Menu



Encuestas, ¿les crees?

Encuestas, ¿les crees?
Las encuestas son un arma de dos filos.


Por: Juan Fernando Perdomo | Fuente: Yoinfluyo.com



martes, 04 de mayo de 2010

Las encuestas son un arma de dos filos.

Sobre todo cuando alguien las hace a modo para que, poniendo los números que le agradan o le favorecen, piense que el resultado es cierto, lo que deviene en su caída.

En época de elecciones, las encuestas son cada vez más utilizadas por los partidos políticos y los candidatos para ver las posibilidades de triunfo.


Sin embargo, ya hay una perversión en ellas: Usando nombres de empresas, aparentemente objetivas y neutrales, los candidatos difunden resultados en los que aparecen muy bien posicionados con respecto a sus adversarios… aunque esto no sea cierto.

Se puede probar la eficacia que tienen estas acciones para influir en la colectividad para que se empiece a correr la voz de que “ya ganamos”. Aun así, cuando se ponen cifras demasiado alejadas de la realidad, la ciudadanía pensante se da cuenta del fraude y profundiza en los resultados.

Para que una encuesta sobre los resultados de una elección sea confiable hay consideraciones que no pueden pasarse por alto:

Las encuestas marcan tendencias.
No son un resultado definitivo. Son una fotografía del momento que puede cambiar radicalmente. Las cosas que hoy son ciertas mañana puede que no lo sean.

Esto pasó en las elecciones presidenciales de España en 2004, en donde se veía una clara tendencia para que el Partido Popular (PP) ganara la contienda. Un terrible atentado en la estación de Atocha cambió lo resultados a unos días de la elección y ganó el partido opositor, con José Luis Rodríguez Zapatero a la cabeza.

Por otro lado, en la metodología, tenemos varios elementos a considerar:

Tamaño de la Muestra.
Debemos saber el número de personas que participan en la encuesta para que ésta sea representativa en número. Una encuesta para valorar las tendencias de un candidato a presidente de la mesa directiva de una escuela, no puede ser igual en número a la aplicada para un presidente municipal, gobernador o Presidente de la República.

Lugar.
Exagerando, ¿qué pasaría si realizamos una encuesta sobre las próximas elecciones en Irán… y la hacemos en México?

Las encuestas deben realizarse a personas que representen el sentir de la sociedad y no elegir un lugar repleto de simpatizantes de quien se desea resulte ganador. Si se realiza la encuesta en un salón en donde todos los asistentes son miembros del propio partido político, los resultados de ella no son quién va a ganar, sino qué simpatía tiene el candidato con su propio partido.

Oportunidad.
Se requiere que sea realizada en un momento en que exista cierto nivel de objetividad. Sería absurdo sacar conclusiones de una encuesta cuando un candidato acaba de cometer un grave tropiezo o la actividad que acaba de realizar impactó a muchas personas, pero no determinantemente en el largo plazo.

Las Preguntas.
Hay preguntas abiertas, cerradas… y tendenciosas. Por supuesto que no es lo mismo preguntar: ¿Por quién votarás para gobernador de Veracruz en el 2010?, que preguntar: ¿A cuál de estos candidatos elijes para gobernar Veracruz? Y dar los nombres de Dante Delgado, Fidel Herrera o Miguel Ángel Yunes.

Mientras más información se da, más se distorsiona la encuesta, pues, en el primer caso, la respuesta requiere que el ciudadano ya sepa quiénes son los contendientes y, en el segundo, las opciones son demasiado específicas y el encuestado puede dar una respuesta distinta, que si no supiera quiénes son los candidatos.

En este tema, también es muy diferente que se pregunte: ¿Por qué partido votarás? A decir: ¿Por cuál de estas personas votarás? La gente puede dar respuestas distintas a un partido que a un candidato.

Influencia de otros eventos.
Muy ligado a la oportunidad, se encuentra la influencia de otras actividades o eventos coincidentes. No son lo mismo los resultados de un candidato a Diputado Federal en las elecciones intermedias –es decir, en las que sólo se vota por diputados federales– a los resultados cuando hay elecciones de Presidente de la República, Senadores y Diputados. Ya lo hemos vivido recientemente en las elecciones de 2000 con Vicente Fox y su impacto a favor de senadores y diputados.

El partido en el poder.
Aunque muchas personas pueden alinear su voto a su simpatía hacia el partido en el poder, muchas otras saben que el candidato tiene su trayectoria personal, buena o mala, y no debe considerar lo que está haciendo el gobernante en turno… a menos de que el candidato haya sido impuesto por él, porque lo bueno o lo malo también influirá en el posible nuevo gobernante.

Finalmente, la metodología debe ser conocida por la ciudadanía, para saber si se hizo de manera impecable en cuanto a su redacción, objetividad, circunstancia, etcétera.

Y, en la medida de lo posible, en el momento crucial y definitivo. La mejor encuesta es la que esté más cerca del evento, pues cuando faltan muchos meses para una elección, por ejemplo, los resultados pueden cambiar de manera permanente.

Pero los partidos no siempre toman en cuenta las encuestas; recordemos que Gerardo Buganza estaba mejor posicionado que Yunes para la gubernatura del PAN en Veracruz, y no es el candidato.

Además, no todas las encuestas reflejan la “película” de logros más recientes:

Recordemos que Dante Delgado tuvo más de un millón de votos para Senador en 2006, siendo el primero en desbancar al PRI de la titularidad en 80 años de esa posición, por lo que hoy no hay Senador veracruzano del tricolor, y sin embargo, hay personas que piensan que no tiene oportunidad, como las había en 2006… ¡Pero aún así ganó la candidatura!

Por ello, no tomes como definitivo todo lo que ahora escuchas. Pregúntate: ¿de quién viene? ¿Cómo se hizo? ¿En dónde se hizo? ¿Cuándo se hizo?...

Porque, la mejor encuesta ¡es la del día de la elección!

* Juan Fernando Perdomo es egresado del Tec de Monterrey
Vicepresidente para México de la Chamber of the Americas

Servidor público, empresario y político
www.perdomo-blog.blogspot.com









Compartir en Google+




Reportar anuncio inapropiado |