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¿Qué son los valores?
Son el motor de nuestra vida


Por: Pa´que te salves | Fuente: Catholic.net




¿Saben de que hablaremos hoy?
En nuestra sesión de hoy, hablaremos de los tesoros que nos hacen crecer como personas y que nos acercan a Dios. Éstos son los valores. Veremos, también, qué y cuáles son los valores universales. Encontraremos en la familia a la mejor escuela donde aprender a vivirlos. reconoceremos que los antivalores son los que nos alejan de Dios y aprenderemos a distinguirlos de los verdaderos valores.

¿Qué le pasa al mundo?

José Alberto llegó muy pensativo a casa. Su esposa Gloria se sorprendió al ver el rostro tan diferente de su marido. "¿Qué te pasa, Beto, qué te trae tan pensativo? ¿algún problema con tu trabajo?". El joven, sumido en sus pensamientos, volvió de pronto a la realidad. "¡Hola cariño!- respondió el muchacho-. Realmente no puedo creer lo que me ha sucedido hoy en el trabajo. Mi jefe me invita a ganar mucho dinero. Una mansión con todo lo que quieras tener. Tendrás coche, joyas, vestidos, viajaremos....¡La suerte por fin nos ha tocado!"

Ella le preguntó fríamente: "Beto, ¿qué te ha podido tu jefe que hagas? ¿Acaso te ha invitado a un negocio sucio?" La alegría de Beto se transformó en una mirada seria. Nunca esperó tal pregunta de su mujer-. Ella continuó: "Beto, ¿de qué sirve tener todo esto si tu conciencia te lo reclamará siempre? ¿Qué vale más en la vida: los lujos, comodidades y la dshonestidad, o las carencias económicas pero ganadas honradamente, la tranquilidad de conciencia y un matrimonio feliz?."

El joven sonrió agradecidamente a su esposa. La abrazó, y tiernamente le dijo: "¡Gracias, Gloria!. Gracias por ayudarme a ver que lo que más vale en la vida es aquello que me haga ser mejor persona, y no aquello que me haga tener más cosas".

Al día siguiente Beto renunció a su trabajo.

La Iglesia nos enseña

¿Qué es un valor?

Un valor es cualquier cosa que me resulta un bien para mi. Por simple que sea ésta, será valiosa para mí si me permite hacer algo que me parezca provechoso.

Por ejemplo, para un papá, el estar el domingo en la mañana con su esposa y sus hijos, convivir con ellos, dedicar su tiempo a la familia tiene un valor. Entonces, se esforzará por lograr esa convivencia familiar. Se levantará temprano, preparará todo lo que se necesite para disfrutar sus horas de descanso en compañía de su familia. Para él, el tiempo dedicado a su familia es un valor.

Otro padre de familia tendrá, posiblemente, otro valor que le mueva a emplear el mismo tiempo del domingo para otras cosas. Por ejemplo, dedicar la mañana a convivir con sus amigos, ver el fútbol, divertirse sin su esposa y sin sus hijos. Él también se esforzará para lograrlo. Le importa más su propia diversión que la convivencia familiar. Prefiere a sus amigos. Ellos son un valor más importante para él.

En los dos casos, se puede decir que se están viviendo los valores. Para cada uno de ellos las posibilidades que les da la mañana del domingo son diferentes. El primero busca convivir con los suyos. El segundo busca divertirse con sus amigos.

Los valores son el motor de nuestras vidas. Son esos bienes hacia los cuales tendemos.
Sean grandes valores que realmente nos importen, sean mínimos que no tengan importancia o, por el contrario, que en vez de ayudarnos nos destruyan.

Los verdaderos valores siempre producen un crecimiento.
Estos últimos valores que nos hacen mal, que no nos ayudan a crecer como personas, que nos alejan de Dios, los llamaremos antivalores.

¿Qué son valores universales?

Los valores que realmente valen la pena para todas las personas, que nos ayudan a ser mejores y nos acercan a Dios.

