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Un aborto fácil y sin riesgos: “píldora del día después”
El aborto, endulzándolo y disfrazándolo bajo la capa de la “píldora del día después”


Por: Noel Lozano | Fuente: Catholic.net




Sí, se trata de la píldora del día después. Poco, muy poco, se dice de los efectos reales de este fármaco. Poco se dice de los efectos secundarios en la mujer y, sobretodo, del aborto precoz que se comente al ingerir la píldora.

En la sociedad actual, la salud moral de los adolescentes es un tema que los gobiernos no pueden dejar de lado. No basta con aprobar un fármaco y quitarse un problema de encima. Cultivar los comportamientos irresponsables, engañando a los jóvenes, invitándoles a tomar un camino distinto al de una verdadera educación es una trampa. Cuando una persona comienza su vida sexual de esa manera ¿Cómo podrá aprender a dar y recibir la vida? El acto de amar no es un juego sin consecuencias, esto es lo que algunos están perdiendo de vista.

Parece mentira que se tome tan a la ligera un tema como el del aborto. Endulzándolo y disfrazándolo bajo la capa de la “píldora del día después”, sin que los consumidores sean conscientes del todo sobre lo que están ingiriendo y sobretodo de lo que están haciendo. La "píldora del día después", cuando la concepción ya se ha producido, impide que la gestación siga adelante al hacer imposible la anidación del óvulo fecundado –que ya es un nuevo ser humano- en el endometrio de la madre. Lo que se busca con “la píldora del día después” es transmitir una imagen suave y sin riesgos de algo que va más allá de lo que los consumidores no saben. Pues les pone ante el asesinato de un nuevo ser humano. Todo cuanto favorece al aborto es peligroso.

Suele haber una confusión de términos como embarazo y aborto.

El American College of Obstetricians and Gynecologists en 1970, definía el embarazo como "el período comprendido entre la anidación del embrión en el útero y el parto". Esta definición conlleva, de forma implícita, que la existencia individual del embrión sólo comienza con la implantación. Sin embargo, esta definición es falsa, pues antes de la anidación del embrión, existe la fecundación y la concepción del mismo, objetivo al que la píldora ataca inmediatamente.

Con el concepto de aborto se definía y se entendía normalmente la interrupción del embarazo como tal. Con la actual definición de embarazo, que he comentado, la eliminación de embriones entre la fecundación y su anidación en el útero, quedaba fuera de la categoría de aborto. A partir de este momento surge una gran incógnita ¿Cómo llamar el asesinato o rechazo del embrión antes de la implantación en el útero? Algunos lo han querido llamar contracepción, término equivocado, pues ya existe la concepción y no está previniendo nada como en sí mismo indica. De aquí la gran confusión que se ha creado no sólo en el público en general, sino incluso en médicos y políticos al momento de legislar sobre el tema.

B. Carlson, profesor y jefe del Departamento de Anatomía y Biología Celular de la Universidad de Michigan, afirma: "El embarazo humano comienza con la fusión de un huevo y un espermatozoide" y T.W. Sadler, profesor de Biología Celular y Anatomía de la Universidad de Carolina del Norte, señala: "El desarrollo de un individuo comienza con la fecundación, fenómeno por el cual un espermatozoide del varón y el ovocito de la mujer se unen para dar origen a un nuevo organismo, el cigoto". Estas dos definiciones están en lo que todos debemos entender por embarazo y, por consiguiente aborto, que es la interrupción del mismo desde el primer momento de la concepción.

El inicio de la vida de un nuevo ser humano
De lo anterior no es difícil deducir que el inicio de la vida de un nuevo ser humano es a partir del momento de la fecundación. No es tan claro para muchos países, donde se ha legislado que el embrión es el equivalente a una mezcla especial de células, por lo que se puede experimentar y desechar a los mismos tranquilamente, como se hace de unos meses para acá en España. Otros se han aventurado más, afirmado que existe un ser humano dependiendo de la capacidad de desarrollo que tiene durante la gestación, el famoso aborto eugenésico, promovido en los países anglosajones. Y otros buscan justificar el aborto hasta 23 semanas después de la concepción con el mal llamado “aborto tardío” que se produce con el asesinato del feto antes de nacer. Podemos decir que todas estas decisiones se caracterizan por el poco aprecio por la vida, por darle un valor a la vida humana muy condicional. Podemos estar a las puertas de una cultura que depende del contexto en el que se mueva para poder acondicionar todo a su gusto. Una cultura que deja de lado la vida y abre paso a la muerte para ganar aparentemente en perfección y comodidad.

Reflexión final

La tendencia a facilitar en muchos países la píldora del día después esconde el hecho de que ya se está cometiendo un aborto en la mayoría de los casos. Por otra parte, el facilitar este tipo de fármacos, y darles la publicidad a bomba y platillo, lleva a incrementar la inconsciencia y la actividad sexual de los adolescentes. Les conduce a muchos a un callejón sin salida, al camino de "abortos sin preguntas". Un artículo publicado en "The Telegraph" (11 diciembre) citaba la reacción de la Iglesia Católica de Inglaterra y Gales a la iniciativa. La declaración de la Iglesia dice: "Que el Gobierno desee permitir a las adolescentes comprar esta píldora del día después tan libremente y sin la supervisión de un doctor, es equivocado y potencialmente peligroso. Animar actitudes superficiales hacia el sexo no es un modo efectivo o seguro de reducir los embarazos en adolescentes".

Es una gran irresponsabilidad cuando se ocultan los riesgos y en qué consiste el uso de la píldora. El método, no es fiable al cien por cien, produce muchos efectos secundarios. Por lo que no se logra el efecto buscado: producir un aborto “en oculto”; los efectos secundarios pueden crear complicaciones que requieren asistencia médica. A todo esto, hay que añadir el peligro de transmisión del sida. Recientemente se ha dado a conocer la notable ineficacia antirretroviral de la llamada “píldora del día después”, así como los riesgos cancerígenos que a medio plazo produce la artificial interrupción de un proceso tan absorbente como el embarazo.

No puede haber rechazo de la muerte sin condena del aborto; no se puede sólo buscar condenar los actos criminales, la guerra y las injusticias sociales, si antes no se legisla y se defiende al que está por nacer, evitando introducir nuevas argucias y métodos para tranquilizar las conciencias. ¿Cómo se puede pronunciar alguien contra el patíbulo, contra la pólvora, contra el crimen, contra el deterioro de la naturaleza, contra la extinción de ciertos animales, si antes se ha permitido que la vida humana sea pisoteada cuando apenas inicia? La píldora del día después "transmite la imagen de un aborto fácil y sin riesgos".







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