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Vigésimo octavo Domingo del Año - Año C

Vigésimo octavo Domingo del Año - Año C
En el Evangelio que acabo de leer Jesús se queja del desagradecimiento de los leprosos curados.


Por: P. Jorge Loring, S.I |



Lc. 17:11-19

1.- En el Evangelio que acabo de leer Jesús se queja del desagradecimiento de los leprosos curados.

2.- Es frecuente que nos olvidemos de dar gracias a Dios por los beneficios recibidos. Somos prontos para pedir y tardos para agradecer.

3.- San Ignacio pone en los EJERCICIOS ESPIRITUALES una meditación que titula CONTEMPLACIÓN PARA ALCANZAR AMOR.
Se trata de ir pensando en todos los beneficios recibidos de Dios para darle gracias por ellos.

4.- A veces las cosas nos parecen tan naturales que no se nos ocurre ageradecerlas a Dios:

5.- Darle gracias por las maravillas de la naturaleza: del aire que es gratis para todo el mundo. Del agua: ese tesoro de la naturaleza.

6.- Dar gracias a Dios por las maravillas del cuerpo humano. De tener ojos: esas maravillosas máquinas fotográficas. De tener oídos: esa maravilla de la técnica. Supongamos que fuéramos ciegos o mudos.

7.- Dar gracias Dios por la familia en la que hemos nacido.
Quizás tengamos problemas, pero si miramos para atrás veremos tragedias espantosas.

8.- Dar gracias Dios por nuestra Patria. Las hay mejores, pero también las hay mucho peores. Supongamos que hubiéramos nacido en Etiopía o en Somalia: donde tantos mueren de hambre.

9.- Pero sobre todo darle gracias por la fe. Es el mayor tesoro que podemos tener en la Tierra.

10.- Y la principal petición es en ella morir. Tener la suerte inmensa de una santa muerte.







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