Religiones antiguas: los celtas
Por: Cristi Cendoya | Fuente: Catholic.net
Antecedentes
Los celtas, fueron un pueblo de origen indoeuropeo, forman parte de la prehistoria europea. Ocupaban una región de Europa central, después se extienden a diversas partes: Francia, España, Gran Bretaña, Irlanda, Asia Menor, etc.
Los druidas
Los “druidas” ocuparon un lugar muy importante en la vida religiosa de los celtas. Aunque en ciertos lugares tenían características algo diferentes para el pueblo eran sabios que conocían todas las cosas, especialistas en lo que tocaba a la religión y al culto, eran los que interpretaban las tradiciones populares y eran los adivinos, enseñando la doctrina de la transmigración de las almas. Constituían un cuerpo consistente, con un jefe supremo, el arquidruida, reuniéndose anualmente. Había tres tipos de druidas: profetas, poetas y sacerdotes, los cuales eran asistidos por mujeres profetas, pero que no tenían los poderes, ni los privilegios de los druidas.
Creencias
Sus dioses gobiernan las fuerzas de la naturaleza y con el fin de que los favorecieran les rendían culto. Cada tribu, cada grupo tenía sus propios dioses y sus propias costumbres, se puede decir que eran individualistas. Los autores de la época nos dejan ver que existía un cierto parecido entre las divinidades celtas y las romanas. La más importante parece ser fue el equivalente de Mercurio, también existieron dioses que equivalían a Apolo, Marte, Júpiter y Minerva. Aunque existieron dioses propios de los celtas. Sus dioses tenían la forma de animales: con tres cabezas, toro con tres cuernos, osos, jabalíes, caballos, pájaros.
El dios de la vegetación, era un dios doméstico y era adorado por todos los pueblos que se dedicaban a la agricultura. Una divinidad femenina con el cuerno de la abundancia, además de otras madres protectoras de los hogares y un culto especial, dioses protectores del suelo: del agua, las piedras, las montañas, las planta. El culto a las fuentes estaba muy extendido. Las piedras que servían como señales para marcar el camino tenían un especial veneración.
Creían en la inmortalidad de las almas porque al morir una persona el alma se introducía en el cuerpo de un niño recién nacido.
El culto era muy sencillo. Troncos de árboles y piedras que simbolizaban a los dioses. Algunos autores mencionan sacrificios humanos. Los criminales eran ofrecidos para calmar la ira de los dioses. Era común la práctica de la adivinación. El culto a los muertos ocupaba un puesto importante dentro de la religión, lo que hace ver que creían en la vida de ultratumba. Su visión del cielo no tenía relación con el premio o el castigo, más bien, era un lugar, probablemente una isla hacia el occidente, para los dioses y algunos hombres privilegiados.
Según los arqueólogos, probablemente los druidas utilizaron monumentos de piedras como altares y templos, llamados dólmenes, aún se pueden encontrar estos monumentos en los lugares donde esta religión existió. Se supone que uno de ellos es Stonehenge en Inglaterra.
Esta religión desapareció después de la invasión romana y la conversión al cristianismo de muchos de sus seguidores.