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Niñas secuestradas por Boko Haram
Sobre el trauma de la violación quieren ahora exponerlas al trauma del aborto


Fuente: Population Research Institute



“#Bring Back Our Girls” (Devuélvannos a nuestras niñas) fue el nombre de la campaña que grupos feministas lanzaron en twitter con el selfie de Michelle Obama. El objetivo fue capitalizar para su causa el repudio mundial contra el  secuestro de más de 200 niñas y jovencitas nigerianas por Boko Haram y su grupo armado de islamistas radicales. Sin embargo, el pedido de las voceras de esta campaña no es ayudarlas en su recuperación física, mental y social, ni siquiera que el gobierno de Estados Unidos ayude al gobierno de Nigeria a luchar contra Boko Haram. Lo que quieren es que se les practique el aborto y que Nigeria legalice esa práctica.


Es decir, la única propuesta de estas “revolucionarias sexuales” al trauma sufrido por estas niñas y jovencitas secuestradas por Boko Haram es practicarles más violencia contra sus niños inocentes por nacer.


Miranda Devine, una reconocida columnista de impacto en el diario australiano The Telegraph, describe lo absurdo de una campaña digitada desde Estados Unidos frente al dolor traumático y las inmensas necesidades de estas jovencitas y sus niños por nacer.   


La enfermiza propuesta abortista remarca que Nigeria ya había recibido la recomendación de la administración de Obama para que cambie sus leyes en temas sociales polémicos, afrima Devine. El Obispo Católico nigeriano Emmanuel Badejo, lo denuncia en estos términos como lo reproduce la cadena de noticias católica Aleteia.org: ”Estados Unidos en realidad ofrecería ayuda a Nigeria contra Boko Haram sólo si modificamos nuestras leyes relativas a la homosexualidad, la planificación familiar y control de la natalidad".  


El aborto es ilegal en Nigeria y quizás no es casualidad pues es el país más cristiano de África. Por eso los activistas del aborto quieren que el gobierno de Estados Unidos capitalice la amenaza de Boko Haram para presionar al gobierno de Nigeria para que cambie sus leyes y ofrezca lo que llaman eufemísticamente “una completa gama de servicios de salud reproductiva”.




En lugar de indignarse contra el estigma injusto que a menudo se aplica a los hijos de violación, o presionar para que el gobierno de Estados Unidos ayude a luchar a Nigeria contra Boko Haram, los promotores del aborto están usando su considerable influencia para que se legalice el aborto teniendo como excusa a las víctimas de violencia sexual islamista.


“La mayoría de las víctimas rescatadas del secuestro de Boko Haram están embarazadas. ¿Por qué nadie habla sobre su derecho al Aborto? ", decía el titular de la revista Cosmopolitan de hace unos días.


“Debe ser obvio para los donantes internacionales, como el gobierno de Estados Unidos, al igual que [el Fondo de Población de las Naciones Unidas], que se debe ir a Nigeria y ayudar a que estas niñas tengan acceso a abortos seguros, para las que lo quieren y así lo decidan", declaró a la revista, Serra Sippel, presidente del Centro para la Salud y Equidad de Género.


Marine Devine concluye que las víctimas embarazadas por las tropas de Boko Haram se encuentran atrapadas en la intersección de dos ideologías extremas: el fanatismo islámico y el feminismo de una era post-cristiana.


Estas jóvenes cristianas fueron atacadas por militantes islamistas porque eran cristianas. Ahora están siendo traumatizadas de nuevo por el poder feminista en el gobierno de Estados Unidos y están en la mira de los activistas de aborto occidentales que quieren abortar a sus hijos no nacidos por la misma razón.




Una campaña melosa y utilitaria


Si las mujeres secuestradas por Boko Haram están siendo rescatadas después de un infierno de violaciones constantes por más de un año, no es gracias a Michelle Obama y a sus amigos de Hollywood.  


“Esto no tiene ninguna intención de tener algún efecto en la vida real”, dijo George Will, comentarista de Fox News Sunday. “No sé cómo gente adulta puede creer que funcione el pararse delante de una cámara y decir, ‘Bring Back Our Girls’ (Devuélvannos a nuestras niñas). ¿Se supone que estos barbaros en Nigeria chequearán sus cuentas de Twitter y dirán: ´Oh no, Michelle Obama está en contra nuestra y será mejor que cambiemos de conducta? ´”.

La insolidaridad de estas “personalidades” comienza por no entender ni respetar el trauma sufrido por estas mujeres.  

“Me convirtieron en una máquina de sexo " dijo Asabe Aliyu a The Daily Times. "Ellos se turnaban para dormir conmigo. Ahora, estoy embarazada y no puedo identificar al padre”

Inevitablemente, casi la mitad de las 534 niñas y mujeres rescatadas por las fuerzas del gobierno de Nigeria en las últimas semanas están "visiblemente embarazadas".

El aborto no va a ayudar a estas mujeres. Lo que hay que hacer es ayudarlas a que enfrenten la estigmatización de ellas y de sus hijos. Deberían ser más bien elogiadas por ser madres de niños que no han hecho nada malo. No se puede culpar a un bebé por los crímenes de su padre.

La manera en que la sociedad civil podría ayudar a estas sobrevivientes de violación genocida no es animándoles a tener abortos, sino ayudarlas a reducir el estigma social en sus comunidades, y proporcionando ayuda práctica, como capacitación laboral para las madres y las cuotas escolares para los niños.

La presión de las ONG occidentales para abortar a sus hijos sólo agrega más angustia a estas mujeres y puede destruir su única oportunidad para la felicidad.

El caso del brutal genocidio en Ruanda hace 21 años muestra que, para muchas sobrevivientes de violación, su hijo era la única cosa que hizo que valga la pena vivir, según un artículo en The Journal of Social and Political Psychology. “¿Cómo la maternidad triunfa sobre trauma entre las madres con niños de violación genocida en Ruanda" por Odeth Kantengwa,  es una afirmación conmovedora de lo mejor de la naturaleza humana.

“El estigma social relacionado con la violación y los niños nacidos de violaciones crea desafíos", escribe Kantengwa, investigador del Centro de Investigación y Documentación sobre el Genocidio en Kigali. “Sin embargo, a pesar de estas y otras dificultades, la maternidad ha desempeñado un papel positivo para muchas mujeres, a menudo proporcionar una razón para vivir de nuevo después del genocidio”.

Kantenwaga encontró que "estas mujeres sobrevivientes ven a sus hijos como un regalo, en lugar de ser cargas“. La maternidad les ayudó a restablecer la felicidad y la confianza y encontrar “un sentido a sus vidas cuidando a otras personas y siendo sostenidos por otras“. Kantenwaga sugiere que el asesoramiento profesional también puede ayudar a las mujeres a crear "una percepción positiva de sus futuros bebés”

Nadie pretende que para las chicas raptadas por Boko Haram el camino que tienen por delante sea fácil. Ya han sido traumatizadas más allá de lo imaginable.

Pero es falso que el aborto sea la solución para su dolor. Por el contrario, cuando la desgracia de la violación ya se ha producido de hecho, la investigación científica ha mostrado que la maternidad puede ofrecerles una razón para v                
Steve  Mosher es el Presidente del Instituto de Investigación en Población  (Population Research Institute), una organización sin fines de lucro  dedicada a desmontar la falacia de la sobrepoblación en el mundo.   
       
   (c) 2007 Population Research Institute







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