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El papa Francisco es un gran comunicador
Mons. Celli recorre los 50 años del camino de comunicación de la Iglesia desde el Concilio Vaticano II al papa Francisco


Por: Redacción AICA | Fuente: www.aica.org



"El papa Francisco encarna esta tendencia de la época post-moderna hacia la vida, el redescubrimiento irresistible del hombre libre de abstracciones e intelectualismos. Sus palabras, que nacen de la interpretación de los signos de los tiempos, son tan importantes como sus gestos”, expresó monseñor Claudio María Celli, presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, en un artículo, publicado en la web del Dicasterio donde el prelado recorre los 50 años del camino de comunicación de la Iglesia desde el Concilio Vaticano II al papa Francisco.

Monseñor Celli comienza su artículo preguntándose si el enorme desarrollo tecnológico que se produjo en el ámbito de la comunicación, “están verdaderamente al servicio del hombre o si se está invirtiendo esta relación”.

El presidente del dicasterio vaticano de la comunicación reflexiona en su artículo sobre el proceso vivido en las últimas décadas, y cómo la Iglesia reaccionó ante las transformaciones de la comunicación.

“Al final del año 2013, explica monseñor Celli, celebramos el 50º aniversario del decreto conciliar ‘Inter mirifica’, en el que se otorgaba una especie de “ciudadanía” a los medios de la comunicación, que eran reconocidos como instrumentos importantes para la vida de Iglesia; y se urgía a los pastores a utilizarlos eficientemente”.

“Sin embargo, señala, en la fase preparatoria del Concilio Vaticano II, la comunicación no fue considerada como un horizonte estratégico para la Iglesia o para el futuro de la humanidad: de las 9.348 propuestas de temas para el trabajo del futuro concilio, sólo 18 hacían referencia a la comunicación. Fue el Papa Juan XXIII quien tuvo la moción de introducir el tema de los medios de comunicación en la agenda conciliar”.

“Finalmente, se aprobó dicho documento con 1.969 votos a favor y 164 en contra (fue el documento que obtuvo el mayor número de votos en contra). Con todo, podemos afirmar que el nacimiento de ese documento fue providencial, ya que provocó un proceso de asunción de los medios de comunicación social en la vida de la Iglesia”.

Monseñor Celli señaló que “este documento conciliar, entre otros, dio dos mandatos claros: instauró la Jornada Mundial de las Comunicaciones y ordenó que se pusiera en marcha inmediatamente la redacción de una instrucción pastoral, que se publicó en 1971 bajo el nombre de Communio et Progressio”, iniciando de esta manera el proceso de consolidación del interés de la Iglesia por los medios de comunicación.

Con el tiempo irá creciendo el interés por los aspectos técnicos de la comunicación y toda la Iglesia comenzó a utilizar los medios masivos de comunicación, pero “concibiéndolos como altavoces a través de los cuales anunciaba el Evangelio, con el convencimiento de que a mayor cantidad de medios de comunicación, mayor y más eficaz sería la comunicación de la Iglesia”.

“Con la expansión y la globalización de Internet en la década de los noventa, explica el artículo de monseñor Celli, el panorama cambió radicalmente y no habrá vuelta atrás. El paradigma de la comunicación en la vida del ser humano se transformó, y se dejó de hablar de medios masivos de comunicación o de instrumentos, para ingresar en un ambiente comunicativo en el que las nuevas tecnologías de comunicación –en constante evolución– han impregnado y condicionado la vida de las personas dentro y fuera de la Iglesia”.

El papa Francisco es un gran comunicador
“Me parece que todos coincidimos en que el papa Francisco es un gran comunicador, escribe el presidente del Pontificio Consejo de las Comunicaciones, pero ¿cómo es posible esto si el Papa Francisco no dedica más que diez minutos a los periódicos o no ve la televisión desde 1990?”

“El papa Francisco, señala el artículo, encarna esta tendencia de la época post-moderna hacia la vida, el redescubrimiento irresistible del hombre libre de abstracciones e intelectualismos. El Papa encarna la respuesta eficaz al verdadero desafío de la comunicación: no estamos ante un problema de medios o instrumentos, sino de comunión, cercanía y, sobre todo, de testimonio de Dios misericordioso. Y esto no tiene nada que ver con edulcorar el mensaje del Evangelio para hacerlo más cercano a la sociedad; más bien todo lo contrario, porque exige radicalidad en la vivencia cristiana”.

“Hoy la Iglesia, finaliza el prelado, ante la Comunicación, tiene que ser capaz de recuperar el universo simbólico, en la capacidad creadora de la palabra y el poder evocador de la imagen, que brindan nuevas posibilidades en la regeneración de un lenguaje capaz de proyectar en las culturas unos resortes adecuados para la transformación de sus modos de percepción, personal y comunitaria, de la existencia y de la presencia de lo sagrado”.

El artículo completo de Mons. Celli puede leerse aquí.







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