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Jose Kentenich: el gran divulgador de la figura mariana

Jose Kentenich: el gran divulgador de la figura mariana
Fue interrogado por la Gestapo e internado en el campo de concentración de Dachau donde reforzó su fe y el movimiento Schoenstatt.


Por: Carlota Falcó Vich | Fuente: ForumLibertas.com



Acaba de salir el libro Jose Kentenich. Historia de un hombre libre. Escrito por Eduardo T. Gil de Muro, se cuenta la vida del fundador del movimiento Schoenstatt.

El padre Jose Kentenich fue sacerdote y sufrió los interrogatorios de la temida Gestapo, la policía secreta de la Alemania nazi. Durante tres años, estuvo internado en el campo de concentración de Dachau donde, junto con diversos sacerdotes, fundó la Internacional de Schoenstatt y se convirtió en uno de los renovadores del catolicismo más destacados del siglo XX.

El movimiento de la figura mariana

La obra principal que llevó a cabo Kentenich fue recuperar la figura de la Virgen María más allá de lo popular. El movimiento Schoenstatt tiene sus principales focos en las ideas expuestas por Kentenich en 1914. Estas ideas fueron el desarrollo de la personalidad cristiana, una marcada vida espiritual con María, la orientación hacia ideales y el vivir y pensar orgánico.

De esta manera, la espiritualidad de Schoenstatt quiere ayudar a las personas en el logro de una honda vivencia de fe. Para ello, por medio de una alianza con la Virgen María procura experimentar a Dios, como al Dios de la vida y la historia.

Asimismo, Schoenstatt quiere conducir nuevamente al mundo a una profunda alianza de amor con la Virgen María, para que la alianza con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo llegue a ser indeleble, honda e indestructible, y como tal, se conserve siempre.

La estructura del movimiento incluye muchas propuestas con diferentes orientaciones y niveles de compromiso, desde grupos laicos hasta órdenes religiosas. Actualmente, sus seguidores podrían aproximarse al millón de personas.

Prisionero del régimen nazi

El movimiento de Schoenstatt llamó la atención del régimen nazi al que el padre Kentenich se opuso tenazmente. A consecuencia de sus ideas contrarias y de su prédica y labor pedagógica, fue hecho prisionero en Koblenza y enviado al campo de concentración de Dachau.

El sacerdote tuvo la oportunidad de evitar ser internado a través de algunas influencias pero vislumbró en la fe que su ida al campo de concentración estaba en los planes de Dios como un medio de santificación propia y para su familia espiritual. En 1942, tomó la decisión voluntaria de ir a Dachau y permaneció allí hasta la liberación por los Aliados en 1945.

El padre Kentenich fundó el Instituto de los Hermanos de María y el Instituto de las Familias junto con los sacerdotes internos. De la misma manera, fundó la Internacional de Schoenstatt. La estancia en el campo de concentración contribuyó a acrecentar la paternidad espiritual del sacerdote hacia su familia así como la fidelidad de sus hijos espirituales hacia él.

El lugar de peregrinación

El santuario de devoción mariana está ubicado en el valle de Schoenstatt, junto a Vallendar, en Renania-Palatinado. Es el lugar de peregrinación de la devoción mariana y del movimiento fundado por Kentenich del que existen más de 190 réplicas en diversos lugares de todo el mundo.

El santuario de la virgen de Schoenstatt tiene tres gracias fundamentales: la primera es el cobijamiento. Este simboliza la sensación de protección y de bienestar que implica peregrinar al santuario. La segunda es la transformación interior que describe la acción de María como educadora y acompañante del camino de crecimiento de las personas. Y la última es el envío apostólico, es decir, el impulso de salir al encuentro de los demás para construir la comunidad nueva.

Actualmente, el movimiento tiene presencia en muchos países del mundo, además de en Alemania. Principalmente, en Latinoamérica, España, Portugal, Estados Unidos, India, Chile y en algunos países de África.

La vida del fundador del Schoenstatt

Jose Kentenich nació en Gymnich, un pueblo al sudoeste de Colonia, Alemania. Su madre lo consagró a María, de quien era muy devota. Por situaciones económicas, la madre se vio obligada a internarlo en el orfanato de Oberhausen a los ocho años de edad. Allí, en 1897, recibió la primera comunión y le confirmó a su madre su deseo de ser sacerdote.

En 1899, Kentenich ingresó al Seminario de los Padres Pallottinos en Ehrenbreitstein, donde cursó los estudios secundarios. Al acabar, inició la carrera de Teología y Filosofía en Limburgo y fue en 1910 cuando fue ordenado sacerdote.

A instancias de los seguidores del movimiento, el 10 de febrero de 1975 se inició, en Tréveris, el proceso de beatificación del padre Kentenich.







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