Los períodos evolutivos del matrimonio son eso: evolución porque se suceden en base al factor maduración de los esposos (más de la esposa); jamás se podrá repetir un periodo. El casamiento es uno y único -el primero- si llegase a haber otro, no será nunca como el primero; la luna de miel es y será una sola ; se podrá "vivir "otra luna de miel recordando la primera.

De los tres periodos, que un tanto arbitrariamente se dividió la evolución del matrimonio: luna de miel, periodo de armonizar y el tercero de matrimonio constituido (ver capítulo correspondiente) cada uno tiene sus propias características, para vivirlas intensamente. En el tercer periodo, la llegada de los hijos cambian el hogar NO EL MATRIMONIO.

En recién casados sin experiencia sexual, el periodo de luna de miel con la emoción de la ceremonia, festejos, viajes, etc., etc., es único, muy especial y casi siempre pocos días. Es cuando los esposos comienzan a convivir solos, se comienzan a conocer como esposos y a vivir su pasión de amor. Todo debe ser para el grato recuerdo: fotos, películas, etc., eta. Nadie podrá pensar que esos momentos podrán volver después de un divorcio y nuevo matrimonio: la edad ya no es la misma, todo ha cambiado.

Este periodo tan especial para la esposa, (ver capítulo correspondiente) exige del esposo un trato muy especial porque puede marcarla psicológicamente en forma muy negativa. La luna de miel es para los dos esposos; no solo para el hombre ni mucho menos para una demostración de pasión desordenada. Respetar al máximo el pudor de la esposa esperando su evolución a pudor de casada.

El segundo periodo o de armonizar, tal vez el más personal de todos, donde la intimidad matrimonial exige el inteligente comportamiento de los esposos para cimentar el matrimonio. Los esposos están solos: no viajes, no fotos, no comida servida, etc, etc, es el comienzo de la vida en matrimonio. Ahí está más que en ningún otro momento el valor de los conocimientos sobre la intimidad matrimonial, para vivirla como corresponde, dándole el valor que tiene como fuerza aunante, de unión, porque las relaciones sexuales todavía no son normales- es decir- la esposa no logró el orgasmo.

Aquí más que en ningún otro periodo está la obligación y preocupación del esposo para evolucionar la sexualidad de la esposa. Período que debe ser vivido día a día con máxima demostración de amor y ternura, para superar las falencias de la intimidad matrimonial que comienza; a pesar de ello el matrimonio triunfa. Ahora los esposos se ven tal cual son: él tratando de hacer que su esposa evoluciones como mujer y ella teniendo que demostrar que es la esposa que él idealizó, con un comportamiento de mujer madura que sabe como actuar en intimidad matrimonial y en el hogar.

Este es el periodo, según las estadísticas- que más matrimonio se separan o comienzan a no ser felices. Dos motivos:

1.- las relaciones sexuales no son satisfactorias para ella por falta de orgasmo y 2do. problemas o dificultades económicas que se hacen más evidentes. Pero de todo ello el matrimonio debe salir fortalecido: son las primeras dificultades a superar juntos y eso tiene mucho valor presente y para el recuerdo. Agregar a ello que comienzan a ponerse en evidencia lo negativo de cada uno de los esposos (el matrimonio no mejora nada negativo de los esposos) que con inteligencia y amor deberán saber superar.

AHORA ES CUANDO DEBEN VIVIR SU INTIMIDAD MATRIMONIAL COMO LO DETALLA ESTE TEXTO Y COMO LO DEBIERON APRENDER EN LOS COLEGIOS.

Al terminar este periodo con el logro del "orgasmo" por la esposa, hay un gran cambio en el matrimonio porque la biología femenina cambia: ella sin darse cuenta muestra la felicidad y equilibrio de su organismo en el rostro, en la alegría del hogar, en cada acto diario.

Así al llegar al tercer periodo o matrimonio constituido: ya está todo preparado para vivir toda la vida juntos. Es el periodo de perfeccionar la intimidad matrimonial (ver I. M) recordando cada esposo su conducta a seguir para no ser ni monótono ni pasivo. Intimidad matrimonial normal con relaciones sexuales normales es como se afianza el matrimonio.(Ver: orgasmo, intimidad matrimonial, etc.)

Vivir esto intensamente recordando que el matrimonio no repite etapas; este período antes de la presencia de los hijos es para gozarlo, para madurar el amor de esposos y así los hijos serán el fruto de ese amor maduro, máximo y puro.

Los tres periodos tienen un común denominador: el amor. Cambian sus manifestaciones físicas, disminuye la pasión pero aumenta el amor con una marcada autoestima de los esposos que significa madurez del matrimonio.

Comienzan los esposos no solo a valorar el matrimonio sino a sorprenderse de la fuerza sin límites e inagotable del matrimonio cuando se le dedican unas pocas horas (aunque sean las más cansadas) por día. Así es de generoso el matrimonio, retribuye nada menos que con felicidad esas pocas horas que los esposos vivan en intimidad matrimonial.
El matrimonio les exige a los esposos que se demuestren en intimidad matrimonial el amor que los une.

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