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Novena a San Rafael Guizar y Valencia
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Por: Redacción | Fuente: RafaelGuizar.org

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS.

¡Oh, Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo!, humildemente postrado en tu presencia, te doy gracias por los favores concedidos a tu gran Siervo San Rafael Guízar y Valencia, especialmente con las virtudes con que lo adornaste en esta vida y por la gloria que le diste en el Cielo. Ya que tanto lo glorificaste ante los hombres, concédeme por sus méritos, unidos a los de Jesucristo Nuestro Redentor y a los de la Santísima Virgen, la gracia que te pido...Y tú, San Mons. Rafael Guízar y Valencia, mi poderoso abogado, modelo de caridad, intercede por mí. Póstrate ante el Trono de la Divina Misericordia y no te retires de allí hasta que me hayas alcanzado esta gracia. Todo lo pongo en tus manos. Haz que no termine esta novena sin experimentar de algún modo los efectos de tú intercesión. Así sea.

PRIMER DIA.

¡Glorioso San Rafael Guízar y Valencia!, que desde niño oíste la voz de Dios que te llamaba a la más alta santidad, compadécete de mi alma que vive en medio de los peligros de este mundo, concédeme que creyendo fielmente, pueda a ejemplo tuyo amar la Sagrada Eucaristía y tener una gran devoción a la Santísima Virgen, para que así, pueda vivir como verdadero cristiano y alcanzar la felicidad eterna.

¡Oh, querido Monseñor Guízar y Valencia! Tú, que tanto amaste a los niños, a los enfermos, y a los pobres, concédeme la gracia que hoy te pido. Así sea.

(Un Padre Nuestro y tres Avemaría).

V: Monseñor Guízar y Valencia, ruega por nosotros. R: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

¡Oh Dios!, que has llenado de tu santo amor al Bienaventurado Obispo Rafael Guízar, para hacerlo imagen viva de tu Hijo Jesucristo, concédeme que siguiendo sus ejemplos, sea transformado en ese Divino Modelo. Por Cristo Nuestro Señor, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

SEGUNDO DÍA.

¡Glorioso San Rafael Guízar!, que siempre fuiste tan desprendido, ya que desde tu infancia no te importaron las cosas de la tierra, haz que ponga mi confianza sólo en Cristo, mi único tesoro, ya que El es el que me puede hacer feliz en esta vida y en la eternidad.

¡Oh, querido Monseñor Guízar y Valencia! Tú, que tanto amaste a los niños, a los enfermos y a los pobres, concédeme la gracia que hoy te pido. Así sea.

(Un Padre Nuestro y tres Avemaría)

V: Monseñor Guízar y Valencia, ruega por nosotros. R: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Padre todopoderoso, que concediste a tu Santo Obispo Rafael la gracia de ser desprendido con los necesitados, concédeme a imitación de tu Siervo San Rafael, amarte sobre todas las cosas. Por Cristo Nuestro Señor, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

TERCER DÍA.

¡Glorioso San Rafael Guízar!, que despreciando todo lo terreno consagraste tu vida al servicio de Dios y del prójimo, promoviendo la gloria del Señor en tu humilde condición siempre pronto para socorrer al necesitado y consolar al triste, alcánzame la gracia de que amando a Dios, mi único bien y al prójimo, merezca por su amor vivir unido a El en la gloria.

¡Oh, querido Monseñor Guízar y Valencia! Tú, que tanto amaste a los niños, a los enfermos y a los pobres, concédeme la gracia que hoy te pido. Así sea.

(Un Padre Nuestro y tres Avemaría)

V: Monseñor Guízar y Valencia, ruega por nosotros. R: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Señor y Dios mío, tú, que fuiste el gran modelo de nuestro Santo Obispo Rafael Guízar, concédeme por su intercesión alcanzar las virtudes cristianas, que más adornaron su alma, a saber: la caridad, la pureza, la humildad, la pobreza y el espíritu de sacrificio. Por Cristo Nuestro Señor, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

CUARTO DÍA.

¡Oh, glorioso San Rafael Guízar!, que alcanzando la santidad, por la salvación de las almas recibiste de Nuestro Señor Jesucristo y de su Inmaculada Madre, dulces pruebas del más tierno amor, concédeme la gracia de esforzarme cada día más y más en el combate de la vida y así obtener la corona prometida al que persevera.

¡Oh, querido Monseñor Guízar y Valencia! Tú, que tanto amaste a los niños, a los pobres y a los enfermos, concédeme la gracia que hoy te pido. Así sea.

