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Tema 2. Evangelización de Hispania

Tema 2. Evangelización de Hispania
Semana 2. Apostolado de Santiago El Mayor. 8 octubre 2012


Por: Varios | Fuente: Catholic.net



Según la tradición, a España, provincia del Imperio, viene Santiago el Mayor, uno de los hijos del Zebedeo, el hermano de Juan. De carácter fuerte y ambicioso, arrebatado, Hijo del Trueno, y predilecto del Señor. Hispania, culturizada por Roma, se había enriquecido con un cruce de colonizaciones y civilizaciones.

Desde la Hesperia de los griegos y la Iberia de los cartagineses hasta de nuevo la Hispania romana; de vuelta al nombre de los fenicios, seguidores de los reyes del mito, Gerión, Gárgoris y Habis, su hijo incestuoso -amamantado por las ciervas del monte, como Rómulo y Remo por la loba de Roma-; los iberos de África, antes de Argantonio, ya habían dado a nuestra patria el nombre primigenio de Iberia, como hija del padre Ebro, máximo exponente de la tierra.

Del centro y del norte de Europa, llegaron después los celtas, hombres rubios y algo más refinados, en contraste con los africanos, que eran morenos y fuertes. Del mestizaje de los dos pueblos nacerán los celtíberos, que darán el nombre a Celtiberia. Los griegos también colonizan a Iberia, antes de que vinieran los romanos e integraran la península como Hispania, constituida ya colonia romana.

Este cruce de invasiones dio lugar a un enjambre de paganismo y de religiones, necesitadas de evangelio y difíciles para recibirlo.

A este campo duro de siembra llega Santiago, y aquí, lejos de Oriente, en el "finis terrae" y confín del "mare tenebrosum", donde acaba la tierra, sembró las primeras semillas de las que brotaron los siete varones apostólicos, todos ungidos obispos de las primeras comunidades cristianas de España, que prepararán la gran gesta y la mayor evangelización de los nuevos pueblos de América, donde después de 1.500 años, España dejará la fe, la lengua, las costumbres y hasta el nombre de algunas ciudades, como Santiago de los Caballeros en la República Dominicana, Santiago en Cuba, en Brasil, en Panamá, en Costa Rica, en Paraguay, en Perú y en Chile.

Sudor y zozobra. Angustia y desamparo. Tanto sufría Santiago que María, la madre del Señor, compadecida de la soledad del Apóstol y, seguramente con la recomendación de su hermano Juan, y su “hijo”, vino en carne mortal a Zaragoza, la Cesaraugusta de nombre imperial, situada en la orilla del Ebro, a confortar su espíritu, según mantiene la vieja y arraigada tradición.

María fortaleció su corazón solitario, su siembra al parecer estéril, la tortura del Reino que no cuajaba. No hay soledad mayor que la del que habla un lenguaje que no es comprendido, ni él mismo comprende el lenguaje y la vida de aquellos a quienes trae la Vida, porque se expresan en códigos diferentes.

Su siembra dolorosa fue fecunda: Santiago introdujo a María en España y España introducirá a María igualmente en América y con ella la fe, hoy tan firme y floreciente.

A los que seguimos sembrando nos fortalece el pensar y ver que es verdad que el grano sembrado en tierra da mucho fruto, viendo la cosecha de la predicación del Apóstol, que parecía inútil.

Del artículo: Solemnidad de Santiago apóstol, patrón de España
Autor: P. Jesús Martí Ballester


Participa en los foros:

2ª etapa del Camino. Hacia Zaragoza. Semana del 8 de octubre

Iconos de Santiago el Mayor


Palabras clave:

Finis terrae
Mare tenebrosum
Los siete varones apostólicos
Cesaraugusta
Columnas de Hércules







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