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Comprender el si a la vida y el no al aborto
Existen cuatro tipos de razones : biológicas, de salud pública, jurídicas y geopolíticas


Por: Dr Rodrigo Guerra López | Fuente: churchforum.com



Existen cuatro tipos de razones que ayudan a comprender el “sí” a la vida y el “no” al aborto.

Existe evidencia científica para sostener que el ser humano en todas sus fases de desarrollo – intra y extrauterinas – es el mismo organismo, y por ende, es un auténtico sujeto de derechos.

Existen estudios realizados por instituciones y grupos científicos de prestigio internacional que exhiben las consecuencias negativas de la legalización del aborto para el bienestar de la mujer.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha emitido en 2002 una importante tesis jurisprudencial sobre la protección de la vida humana desde la concepción y ha mostrado que esta postura está basada en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en los Tratados Internacionales signados y ratificados por México.

Existe evidencia documental y socio-analítica sobre la acción internacional financiada y organizada en contra de la vida humana naciente con explícitos intereses geo-políticos.

Estas cuatro razones nos muestran la urgencia de proteger la vida humana desde la fecundación y de trabajar activamente para que ninguna mujer se encuentre desamparada al momento de tener que enfrentar la difícil situación que produce un embarazo no-deseado.

1. Las razones biológicas

Existe evidencia científico-empírica de que el embrión humano posee características estructurales y funcionales que lo configuran como un auténtico “organismo humano”, como un “ser humano”. Tanto en su momento unicelular (cigoto) como cuando ya posee más células (blastocisto, mórula, etc.) el embrión humano se comporta como un sistema orgánico, con metabolismo e identidad génica propios, poseedor de un patrón de desarrollo, que si bien es flexible, orienta hacia un cierto destino a cada una de las células y al todo en general.

El desarrollo embrionario es un proceso coordinado (bajo control del nuevo genoma), continuo (no tiene interrupciones o saltos) y gradual (orientado paso a paso hacia una forma final). Esto quiere decir, que durante todo el proceso de desarrollo (intra y extrauterino) estamos hablando de un mismo organismo humano1.

Por ello, el embrión humano:

No es parte del cuerpo de la madre.

Las células que lo componen no están “indiferenciadas” sino que poseen un destino finamente regulado.

Es un auténtico sistema causal autónomo de base biomolecular, con cariotipo humano y destino celular regulado, es decir, es un sujeto individual vivo de especie humana, y por ende, auténtico sujeto de derechos, auténtico poseedor de dignidad inalienable2.

2. Las razones de salud pública

Legalizar el aborto no reduce su incidencia. En España uno de cada seis embarazos termina en aborto. Veinte años después de la legalización, el número de abortos se ha incrementado en 400%3.

Legalizar el aborto no disminuye las tasas de mortalidad materna. Más del 50% de las muertes maternas del mundo suceden en países que tienen las leyes más permisivas a favor del aborto4.

La tasa de mortalidad es más elevada en el aborto legal que en el parto. La muerte materna vinculada al aborto es tres veces más elevada que el de los embarazos que llegan al parto en países que lo han legalizado5.

El haberse procurado un aborto aumenta el riesgo de embarazos pre-termino y posttérmino futuros6.

Las mujeres que se han practicado un aborto presentan mayor incidencia en depresión (78.6%) que las mujeres embarazadas que no han abortado (35.7%). Mayor incidencia en problemas de salud mental subsecuentes incluyendo depresión, ansiedad, y desórdenes relacionados al uso de sustancias adictivas7.

Destaca que la tasa de suicidio en el año posterior al aborto es tres veces más alta que la media femenina y siete veces más alta que la de las mujeres que han dado a luz8.

