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Basta de Hipocresías
En estos momentos en que cierta prensa aprovecha y exagera algunos penosos errores para agredirla y arremeter contra ella, es necesario recordar todo el bien que durante veinte siglos ha hecho y que actualmente hace a la humanidad


Por: Ing. Rodolfo Rodríguez B. | Fuente: Consejo Ecuatoriano de Laicos Católicos de Guayaquil



Desde hace algún tiempo, pero en estas últimas semanas con más intensidad, se ha atacado a la Iglesia Católica y se ha hecho un escándalo mundial por casos de pederastia cometidos por algunos sacerdotes. Antes de seguir, y para no caer en la hipocresía de algunas corrientes de opinión, hay que aclarar dos puntos fundamentales:

Primero; la pederastia es, en nuestra cultura occidental cristiana, un acto abominable y un abuso traumático para la víctima que lo sufre. Por lo tanto es totalmente correcto y necesario que sea castigado quien comete este delito, sea quien fuere, sacerdote o no.

Segundo; la pederastia, como se puede encontrar fácil y rápidamente en la Enciclopedia en Internet Wikipedia “Se trata de un problema universal que está presente, de una u otra manera, en todas las culturas y sociedades”, por lo tanto pensar que sólo los sacerdotes cometen este delito es, más que una ingenuidad, un error muy grave.

Vistos estos dos puntos estoy seguro que estaremos de acuerdo en decir que se debe reprimir y castigar al pederasta y, más importante que eso, dar tratamiento y ayuda a la víctima de este abuso. Pero hay que ser sensatos y honestos, hay que ayudar a todas las víctimas de este crimen. ¿Acaso que aquel que fue ultrajado por su padrastro o su tío es menos víctima que el que fue abusado por un cura?, ¿realmente se quiere ayudar a las víctimas de pederastia publicando, en todos los medios, los detalles de cómo tal o cual sacerdote abusó de él?, dejémonos de hipocresías, si realmente se quiere ayudar a las víctimas de abusos hay que velar por todas las víctimas. Por ejemplo en Austria se registraron 17 casos de abusos por parte de sacerdotes o religiosos, pero durante el mismo tiempo se presentaron otros 510 casos similares cometidos por personas ajenas a la Iglesia. (Fuente: EFE. 09.03.2010)

La intención de este texto no es absolver a los sacerdotes, religiosos y religiosas que han abusado sexualmente de menores de edad, nada más alejado a mi intención. Se los debe investigar, primero, y castigar como la ley mande, si fueren culpables. El mismo Papa lo ha dicho haciendo suyas las palabras de Jesús “los que escandalizan a los pequeños merecen que les cuelguen una piedra de molino al cuello y los tiren al mar”.

Lo que debe quedar claro es que, por el mal proceder de algunos malos miembros de la institución, o por equivocaciones o negligencias cometidas por algunas autoridades, no se debe caer en el simplismo de pensar que es la Iglesia la que está promoviendo la pedofilia o que es la Iglesia la que esconde y protege a los abusadores de niños.

Ninguna institución hace y ha hecho tanto por los niños y por los más necesitados en el mundo, para muestra un botón: el 26.7% de los centros de atención a enfermos de SIDA en el mundo son católicos, sólo en España la Iglesia sostiene 107 hospitales donde han acogido 387.356 enfermos y 128 hospitales ambulatorios que atendieron a 849.728 personas. En la India, siendo los católicos alrededor del 2%, son responsables del 20% de la educación primaria del país, del 10% del cuidado médico en las comunidades rurales, dirigen el 25% de los orfanatos y hogares para viudas, el 30% de las casas para personas con discapacidad mental y física, para leprosos y enfermos de SIDA. La mayoría de los beneficiados no son cristianos. En China, un solo sacerdote jesuita que ha dedicado su vida a cuidar a los leprosos, ha fundado 145 casas de ayuda para estos enfermos. (Fuentes: Unrealbug.com y The Window, Morley Institute for Church & Culture)

La Iglesia no requiere publicidad, en parte porque sus obras hablan por ella y en parte porque es fiel al espíritu evangélico de humildad “que tu mano derecha no sepa lo que hace tu mano izquierda”. Pero en estos momentos en que cierta prensa aprovecha y exagera algunos penosos errores para agredirla y arremeter contra ella, es necesario recordar todo el bien que durante veinte siglos ha hecho y que actualmente hace a la humanidad.

Ing. Rodolfo Rodríguez B.
Presidente
Consejo Ecuatoriano de Laicos Católicos de Guayaquil
CELCA - Guayaquil







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