Menu



Cristiano de hoy

¿Es posible la esperanza?
El cristiano es un hombre de esperanza, optimista y mirar al futuro con confianza.


Por: Máximo Alvarez Rodriguez | Fuente: Catholic.net



El cristiano debe ser un hombre de esperanza. Tenemos que ser optimistas, mirar al futuro con confianza. Pero la realidad es caótica, por mucho que intentemos maquillarla. Lo que ocurre es que está mal visto decirlo. Parece que si nos lamentamos mucho nos convertimos en llorones o en profetas de calamidades. Pero tampoco debemos cerrar los ojos por crudo que sea el panorama.

Hoy día los medios de comunicación nos ofrecen de continuamente imágenes impresionantes sobre los desastres y atrocidades que ocurren por todo el mundo. Generalmente se fijan intensamente en un punto del globo. Pero pronto se olvidan de ese foco de atención para pasar a otro. A veces podemos pensar que cuando las malas noticias sobre determinada zona dejan de salir en televisión, es porque ha desaparecido los problemas. Pero la cruda realidad sigue igual: que nadie piense que ya no hay sufrimiento en el mundo, que todo es vida y dulzura.

Por una parte corremos el riesgo de acostumbrarnos a todos estos males como quien se acostumbra a ver películas de terror. Por otra, aunque nuestra sensibilidad y buenos deseos puedan mover nuestros corazones a solidarizarnos y prestar nuestra ayuda, podemos desmoralizarnos al ver lo mal que se distribuyen nuestras ayudas. O podemos, quizá, experimentar una enorme impotencia al ver que lo poco que sirven nuestros pequeños esfuerzos ante la desastrosa actitud de tantos políticos incompetentes o corruptos.

Así, por ejemplo, nos preguntamos. ¿Por qué se hacen algunas guerras: por oscuros intereses egoístas?¿Por qué se gasta tanto en armas y tan poco en ayuda humanitaria?

Son muchas las miserias y fracasos que está viviendo la humanidad, en el siglo XXI. Hay un montón de situaciones insostenibles de injusticia y de crueldad. Ciertamente no se ve nada fácil la salida. ¿Serán los dolores de parto que decía San Pablo, esperando el nacimiento de una nueva humanidad? Parece mentira que después de dos mil años de cristianismo tengamos tan marginada la aplicación de la doctrina de Jesús. Y sin embargo Él es el único camino. No hay otro. Con razón decía alguien que el mandamiento “nuevo” de Jesús se llama así, porque está casi sin estrenar. ¡Qué distinto sería el mundo si tuviéramos presente el mensaje de amor de Jesús!

Ante el panorama tan desastroso que se está viviendo en numerosos rincones de la tierra resulta fácil comprender la importancia que tiene tomar en serio la religión cristiana. Ella nos hace posible la esperanza.



Comentarios al autor maximoalva@telefónica.net


 







Compartir en Google+




Reportar anuncio inapropiado |