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La Ética como Competencia Laboral

La Ética como Competencia Laboral
Braulio Fernández Biggs nos introduce al tema de la ética, la competencia y las leyes del mercado. Así como de las virtudes a cultivar para llevar a la práctica un liderazgo moral.


Por: Braulio Fernández Biggs | Fuente: Duoc.cl




1.     Introducción
En el mundo actual, la empresa "se ha revestido con la categoría que corresponde a las corporaciones propiamente humanas, cuyo activo principal son las personas, a las que se esfuerzan por mejorar. En consonancia con ello, la ley primordial que rige "debe regir"la dinámica empresarial es muy neta: la prioridad de las personas sobre las cosas" (Melendo). Esto implica que las empresas y su accionar está atravesado por cuestiones éticas; responde, gira y se orienta a ellas. De paso, y por razones antropológicas fáciles de percibir, logra con ello una más que notable rentabilidad económica; fundamentalmente hoy, donde la base de toda relación comercial es la confianza, tema eminentemente ético. Finalmente, "en condiciones de igualdad, la conducta ética favorece la salud corporativa" (Melendo).

En el mundo desarrollado, las empresas cuentan hace años con "Gerencias de Asuntos Éticos" (Corporate Director Ethics & Business Conduct) que administran la ética no sólo en relación a la misión corporativa sino en cuanto elemento de productividad, eficiencia, baja en los costos y mejora en la gestión. Al respecto, existen también diversas organizaciones que asesoran a empresas e instituciones educativas. Por ejemplo, The Working Values Group, que publica en internet algunos de sus proyectos con grandes compañías, trabajó para la aeronáutica Lockheed Martin un programa de capacitación cuyo objetivo era transformar la confianza en parte de la cultura institucional, y que abarcó a más de 170.000 empleados. Ethics Officer Association (EOA) agrupa a 727 grandes empresas (octubre 2000) de las más diversas áreas que trabajan institucional y corporativamente los temas éticos. La EOA se dedica a promover la ética empresarial y de los negocios, y a servir como foro de intercambio de información y estrategias al respecto.

La globalización ha hecho que las empresas y sus negocios se definan estratégicamente en el largo plazo, y es allí donde la ética es considerada un factor de rentabilidad. "Desarrollar una cultura de la ética genera importantes beneficios para una compañía: ayuda a superar las crisis, asegura la lealtad de los empleados y, al preservar el prestigio, rinde mayores dividendos" (Fandray).

La última encuesta nacional en EE.UU. sobre asuntos éticos ( National Business Ethics Survey ) arrojó, entre otros resultados, que el 90% de los empleados esperan que sus compañías procedan correctamente antes que ganen dinero.  En general en el mundo, cada vez más compañías hacen de la honestidad, el respeto y la confianza valores esenciales de su desarrollo corporativo, y administran dichos valores de manera estratégica.

En nuestro país, la última encuesta MORI sobre Responsabilidad Social Corporativa (mayo 2001), que recoge las actitudes, opiniones, evaluaciones, expectativas e imágenes de la población hacia las empresas, arroja datos que indican que nos acercamos a la realidad antes expuesta. Así, por ejemplo, en Chile, las expectativas sobre el liderazgo de los empresarios son superiores (66%) al promedio de los países con el mismo tipo de PGB (52%). Haciendo un comparativo de porcentajes en categorías de importancia de ciertos temas respecto a las empresas entre Chile y EE.UU., vemos lo siguiente:




























Temas
de importancia
Chile
(%)
 
EE.UU.
(%)
Marca
y reputación
41 26
Prácticas
laborales y ética empresarial 
13 28
Responsabilidad
ante la sociedad   
26 21
Preocupación
por el Medio Ambiente
09 16



Como concluye la encuesta, si bien "el portador de la reputación de las empresas en Chile es fundamentalmente la marca, empiezan con fuerza a aparecer los elementos de responsabilidad social corporativa que son fuertes en los países industrializados. En este sentido, Chile se acerca al comportamiento de los países desarrollados".

Sobre la importancia directa de la ética en las empresas, la encuesta también denota un crecimiento comparativo, siendo en Chile un 53% de personas quienes perciben su relevancia, comparada con un 40% en Japón, un 75% en Suecia, 81% en EE.UU. y un 43% en España y Rusia, por ejemplo.

