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Rogemos al Dueño de la miés
Aprende a Orar /Evangelio Ciclo A, B y C

Por: Alexis Montiel, LC | Fuente: somosrc.mx

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, el mundo necesita de ti, manda más obreros a tu mies; y si me pides algo, dame la generosidad para decirte que sí.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 10, 1-9

En aquel tiempo, Jesús designo a otros setenta y dos discípulos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir, y les dijo: «La cosecha es mucha y los trabajadores pocos. Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos. Pónganse en camino; yo los envío como corderos en medio de lobos. No lleven ni dinero, ni morral, ni sandalias y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa, digan: ‘Que la paz sea reine en esta casa’. Y si allí hay gente amante de la paz, el deseo de paz de ustedes se cumplirá; si no, no se cumplirá. Quédense en esa casa. Coman y beban de lo que tengan, porque el trabajador tiene derecho a su salario. No anden de casa en casa. En cualquier ciudad donde entren y los reciban, coman lo que les den. Curen a los enfermos que halla y díganles: ‘Ya se acerca a ustedes el Reino de Dios’».

Palabra del Señor.


Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

En el Antiguo Testamento se ven escenas en las que el Señor se enoja porque pensamos en números. Sí, como se oye, pensamos en número de seminaristas, sacerdotes, religiosas… y nos olvidamos muchas veces que es el Señor quien hace la obra en nosotros. Se ven los portentos que hace con un pueblo muy religioso, pero muy pequeño y cómo lo castiga cuando busca basar sus acciones en su propia fuerza.

Hoy Cristo nos invita a no cesar, a no darnos por vencidos en la batalla contra el mal, nos invita a seguir pidiendo; es más, nos invita a rogar por nuevos pastores, por gente que realmente esté dispuesta a dar su vida por los demás, por esas almas que buscan la santificación de este mundo, a pesar de lo que sea.

Hoy nos invita el Señor a que, como san Lucas, vayamos a predicar que el reino de Dios está cerca, y a acompañar e invitar a todos aquellos que se quieran hacer partícipes de la misión, sin miedo.

Hoy hay que preguntarnos de qué manera ese anuncio corresponde a cada uno de nosotros, y también pedir por todos los que ya dieron su sí, para que el Señor les siga dando fuerza en el camino.

«Agradezcamos al Señor porque Él continúa suscitando en la Iglesia historias de amor por Jesucristo, para alabar su gloria y servir a sus hermanos. Hoy, en particular, agradecemos a los nuevos sacerdotes a quienes ordené hace poco en la Basílica de San Pedro y le pedimos al Señor que envíe muchos buenos obreros para trabajar en su viña, y que multiplique las vocaciones a la vida consagrada y al matrimonio cristiano».
(S.S. Francisco, después del Regina coeli del 22 de abril de 2018).


Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Dedicaré un momento de oración profundo para ver qué es lo que Dios me pide hacer.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.