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Día de la Infancia Misionera
La Infancia Misionera es una obra educativa cristiana fundada en 1843, con la finalidad de aprovechar la fuerza misionera de la niñez. 31 de enero de 2010


Por: Tere Fernández | Fuente: Catholic.net



¡Jesucristo, amigo, que te conozca todo el mundo!

El 31 de enero de 2010 celebramos el día de la Infancia Misionera.

Esta Obra presta un servicio para la animación misionera de los niños y de sus educadores, con el fin de moverlos a compartir la fe y los medios materiales con los niños de las regiones y de las Iglesias más necesitadas del mundo entero.

Cualquier esfuerzo por evangelizar el mundo en que vivimos es signo del amor divino.

Obra Pontificia de la Infancia Misionera

Compartimos con alegría la realidad maravillosa de la Obra Pontificia de la Infancia Misionera o Santa Infancia, para conocerla y aprovecharla mejor en nuestras propias comunidades.

A través de Obispos, misioneros, animadores y niños, Dios está ayudando a los niños a realizar maravillas evangelizadoras en su familia, con los demás niños y por la evangelización universal. Constatamos, además, con inmensa gratitud que esta Obra está constituyendo para los niños un camino especial para su maduración cristiana y misionera.

Cada parroquia, cada Diócesis y la Iglesia universal pueden sentir como propia esta Obra de la Infancia Misionera.

LA INFANCIA MISIONERA O SANTA INFANCIA

La Infancia Misionera o Santa Infancia, ha celebrado sus 150 años en 1993. Hoy son millones de "pequeños misioneros" distribuidos en parroquias, escuelas y movimientos de los cinco continentes.

En concreto, la Obra Pontificia de la Infancia Misionera se propone:

Ayudar a los educadores a despertar progresivamente en los niños una conciencia misionera universal.

Ayudar a los niños a desarrollar su protagonismo misionero.

Mover a los niños a compartir la fe y los medios materiales, especialmente, con los niños de las regiones y de las Iglesias más necesitadas.

Promover las vocaciones misioneras.

Integrarse en la pastoral de conjunto de la educación cristiana, a la que aportará su proyección misionera.

Para realizar sus objetivos, la Infancia Misionera está prestando dos servicios a los niños: el primero y principal, la educación misionera; el segundo, la cooperación misionera a los niños más necesitados y a las misiones del mundo entero.

Así, la Obra Pontificia de la Infancia Misionera o Santa Infancia, que es Obra de la Iglesia universal y de las Iglesias locales, está animando y formando misioneramente a los niños (hasta los 14 años de edad, inclusive) y a sus educadores para que vivan en comunión eclesial misionera y para que realicen su misión local y su cooperación misionera a la evangelización universal, especialmente de los niños.

Los niños y niñas de la Infancia Misionera, acompañados por sus animadores, se proponen ser misioneros en su comunidad y ayudar a los niños del mundo entero. Son amigos de Jesús y hacen amigos para Jesús.

Los educadores, padres de familia, catequistas jóvenes, religiosas y sacerdotes, pueden participar en esta Obra como animadores de la Infancia Misionera. Los animadores ayudan y orientan a los niños, dejando que ellos asuman las responsabilidades que les corresponden y acompañándolos para que realicen todo lo que ellos mismos deben realizar.

La Iglesia universal pide a todas las Instituciones y Movimientos eclesiales colaborar con la Infancia Misionera en su vida y servicio a los niños del mundo entero.

Un poco de historia

La Infancia Misionera es una obra educativa cristiana fundada en 1843, por Monseñor Forbin Janson, con la finalidad de aprovechar la fuerza misionera de la niñez, logrando que los niños se identifiquen con Jesús, lo amen, lo quieran seguir y lo tengan como modelo en su vida.

Demuestran su amor a Jesús a través de la oración, rezan por los niños que no conocen a Jesús y por los misioneros; ahorran y hacen colectas para poder ayudar en las necesidades de los pobres; participan en misiones en la que enseñan a otros niños lo que ellos ya conocen de Jesús; viven con sencillez y alegría sin estar apegados a los bienes materiales; aprenden a ser menos egoístas y capaces de hacer sacrificio.

Infancia misionera empezó a crecer por Francia, otros países de Europa y América. Se extendió a África, Asia y Oceanía.

En 1950 el Papa Pío XII instituyó para toda la Iglesia la Jornada mundial de la Infancia Misionera, el día 28 de enero para que este día todos nos unamos en la oración por esta causa y meditemos en la importancia de las misiones y de la infancia. Se lleva la palabra de Dios a los que todavía no la conocen.

Actualmente, la Infancia Misionera está plenamente organizada en 158 países de los cinco continentes. En ellos, los niños y adolescentes cristianos de todos estos países, hablan, piensan, rezan, se sacrifican y trabajan por otros niños necesitados de ayuda material, humana o espiritual.

Si quieres ser un niño misionero

Has de tener los ojos abiertos para descubrir y conocer a los niños de otros países, razas y culturas y los pobres que viven en colonias o pueblos.

Es necesario que acojas en tu corazón a todos los niños del mundo y que, sintiéndote su hermano, te vuelvas con ellos hacia Dios. Reza.

Es necesario que extiendas tus manos hacia los amigos, los de cerca y los de lejos, para recibir y para dar. Comparte.
Has de tener los pies ligeros para no pensar sólo en ti y extender el mensaje de Jesús.

¿Cómo formar equipos de infancia misionera?

El niño misionero
Ve la televisión de otro modo. Cuando salen niños de África, América, etc, sabe que son hermanos suyos, y pide a Dios por ellos.

Cuando reza, reza de otra forma, y no tanto por él como por los otros, porque sabe que los niños de las misiones tienen muchos más problemas y muchas más necesidades que él.
Estudia de modo muy distinto. Para él la geografía, por ejemplo, no son sólo mapas, sino los países de hermanos suyos, a los que quiere con toda su alma.

Trata a sus compañeros y a sus vecinos mejor que nadie, porque sabe que las misiones no son sólo los países lejanos, sino que empiezan ya en lo que uno tiene más alrededor.

Algunas personas te podrán decir que hacer misiónes debe ser liberar al ser humano de su opresión social y política. Que este es el propósito del Evangelio y la misión de la Iglesia. Recuerda que la misión de la Iglesia es liberar al hombre sí, pero sobre todo del pecado, que es la peor esclavitud. La iglesia busca también la salvación de las almas, la glorificación de Dios y la edificación del Reino de Jesucristo en la sociedad . Hacer misiones es llevar a Cristo a los demás.

Oración

María y Jesús les pido por todos los niños misioneros del mundo, para que hagan bien todo lo que la Iglesia necesita de ellos.

Otra organización similar es el Club Net
Red de amigos de Jesús








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Escuela de animadores misioneros



 







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