¿Existen realmente los mensajes subliminales? ¿quiénes y para qué los usan? Esta pregunta nos las hace nuestro hermano Jurgen Nobel quien nos invita a participar en los foros de discusión.

Manuel Vidal nos dice: Si por subliminal se entiende que es una idea o emoción que, por demasiado débil, no llega a ser percibida por la conciencia, claro que existen esos mensajes. Y quienes los utilizan, recubren varios significados. No se trata del conocimiento íntimo que uno tiene de sí mismo, ni del sentimiento que se experimenta de ciertos valores, sino de la facultad intuitiva por la que uno juzga un acto puesto o por poner.

Digamos, pues, que la sublimidad puede ser utilizada para fomentar el bien, la delicadeza, la verdad, en aquellos que están en disposición y son receptores del mensaje; o para fomentar el mal, la iniquidad, la mentira, en los que igualmente están dispuestos a recibirla. Ser sublime -entiendo- puede ser sinónimo de bondad si quien transmite el mensaje lo hace limpia y honestamente; o sinónimo de maldad, si es lo contrario. Porque sublimidad, en sentido literal, es altivez, eminencia, excelsitud, y estos significados pueden ser igualmente utilizados para trasmitir la verdad o, por el contrario, la maldad de forma sibilina. Para ello, hemos de ser conscientes de conocer de quién recibimos el mensaje.

¿Quiénes los usan? Pues aquellos, como tú o como yo, que desean ser sinceros consigo mismos transmitiendo sus ideas; o los que, utilizándola, aprovechan sus siniestros proyectos, conociendo que quienes reciben el mensaje son débiles, para conseguir objetivos distintos. Tal es el caso de las sectas, en materia de religión, o de políticos perniciosos.

En ambos casos, siempre hemos de ser receptivos y no mostrar recelos, pero si ser extremadamente cautos.

Tú, ¿qué opinas al respecto? Nos encantaría conocer tu opinión sobre el tema; participa en el foro de discusión que abrimos para ello dando un click aquí