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A la mujer se le conquista siempre

La Conquista Continua
Talentos Trabajando


Por: Francisco Peralta Dávalos | Fuente: Catholic.net



Talentos Trabajando es el nuevo proyecto de Catholic.net, donde invitamos a todos los talentos jóvenes a compartir con nosotros, a través de las letras, su experiencia de Dios. Cada miércoles estaremos publicando en esta sección un artículo nuevo.

Enamorar y conquistar a una mujer no es algo que se tenga que hacer una sola vez en la vida. A la mujer se le conquista todos los días, pero de maneras distintas como escribió Mario Benedetti, “el amor no es repetición. Cada acto de amor es un ciclo en sí mismo, una órbita cerrada en su propio ritual. Es, cómo podría explicarte, un puño de vida”.


Es un hecho que generalmente el hombre, cuando una mujer le ha atraído, se da a la tarea de enamorarla, de insistir y persistir hasta que al fin logra conquistarla. El hombre acomete para buscar la relación, la mujer cautiva.


De manera muy común y lamentable podemos observar cómo cuando la relación se ha concretado y el tiempo va pasando y avanzando, pareciera que la conquista se va esfumando, que los detalles, las atenciones y el romanticismo se van marchando poco a poco para ser sustituidos por la monotonía y la rutina, los cuales son agentes nocivos e incluso, muchas veces, mortales para las relaciones.


Una situación donde suele darse un intento de re-conquista, es cuando el vínculo se encuentra en riesgo o prácticamente ha muerto y no queda nada por hacer, cuando es demasiado tarde y se realizan actos desesperados por querer reanimar y revivir algo que ya no existe; pero las cosas no funcionan así. A la mujer se le conquista siempre, no solo cuando se le va a perder.




La tarea del hombre no termina cuando ha logrado enamorar a la mujer con la que desea compartir su vida, es apenas ahí donde comienza la travesía de la conquista continua. Lo realmente complicado de las relaciones de pareja no es iniciarlas, sino mantenerlas. En principio pudiera parecer un tema superficial, superfluo, pero al revisarlo detalladamente, en el fondo, descubrimos que de lo que se trata es de mantener viva la relación, de mantener vivo el amor que la sostiene.


La mujer suele identificarse rápidamente como el pilar más fuerte tanto de la pareja como de la familia, pero no mucho se reflexiona sobre la responsabilidad que tiene el hombre también y la importancia de que él aporte y participe activamente. Es una lógica muy simple y concreta, cuando el varón se involucra la relación progresa y prospera; cuando no lo hace, ésta se estanca, el vínculo se debilita y agoniza. La relación de pareja es diádica, no sólo de uno.


Pero… ¿cómo enamorar y conquistar continuamente a la mujer que se converte en tu compañera de vida?, pareciera una cuestión complicada y lo es debido a que cada caso en particular es único y tiene sus características específicas, pero de manera general se pueden aplicar dos principios básicos:


1.    Hay que lograr que la mujer se sienta amada, esto sólo lo lograremos con tiempo de convivencia de calidad. Pasar tiempo dedicado única y exclusivamente a ustedes. Esto es una inversión que rinde grandes frutos.


2.    Buscar el no dejar de ser detallistas y espontáneos; no siempre es necesario que exista un motivo o una razón para dar algo. Los pequeños detalles son los que alimentan a las grandes relaciones.




Como antes hemos mencionado, al hombre le corresponde acometer, conquistar, enamorar “y para estar total, completa, absolutamente enamorado, hay que tener plena conciencia de que uno también es querido, que uno también inspira amor” acierta de nueva cuenta el poeta uruguayo Mario Benedetti.







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