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La corona que quieres llevar en tu vida

La corona que quieres llevar en tu vida
Sembrando Esperanza II. El peso que lleves, será la corona que cargarás a lo largo de tu vida.


Por: P. Dennis Doren LC | Fuente: Catholic.net




La sabiduría del buen vivir, en nuestros tiempos modernos, está empañada por un triunfo artificial, por una corona que desmerece del valor de la persona. Los grandes ídolos del mundo de hoy, sea en el deporte, en la política, en la vida social y artística, en su mayoría carecen de verdaderos valores, ¿por qué? La realidad es que se han dejado seducir por una fama de escaparate, por una llamarada de petate, que así como arde se apaga; ilusoriamente han malgastado su vida en construir una corona del tener y no del ser.

¿Cuál es la corona que quieres llevar en tu vida?, ¿un éxito pasajero, momentáneo, una felicidad aparente llena de engaños, mentiras y que al pasar de los años te vaya dejando vacío, confuso y triste?, ¿o buscar un triunfo real, duradero, lleno de satisfacciones personales, que dé un verdadero sentido en tu vida, lo que llamamos la verdadera felicidad?

El joven Rico del Evangelio no era malo, tenía buenos sentimientos y deseos, pero estaba demasiado apegado a las cosas materiales de este mundo, tanto así, que al ser invitado a seguir a Jesús y dejarlo todo, se fue triste, pudiendo llevar una corona del ser, llena de bendiciones, felicidad y realizaciones; prefirió quedarse en el anonimato, pero sobre todo con su tristeza, le faltó generosidad, le faltó fondo. La sabiduría del buen vivir que el cristianismo te ofrece es otra muy distinta de la del mundo... aquí te dejo algunas reflexiones:

Los hombres valiosos llegan a la fama por sus obras, los necios se hacen famosos por la propaganda.

Nuestra sociedad de consumo también "fabrica" ídolos famosos porque necesita venderlos.

Si el sabio te censura, piénsalo; si el necio te alaba, ¡laméntalo!

El que se sabe merecedor de la aprobación y del aplauso, no hace nada para conseguirlos. El árbol que sobresale muy pronto con sus ramas, suele ser el que primero cae por falta de raíces.

El hombre seguro de sí mismo goza cuando es apreciado y se duele ante el menosprecio, pero no malgasta su tiempo para cambiar la opinión ajena.

La propaganda es muchas veces como el agua: deja en el fondo el oro y saca a flote el leño seco.

Si eres sensato, valoras más el juicio de los pocos que te conocen de verdad, que las alabanzas o los juicios negativos de los que no te conocen.

El necio se irrita con la corrección del amigo y se hincha con la alabanza del adulador.

El orgullo hincha la pobreza del necio y la humildad agranda la riqueza del sabio. El orgullo es la fachada de la insensatez y la humildad es el cimiento de la sabiduría.

Caminaba con mi padre, cuando él se detuvo en una curva, y después de un pequeño silencio me preguntó: Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más? Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: Estoy escuchando el ruido de una carreta. Eso es. -dijo mi padre-. Es una carreta vacía.

Pregunté a mi padre: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos?.

Entonces mi padre respondió: Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.

Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.

La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Así llenarás "la carreta con tu sabiduría y no harás tanto ruido en tu paso...

El peso que lleves, será la corona que cargarás a lo largo de tu vida. No creas que la corona es la que el mundo te ofrece con su escaparate de adulación y engaño, no te creas que porque tienes más, eres más, porque gritas más, te van a respetar más; porque más te alaben, te van a admirar más; porque des más cosas, eres más generoso. Todo esto puede ser una pantalla, mucho ruido, pero poco fondo. No caigas en el espejismo de una fallada falsa, sé lo que tienes que ser y alcanzarás la verdadera corona, la corona de la felicidad, la corona del triunfo.

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  • P. Dennis Doren LC


    Puedes escuchar esta meditación en audio entrando al Podcast de Catholic.net aquí:





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