Ralph Winter sabe donde mete su dinero y el tipo de película que quiere apoyar, y el resultado suele ser un reguero de taquillas reventadas: X-Men, X-2 (la segunda de los superhéroes mutantes), El Planeta de los Simios (la versión moderna) y clásicos de la serie de Star Trek (la cuarta y la sexta película en concreto). Tiene a punto de estrenar Los Cuatro Fantásticos (el 15 de julio en España) y para mayo la tercera película de los X-Men. Cristiano convencido, cree en las películas de héroes... y en la necesidad de formar guionistas y productores cristianos, cosa que hace financiando el programa Act One.

El semanario norteamericano Christianity Today ha entrevistado a Ralph Winter, "un hombre de fe conocido en Hollywood por su reputación de profesionalidad, integridad y amabilidad", escribe el entrevistador Jeffrey Overstreet.
 
Winter se muestra entusiasmado con Los Cuatro Fantásticos: "creo que es muy buena; tenemos una familia disfuncional que aprende a trabajar junta, aceptando sus nuevos poderes, pero aprendiendo a pensar y actuar como una familia y un equipo".
 
Los Cuatro Fantásticos están compuestos por un matrimonio (Reed y Susan), el hermano de ella (el joven y alocado Johnny) y el amigo del grupo, Ben Grimm, de enojo fácil. Los rayos cósmicos alteran su cuerpo y les otorgan poderes que ejercerán como un grupo de superhéroes.
 
"Spider-Man y Spider-Man 2 eran muy buenos en eso de ¿qué le está pasando a mi cuerpo?, pienso que el proceso de descubrirlo con el héroe era fascinante", señala el productor. "Ese es un tema de todo el material de la casa Marvel, desde los mutantes de X-Men a lo que sea. ¿Cómo vamos a vivir ahora que tenemos estos cambios en nuestra vida? Eso siempre es una historia interesante." Además, según Winter "nuestra cultura quiere ver héroes".

 
Literatura inspiracional superventas... al cine
Uno de los proyectos que Winter tiene entre manos es filmar alguna de las historias del libro superventas The Purpose-Driven Life ("Una vida dirigida con un propósito"), obra del pastor baptista Rick Warren formada por cuentos sapienciales con cierto tono de autoayuda bíblica, historias para inspirar una vida con sentido que está arrasando en EEUU. "Soy fan de hacer una película pequeña, obtener un par de millones de dólares, salir a probar el experimento, poner el tobillo en el agua con esto. Si funciona, bien, tenemos 39 películas que hacer o 12 principios de los que recoge el libro, o los que quieras", explica el productor.
 
Winter piensa que desde el éxito de La Pasión, de Mel Gibson, la industria de Hollywood empieza a ver que hay un mercado. Pone como ejemplo la miniserie Revelations, seis capítulos de una hora para la televisión a punto de estrenarse en EEUU, sobre una monja y un científico ateo buscando al Anticristo poco antes del fin del mundo.
 
El Eclesiastés según American Beauty
Sin embargo, Winter no piensa que una película cristiana tenga que hablar de cristianos. "Pensé que American Beauty era una gran película en su forma de hacer preguntas, el efecto multicapa. Muchos cristianos rechazaron la película sin saber qué era. Pero me encanta como se adentra en la historia. ¿Qué pasaría si mirando American Beauty ganas una mayor profundidad para entender el Libro de Eclesiastés? Las películas no son muy buenas para dar respuestas. Son magníficas para hacer preguntas. Las que hacen eso son las que perduran."
 
El productor está financiando un programa cristiano de formación de guionistas y directores de cine que trabajen en esta línea, llamado Act One.
 
"En textos y en dirección, simplemente [en Hollywood a los cristianos] nos falta material. No tenemos talentos. Se necesita tiempo para desarrollar y cultivar material y salir ahí fuera. Algunas de las películas que hemos podido hacer en Fox se deben a que tenemos algunos cristianos en la organización que impulsan estos materiales. Necesitamos cristianos en el estudio. Necesitamos más agentes cristianos ahí fuera desarrollando y encontrando material, cultivándolo, gente con integridad moderada. Necesitamos buenos ejemplos en todas las áreas del negocio. La gente de Act One, como Barbara Nicolosi está haciendo eso. Scott Derrickson ha escrito para Jerry Bruckheimer, Wim Wenders y Martin Scorsese. Ahora ha escrito y dirigido su propia obra, "El exorcismo de Emily Rose", con Laura Linney y Tom Wilkinson, y es bueno. Es uno de esos tipos que es el epítome de los directores que están saliendo. Necesitamos más como él!
 
¡La Biblia es nivel R!  
Pero, para triunfar en Hollywood y en las pantallas, ¿no hay el riesgo de venderse, de hacer películas de alto contenido en violencia, sexo, palabrotas, lo que en EEUU llaman "películas nivel R"?
 
"No leas la Biblia, también es nivel R", responde Winter. "Ese es un problema cultural. ¿Cómo separamos nuestra religión cultural de la verdadera fe en Cristo, siempre será motivo de conflicto, pienso, en política y en el arte. ¡Nadie quiere admitir que vivimos en un mundo de nivel R! Mel Gibson se arriesgó con La Pasión e hizo una película nivel R como probablemente sucedió en la realidad. Podemos preguntarnos: ¿cual es la frontera? Pero la crucifixión es una cosa fuerte. ¿Cómo cuentas una historia de mafiosos sin su lenguaje? ¿Cómo cuentas Braveheart sin ese tipo de violencia? No todos tienen que verla, pero esa es la historia."
 
"Por otra parte", continua el productor, "quizá la historia no merece ser contada. Quizá se cuentan historias que no hacen falta. No creo que tengamos que ver cada película que sale, una película se ha convertido en un producto, algo que consumimos sin pensarlo. Este es el peligro, ser absorbidos así. Pasamos a formar parte de esta cultura haciendo materiales que no tienen valor redentor. Sólo nuestros grandes narradores pueden nutrirnos."