En fin, valga citar la conclusión de la encuesta: "Chile se sitúa competitivamente en cuanto a responsabilidad social de sus grandes empresas [y a la ética en ellas], respecto a los otros 20 países con que se compara. En muchos aspectos [aparece] más desarrollado que el promedio, indicando una posición de transición entre un estado más tradicional de percepción de las empresas a un estado más moderno y global ["] los datos evidencian un cambio importante de actitud hacia el empresariado y las grandes empresas, donde éstas pasan a ser actores sociales responsables y relevantes en el resultado del desarrollo del país a la par con los otros poderes institucionales".

A esto habría que agregar que, en paralelo, la tecnología y sus avances ha generado paulatinamente desafío éticos nuevos. Los principios que habrá que aplicar a sus problemas siguen siendo los mismos, como es obvio, pero sus peculiares situaciones de acción "sus perspectivas y matices de aplicación"requerirán de un esfuerzo dinámico y certero.



2. La ética como competencia laboral
Antes de entrar en materia debemos hacer tres aclaraciones importantes relativas a la palabra "competencia". Primero, desde luego que por competencia no nos estamos refiriendo a la relación de "competencia" por el mercado; a aquello que las empresas diariamente hacen para lograr sus objetivos: competir con otras. Segundo, que dado que nos referimos a la actitud éticamente correcta de quienes trabajan en una empresa y de la empresa como conjunto, es obvio que para tener una actitud de este tipo no hace falta ser un experto en ética; esto es, tener una "competencia técnica" en ella, aunque pueda llegar a ser necesario, a nivel de corporación, contar con expertos para resolver asuntos difíciles o para consultarlos a la hora de trazar líneas estratégicas. Tercero, al decir "ética como competencia laboral" queremos decir ética como elemento de optimización de las competencias profesionales en el trabajo en tanto capacidad para hacer eficazmente algo. Es decir, una saber hacer de una determinada manera, basado en determinados principios y hacia determinados objetivos, como veremos a continuación.

Así, la ética es concebida hoy como competencia laboral, demandada no sólo a niveles de reclutamiento de personas sino, principalmente, constituida como un eje del posicionamiento de las empresas. En definitiva, los valores y las virtudes "y su efectiva aplicación a la gestión"son considerados factores de rentabilidad.

Pero la verdad es que este enfoque sólo tiene de nuevo el nombre, pues importa de suyo una conceptualización muy certera de una ética clásica de ejercicio de las virtudes, frente a las llamadas "éticas de la convicción" y, desde luego, de las éticas de resultados meramente utilitarias. En efecto, la ética no es un tema académico o una abstracción filosófica, sino un conjunto de acciones orientadas a un fin, a una finalidad, que es la perfección de la naturaleza humana. "Si, en general, el mundo de lo económico ha funcionado, se ha debido, en gran parte, a la vigencia de comportamientos éticos positivos al menos en un número suficiente de personas" (Gómez Pérez). Es decir, teniendo que ver la ética con las acciones humanas, desde luego que afecta a aquellas que atañen al mundo del trabajo y, por ende, del lugar donde hoy éste se desarrolla preferentemente: la empresa

Así, y tomando como ejemplo un tema de moda "el liderazgo", podemos apreciar su hondo sentido ético. Cuanta más confianza se da, más confianza se tiene, lo que supone fomentar una cualidad compartible, en un acto eminentemente ético. "Ser el mejor no consiste en aniquilar a los demás, en sembrar de cadáveres el propio entorno; sólo llega a ser un líder quien no tiene miedo a que quienes le rodean también lo sean" (Ortiz Ibarz).

Lo que ocurre es que el desarrollo conceptual de las organizaciones económicas tomó cierto tiempo en reasumir su rasgo de corporaciones humanas, sumidas aún en criterios y enfoques residuales de la revolución industrial. Con todo, estamos hablando de algo que va más allá de la valoración del capital humano de la década de los "80, o del desarrollo del marketing estratégico hacia el cliente interno y las áreas o gerencias de recursos humanos en los "90. Estamos hablando de ética en el trabajo y la empresa, en todo su esplendor y con todas sus letras.

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