Si recuerdas que los seres humanos existimos para ser mejores como personas cada día y servir mejor a los demás y para alcanzar la vida eterna, verás que los valores universales son aquellos que te ayudan a lograrlo.

¿Cuáles son los valores universales?

1. Las virtudes humanas: Son aquellos hábitos que nos ayudan a vivir mejor cada día. que nos ayudan a crecer como personas, como la honestidad, la reponsabilidad, el servicio, la fidelidad, la justicia, la generosidad, la paciencia, la bondad, etc. Tristemente muchas de las virtudes humanas hoy día no se viven, pues el mundo está lleno de injusticias, de irresponsabilidades, de infidelidades, de egoísmo.

2. Los valores absolutos: Son los que nunca han de cambiar. Son parte de nosotros mismos. Algunos de ellos son: la vida, la dignidad de todas y cada una de las personas, la verdad, el bien, etc. Por tanto, el aborto, la mentira, la violencia son antivalores.

3. Los valores cristianos: Son aquellos que Dios ha querido enseñarnos, como la humildad, la abnegación, la caridad fraterna, la santidad, la castidad por amor a Dios, etc. Todos ellos son la corona del cristiano.

¿Cómo distinguir un valor de un antivalor?

Pregúntate con sinceridad: Esto que voy a realizar, ¿me acerca a Dios? ¿Me ayuda realmente a ser mejor persona? ¿A quién amo al realizarlo? Si te ayuda a ser mejor, a acercarte a Dios y a amar más a los demás, entonces es un valor. Si te aleja de Dios, si te hace ser peor, si no te ayuda a amar más y mejor a los demás, es un antivalor.

¿Cuál es la mejor escuela donde
aprender a vivir los valores?


Sin lugar a dudas, la familia es la mejor escuela donde se aprenden a vivir los grandes valores. La familia es ese lugar querido por Dios donde aprendemos a ser personas. En el hogar es donde nos ejercitamos y vivimos los valores universales. La familia es la mejor escuela de la formación de las personas.

En la familia se aprende a ser amado, a ser generoso, a ser fiel; ahí mismo aprendemos a amar a la Patria; en ella se aprende a amar a Dios, a ser responsable, a compartir.
¡Qué importante es la familia!

En la Biblia debes leer.

¿Recuerdas aquel episodio donde Jesús se encuentra con Marta y María, dos amigas de Él? María escoge quedarse con el Señor, escuchando su palabra, mientras que Marta se preocupa por los afanes de la casa.(Lucas 10, 38-42).

Jesús nos dice en Mateo 6, 19-21 que nuestros ojos estén puestos en los tesoros del cielo, no en lo que se acaba y corrompe. Donde esté nuestro tesoro, nuestros valores, ahí estará nuestro corazón.

En Lucas 12, 13-21 Jesús nos habla del avaro que atesoró en la tierra. Pronto le llegó la muerte: ¿De qué le sirvió tanta riqueza?

Cuida el tesoro de tu fe

Ten mucho cuidado con los valores que te ofrece el mundo. Son verdaderos antivalores, pues te apartan de Dios. Este mundo nos ofrece el placer, el sexo desenfrenado, la comodidad, la envidia, el querer tener más cosas, el despreciar a los demás, el divorcio, la violencia, loa pornografía, la infidelidad, el egoísmo.

¿Qué es lo que más importa en la vida? ¿Acaso no es aquello que te lleva a Dios? El mundo quiere que no nos acerquemos a Él. El auténtico y verdadero cristiano tiene su más grande valor, su tesoro, en el cielo. Y cuidará de él con todas sus fuerzas.

¿De qué sirve ganar todo el mundo si perdemos el alma? No te dejes engañar. Preguntáte siempre: esto que voy a hacer, ¿me acerca más a Dios? ¿Me ayuda a ser mejor persona? ¿Ofende mi dignidad o la de los demás? ¿Qué haría Jesucristo en una circunstancia como la que yo tengo ahora?




 







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