3. Las razones jurídicas

La Declaración Universal de los Derechos Humanos dice: “Artículo 3.- Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.”9

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos prescribe en el Artículo 1: “Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”. En el artículo 22 se señala: “Quedan prohibidas las penas de muerte, de mutilación, de infamia, la marca, los azotes, los palos, el tormento de cualquier especie…”.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación sostiene: “El producto de la concepción se encuentra protegido desde ese momento y puede ser designado como heredero o donatario, se concluye que la protección del derecho a la vida del producto de la concepción, deriva tanto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, como de los tratados internacionales y las leyes federales y locales”10.

En un país donde se ha erradicado la pena de muerte gracias a la recuperación de la conciencia sobre el valor de la vida humana, resulta absurdo e irreflexivo proponer se legalice un acto que da muerte a un ser humano inocente máximamente vulnerable.

4. Las razones geo-políticas

La configuración del mundo global a partir de tres grandes módulos geopolíticos fue diseñada por muchas personas e instituciones. El Rockefeller Report de 196911, las obras de Zbigniew Brzezinski12, y el surgimiento de la Comisión Trilateral en 197313 son momentos significativos de este proceso. Algunos de los ideólogos de este proyecto geopolítico visualizaron el grave riesgo que representaba el crecimiento demográfico de los países pobres para el esfuerzo estratégico de consolidación de la seguridad de los países desarrollados.

En esta línea, en 1974, por petición del Secretario de Estado Henry Kissinger, el National Security Council de E.U. redactó de manera confidencial un documento popularmente denominado The Kissinger Report14. De modo explícito y detallado este documento realiza un diagnóstico y una propuesta de políticas públicas orientada a la urgente disminución poblacional de trece países pobres con el fin de salvaguardar la seguridad nacional y los intereses de los E.U.

El mencionado documento sostiene, entre otras cosas: “La ayuda para la disminución poblacional deberá dar énfasis prioritariamente a los países en desarrollo más grandes y de más alto crecimiento [poblacional] donde existe un especial interés estratégico y político por parte de los E.U. Estos países son: India, Bangladesh, Paquistán, Nigeria, México, Indonesia, Brasil, Filipinas, Tailandia, Egipto, Turquía, Etiopía y Colombia.”15 Así mismo, se declara que “ningún país ha reducido su crecimiento poblacional sin el recurso al aborto.”16

Durante los años que transcurren entre 1974 y 2007 se han multiplicado las instituciones que directa o indirectamente promueven el aborto a nivel mundial. Algunas de las instituciones con mayor respaldo financiero, y que en diversos momentos han apoyado a grupos mexicanos favorables a la legalización del aborto son: International Planned Parenthood Federation (Ingresos anuales estimados de IPPF con sus instituciones afiliadas: 1000 millones de Dls. US), United Nations Population Fund (Ingresos anuales: 506.1 millones de Dls. US) o Marie Stopes International (Ingresos anuales: 11.4 millones de Dls. US) 17.

En México, los grupos a favor de la legalización del aborto luchan por introducir una agenda a favor de los derechos de la mujer, de su legítima autonomía y de su proyecto personal de vida. Sin embargo, una deficiente concepción del estatuto del embrión humano, conduce a estos grupos a promover la destrucción de la autonomía y el proyecto de vida del nuevo ser humano en gestación, y a subordinarse a una acción global basada en una comprensión mercantil de la vida humana. Comprensión que privilegia a unos y excluye a otros, a los más débiles y vulnerables de nuestras sociedades.

Te recomendamos ver este video sobre el desarrollo in utero

Preguntas o comentarios

* Doctor en Filosofía por la Academia Internacional de Filosofía en el Principado de Liechtenstein.


1 Véase: SGRECCIA, E.; LAFFITTE, J. (EDS.), The Human Embryo Befote Implantation. Scientific Aspects and Bioethical Considerations, Libreria Editrice Vaticana, Vatican City 2007; ZERNICKA-GOETZ, M. “Developmental cell biology: cleavage pattern and emerging asymmetry of the mouse embryo”, Nat Rev Mol Cell Biol. 2005 Dec;6(12):919-28; CARLSON, B. M.

