastemos el dinero sin pensar en el futuro, pero sobre todo quiere que invitamos para nuestro final y verdadero retiro, es decir que usemos el dinero (mucho o poco) para que al retirarnos tengamos el merecimiento de nuestras obras.
Si eres bueno para ganar dinero, enhorabuena, usa ese talento que Dios te dio para ayudar a los demás, invierte en tu verdadero retiro.

¿Quieres algunos consejos prácticos para tu día a día? Te recomiendo el artículo ¿La manera en que gasto/uso mi dinero aporta a mi felicidad y a la vida eterna?


Muchas gracias por regalarme un espacio de tu tiempo
Un abrazo



Artículo patrocinado.

Gracias a nuestro bienhechor Samuel Castro de Perú por su donativo, que hizo posible la publicación de este artículo

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