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Cuando el amor te hiere
Cuando el amor te hiere
Sembrando Esperanza I. La mejor relación no es aquella que une personas perfectas, es aquella donde cada uno acepta los defectos del otro y consigue perdón por los suyos.
Por: P. Dennis Doren LC | Fuente: Catholic.net
Sabemos que las relaciones humanas no siempre son fáciles, especialmente cuando el desgaste de los años va erosionando nuestros afectos, nuestra paciencia, y en definitiva, cuando no pensamos igual. ¡Cuántos conflictos de éstos cotidianamente nos toca vivir en nuestra familia o en el trabajo! es que realmente ya no nos soportamos, ya estamos cansados y nos hemos lastimado mucho.
Aquí te dejo este cuentito para que lo puedas compartir precisamente con aquella persona, sea esposa/o, hijo/a, mamá o papá, compañera/o de trabajo o de escuela que te ha herido o la has herido, para que veas lo que les sucedió a los puerco espín.
Durante la era glacial, muchos animales morían por causa del frío. Los puerco espín, percibiendo esta situación, acordaron vivir en grupos, así se daban abrigo y se protegían mutuamente. Pero las espinas de cada uno herían a los vecinos más próximos, justamente a aquellos que le brindaban calor, y por eso, se separaban unos de otros.
Nuevamente volvieron a sentir frío y tuvieron que tomar una decisión: o desaparecían de la faz de la tierra, o aceptaban las espinas de sus vecinos. Con sabiduría, decidieron volver y vivir juntos. Aprendieron así, a vivir con las pequeñas heridas que una relación muy cercana les podía ocasionar, porque lo que realmente era importante era el calor del otro y...sobrevivieron.
La mejor relación no es aquella que une personas perfectas, es aquella donde cada uno acepta los defectos del otro y consigue perdón por los suyos propios.
Yo sé que la relación con alguien cercano te puede doler, pero por encima de ese dolor o herida, está el calor y el amor que tanto necesitas para vivir; por eso no te desesperes, aprende a convivir, aprende a sanar esas heridas y sobre todo a sobrellevar esas espinitas que tanto te hieren.
"Tengan todos un mismo sentir; compartan las preocupaciones de los demás con amor fraternal, sean compasivos y humildes. No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; al contrario, bendigan, ya que ustedes fueron llamados a bendecir y a alcanzar por ese medio las bendiciones de Dios".
Preguntas o comentarios al autor P. Dennis Doren LC
Puedes escuchar esta meditación en audio entrando al Podcast de Catholic.net aquí:
Blog, Sembrando Esperanza
Canal de youtube.
FB. Fanpage. Sembrando Esperanza
Twitter: @dennisdorenLC
Por: P. Dennis Doren LC | Fuente: Catholic.net
Sabemos que las relaciones humanas no siempre son fáciles, especialmente cuando el desgaste de los años va erosionando nuestros afectos, nuestra paciencia, y en definitiva, cuando no pensamos igual. ¡Cuántos conflictos de éstos cotidianamente nos toca vivir en nuestra familia o en el trabajo! es que realmente ya no nos soportamos, ya estamos cansados y nos hemos lastimado mucho.
Aquí te dejo este cuentito para que lo puedas compartir precisamente con aquella persona, sea esposa/o, hijo/a, mamá o papá, compañera/o de trabajo o de escuela que te ha herido o la has herido, para que veas lo que les sucedió a los puerco espín.
Durante la era glacial, muchos animales morían por causa del frío. Los puerco espín, percibiendo esta situación, acordaron vivir en grupos, así se daban abrigo y se protegían mutuamente. Pero las espinas de cada uno herían a los vecinos más próximos, justamente a aquellos que le brindaban calor, y por eso, se separaban unos de otros.
Nuevamente volvieron a sentir frío y tuvieron que tomar una decisión: o desaparecían de la faz de la tierra, o aceptaban las espinas de sus vecinos. Con sabiduría, decidieron volver y vivir juntos. Aprendieron así, a vivir con las pequeñas heridas que una relación muy cercana les podía ocasionar, porque lo que realmente era importante era el calor del otro y...sobrevivieron.
La mejor relación no es aquella que une personas perfectas, es aquella donde cada uno acepta los defectos del otro y consigue perdón por los suyos propios.
Yo sé que la relación con alguien cercano te puede doler, pero por encima de ese dolor o herida, está el calor y el amor que tanto necesitas para vivir; por eso no te desesperes, aprende a convivir, aprende a sanar esas heridas y sobre todo a sobrellevar esas espinitas que tanto te hieren.
"Tengan todos un mismo sentir; compartan las preocupaciones de los demás con amor fraternal, sean compasivos y humildes. No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; al contrario, bendigan, ya que ustedes fueron llamados a bendecir y a alcanzar por ese medio las bendiciones de Dios".
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