Embriología humana y biología del desarrollo, Elsevier-Mosby, Madrid 2005; LÓPEZ, N.-IRABURU, M.J. Los quince primeros días de una vida humana, EUNSA, Pamplona 2004; PEARSON, H., “Your destiny, from day one”, Nature, July 4, 2002, Vol. 418; SERRA, A.-COLOMBO, R. “Identidad y estatuto del embrión humano: la contribución de la biología”, en A.A. V.V. Identidad y estatuto del embrión humano, EIUNSA, Madrid 2000, p.p. 107-152.

2 Cf. GUERRA, R. Afirmar a la persona por sí misma. La dignidad como fundamento de los derechos de la persona, CNDH, México 2003; Idem, IDEM, “La persona es fin y no medio. El fundamento normativo de la Bioética personalista”, en TOMÁS, G. (COORD.), Avances en bioética personalista, Eunsa, Pamplona 2007 (en prensa).

3 INSTITUTO DE POLÍTICA FAMILIAR IPF, Evolución del aborto en España: 1985-2005. Serie monográfica N° 2. Julio de 2005.

Comprender el “sí” a la vida y el “no” al aborto Rodrigo Guerra López 3

4 WHO/UNICEF/UNFPA. Maternal mortality in 2000: Estimates developed by WHO, UNICEF and UNFPA. Geneva. World Health Organization, 2004.

5 GISSLER M, BERG C, BOUVIER-COLLE MH, BUECKENS P. “Pregnancy-associated mortality after birth, spontaneous abortion or induced abortion in Finland, 1987-2000”. Am J Ob Gyn 2004; 190:422-427.

6 ZHOU W; SORENSEN H. T; OLSEN J. “Induced abortion and subsequent pregnancy duration”. Obstet Gynecol. 1999; Dec; 94 (6): 948-53; HANRIET L; KAMINSKI M. “Impact of induced abortions on subsequent pregnancy outcome: the 1995 French national.” BJOG. 2001 Oct;108(10):1036-42.

7 FERGUSSON D.M; HORWOOD J; RIDDER E. M. “Abortion in young women and subsequent mental health”. J Child Psych and Psych. 2006; 47:1, pp 16–24.

8 GISSLER, HEMMINKI & LONNQVIST, "Suicides after pregnancy in Finland, 1987-94: register linkage study," British Journal of Medicine 313:1431-4, 1996.

9 DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS, 10 de diciembre de 1948.

10 SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN, Novena Época, Instancia: Pleno, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo: XV, Febrero de 2002, Tesis: P./J. 14/2002, Página: 588.

Comprender el “sí” a la vida y el “no” al aborto Rodrigo Guerra López 4

11 ROCKEFELLER, N.A., The Rockefeller Report on the Americas. The Official Report of a United States Presidential Mission for the Western Hemisphere, Quadrangle Books, Chicago 1969.

12 Por ejemplo: BRZEZINSKI, Z. Between two Ages. America’s Role in the Technotronic Era. Viking Press, New York 1970.

13 ZOELLICK, R.; SUTHERLAND, P.D.; OWADA, H. 21st Century Strategies of the Trilateral Countries: In Concert or Conflict?, The Trilateral Comisión, Brookings Institution, New York 1999.

14 El título oficial es: National Security Study Memorandum 200: Implications of Worldwide Population Growth for U.S. Security and Overseas Interests. El documento fue desclasificado y publicado hasta 1989.

15 Ibidem, p. 10.

16 Ibidem, p. 114.

17 Cf. BELTRAMO, C.; GUERRA, R. (COORDS.), La Familia en América Latina. Desafíos y Esperanzas, CELAM, Bogotá 2006; Boletín “Human Life International”, Vol. XV, n.1, sept. 2005; SCHOOYANS, M. El aborto. Implicaciones políticas, Rialp, Madrid 1991.







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