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“Siento mi fe católica muy cercana”
Asegura Lewis Hamilton, líder de la Fórmula 1. El corredor británico se suma a la lista de figuras del deporte, la cultura y el espectáculo que reconocen públicamente su fe


Fuente: ForumLibertas.com



Las ideas tienen consecuencias
Richard M. Weaver

Al volante de su McLaren-Mercedes...
... y muy bien acompañado
La fuerza de Dios´ acompaña al boxeador dominicano Félix Díaz, medalla de oro en Pekín
La medallista provida Tasha Danvers-Smith, bronce en 400 metros vallas en los mismos juegos

No es la primera vez que destacamos la figura de algún gran deportista y de estrellas del mundo de la cultura, el espectáculo o el entretenimiento que se declaran creyentes. El corredor de Fórmula 1 Lewis Hamilton se suma a esa lista y asegura que es piloto porque Dios así lo ha querido.

“Siempre he sido religioso y soy católico”, afirmó recientemente en Alemania ante unos invitados de McLaren, la escudería para la que corre, según información publicada por El País Semanal el pasado 24 de agosto.

“Cuando era muy pequeño, íbamos cada semana a la iglesia. Pero cuando empecé a competir no podía, porque tenía carreras. No sólo mi familia inmediata, también mis tías, mis primos, todos somos muy religiosos. Y siento mi fe como algo muy cercano, especialmente estos últimos dos años. Por eso hablo de ella tan libremente”, aclara en esa publicación.

Así, Hamilton no tiene reparo alguno en reconocer su condición cristiana, al igual que antes lo hicieron otros personajes públicos como el también corredor de fórmula 1 Robert Kubica, los futbolistas Kaká y Franz Beckenbauer, los cantantes Lenny Kravitz y Bono (U2), o la supermodelo Adriana Lima.

La familia y “mantener los valores”

A sus 23 años, el actual líder del Gran Premio de Fórmula 1 tiene claros sus orígenes y los peligros de la fama: “Hay que ser muy fuerte para soportar todo lo que comporta el acoso de los medios de comunicación y no permitir que ni eso, ni el dinero y la fama acaben cambiando tu vida”, asegura.

“Lo más importante es mantener los valores y las creencias. Si no, todo eso resultaría insoportable. Creo que mi familia me educó bien y, por tanto, no veo ninguna razón para cambiar. Intento mantener las cosas de mi vida igual que siempre”, dice con convicción.

Hamilton dice que residir en Suiza le permite aislarse de cualquier crítica y añade que permanece muy unido a su familia, que le ayuda profesionalmente. Su padre es al mismo tiempo su representante. Su madrastra se ocupa de gestionarle los billetes de avión y toda la logística indispensable para un piloto de F-1.

“Mi familia tiene un papel crucial en mi vida y siempre lo ha tenido. No podría pasar ni un día sin ellos. Son mi equipo de apoyo, me ayudan, me cuidan y me liberan de parte del estrés que produce ser piloto de F-1”, asegura.

La relación con su padre es intensa y fue él mismo quien se encargó de negociar la ampliación del contrato de su hijo con McLaren y el acuerdo con Reebok.

Al mismo tiempo, su hermano Nicholas, que nació con una parálisis cerebral que le dejó algunas secuelas físicas, sigue siendo su principal fuente de inspiración.

“Es una de las mejores personas que conozco y creo que todos en la F-1 reconocen que es un personaje increíble. Es maravilloso. Muy maduro a sus 16 años. Y me enseña muchas cosas, aunque soy su hermano mayor y se supone que él debería aprender de mí”, asegura.

La fuerza de Dios

Por otra parte, dos deportistas más, en este caso medallistas en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, han mostrado públicamente su condición de creyentes o defensores de la vida.

El boxeador dominicano Féliz Manuel Díaz Guzmán, medalla de oro en la categoría de Welter ligero (64 Kgs.) al vencer al tailandés Manus Boonjumnong, afirma que la fuerza de Dios le dio la fortaleza necesaria para alcanzar el éxito.

“Cuando uno pone a Dios delante de todo, Dios hace lo demás, y lo ha demostrado porque nosotros, que somos de aquí de un país pequeño, y ganarle a potencias mundiales, sólo la fuerza divina de Dios puede lograrlo”, aseguró.

Según informa NoticiaCristiana.com, este boxeador, de 24 años de edad, mostró su interés de ayudar económicamente a su madre y familiares y se definió como un creyente de Dios al mencionar también la cita bíblica que dice “venid a mi todo el que esté cansado y yo lo haré descansar”.

Félix Díaz sostiene que la pobreza no es obstáculo para alcanzar el éxito, aunque jamás imaginó que de ser un muchacho de fácil enfado y peleador en la calle se convertiría en un boxeador cotizado; y que además de recibir medalla de oro y siete millones de pesos, colocaría a la República Dominicana en el lugar 47 de los países triunfadores en los juegos de China.

Primero el bebé, luego la medalla

En el segundo caso, la atleta británica Tasha Danvers-Smith ostentaba en el año 2004 su mejor marca en los 400 metros vallas y era una de las principales candidatas a llevarse medalla en las Olimpiadas de Atenas.

Sin embargo, tras quedar embarazada y a pesar de que su entorno esperaba que abortara para poder competir, ella optó por la vida de su bebé, a quien dedicó la medalla de bronce que ganó hace unos días en Pekín, informa Aciprensa.

Tasha sacrificó un tiempo de gloria en Atenas por el pequeño Jaden, quien asegura fue su inspiración para lograr un sitio en el podio de ganadores de las olimpiadas celebradas en China.

Según relata LifeSiteNews.com, tras descubrir que estaba embarazada en el año 2004, Tasha decidió junto a su esposo y entrenador, Darrell, continuar con el embarazo en lugar de competir en los juegos olímpicos de Atenas.

En ese momento, sus compañeros deportivos le pidieron que abortara al bebé por considerarla una opción segura para lograr la medalla de oro. La prensa también fue muy dura con ella porque decidió dar prioridad a la vida de su hijo.

Varias organizaciones de defensa de la vida se conmovieron entonces con el gesto de Danvers-Smith y la apoyaron sin reservas. La entidad Life Issues Institute (LII) le concedió el galardón ‘Hero At Heart’ (Héroe de Corazón), concedido a aquellos individuos que “demuestran un sorprendente valor o compasión a favor de la vida humana inocente”.

El director ejecutivo de LII, Bradley Mattes, consideró la medalla de bronce obtenida por Tasha como una “victoria enorme” de las mujeres y una prueba de que sus detractores estaban equivocados.

“Tasha ha demostrado a las mujeres de todo el mundo que no tienen que sacrificar a sus hijos no nacidos para conseguir sus sueños. Su hijo de tres años, Jaden, fue su inspiración para lograr sus metas olímpicas”, indicó Mattes.

“Tasha hizo una opción clara por la vida, aunque significara dejar de lado temporalmente sus sueños de una medalla olímpica. Ahora es un miembro del exclusivo club de campeones olímpicos y tiene un hijo hermoso. No podría estar más feliz por ella”, agregó.







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