(Un Padre nuestro y tres Avemaría)

V: Monseñor Guízar y Valencia, ruega por nosotros. R: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Escucha Señor y Padre amantísimo, desde lo alto de tu Cielo, las súplicas que te hago invocando la intercesión de tu Santo Obispo Guízar y Valencia, para que con su ayuda sea coronado con la santidad que proviene de Ti. Por Cristo Nuestro Señor, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

QUINTO DÍA.

¡Oh, glorioso San Rafael Guízar!, modelo de obediencia que durante tu vida, heroicamente sometiste tu juicio al de aquellos que para Ti representaban a Cristo, santificando así tus mas humildes acciones; alcánzame del Señor, alegre sumisión a su santa voluntad y una perfecta obediencia, para asemejarme así a Jesús, mi modelo, que fue obediente hasta la Cruz.

¡Oh, querido Monseñor Guízar y Valencia! Tú, que tanto amaste a los niños, a los enfermos y a los pobres, concédeme la gracia que hoy te pido. Así sea.

(Un Padre Nuestro y tres Avemaría)

V: Monseñor Guízar y Valencia, ruega por nosotros. R: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

¡Oh, Soberano y Eterno Dios, Trino y Uno!, en quien nuestro santo Obispo Guízar y Valencia, conoció esa gran unidad que le hizo obedecer siempre a quien fuera representante tuyo aquí en la tierra, concédeme aún con mis debilidades vivir la unidad y de obedecer a ejemplo de Monseñor a quienes representan tu autoridad. Por Cristo Nuestro Señor, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

SEXTO DÍA.

¡Oh, glorioso San Rafael Guízar!, verdadero amante de la Sagrada Eucaristía, que pasabas ante el sagrario largas horas postrado saboreando de antemano las delicias de la vida eterna, dame un espíritu de oración y un gran amor al Santísimo Sacramento, para que recibiendo con frecuencia el Cuerpo y la Sangre de Cristo, crezca cada día en su amor y merezca la gracia de amarle eternamente.

¡Oh, querido Monseñor Guízar y Valencia! Tú que tanto amaste a los niños, a los enfermos y a los pobres, concédeme la gracia que hoy te pido. Así sea. (Un Padre Nuestro y tres Avemaría)

V: Monseñor Guízar y Valencia ruega por nosotros. R: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

¡Oh, Dios!, concédeme la gracia para que a imitación de Monseñor Guízar, tu santo Obispo, ame cada día más la Sagrada Eucaristía y así, alimentado con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, pueda tener el espíritu de oración que tuvo el santo Obispo Rafael Guízar y Valencia. Por Cristo Nuestro Señor, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

SÉPTIMO DIA.

¡Oh, glorioso San Rafael Guízar!, heroico pacientísimo en el sufrimiento, que gozabas en los dolores de la enfermedad y sufrías con alegría las calumnias y los desprecios, concédeme la Cruz que ha de enriquecerme con los bienes celestiales.

¡Oh, querido Monseñor Guízar y Valencia! Tú, que tanto amaste a los niños, a los enfermos y a los pobres concédeme la gracia que hoy te pido. Así sea.

(Un Padre Nuestro y tres Avemaría)

V: Monseñor Guízar y Valencia, ruega por nosotros. R: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Señor, Dios y Padre Nuestro, que siempre fortaleciste a tu santo Obispo Rafael Guízar en los dolores, en los sufrimientos y en las enfermedades, concédeme por su intercesión, gozar de gran salud de cuerpo y alma, para seguir alabándote en esta vida y en la eterna. Por Cristo Nuestro Señor, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

OCTAVO DIA.

¡Oh, glorioso San Rafael Guízar!, que siempre fuiste fiel imitador de Jesús Nuestro Redentor, al no poner tu corazón en las cosas materiales, concédeme la gracia, para que a ejemplo tuyo pueda ser desprendido y fiel imitador de tu Divino Modelo.

¡Oh, querido Monseñor Guízar y Valencia! Tú, que tanto amaste a los niños, a los enfermos y a los pobres, concédeme la gracia que hoy te pido. Así sea.

(Un Padre Nuestro y tres Avemaría)

V: Monseñor Guízar y Valencia, ruega por nosotros. R: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

¡Oh, Dios! que haz coronado con tu santidad a tu Obispo Rafael Guízar, por ser fiel imitador tuyo, concédeme por su valiosa intercesión, alcanzar esa santidad que proviene de Ti, único Dios verdadero. Por Cristo Nuestro Señor, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

NOVENO DIA.

¡Oh, glorioso San Rafael Guízar!, que recibiste los consuelos de la Santísima Virgen María, por tu gran devoción hacia ella, concédeme la gracia de amarle y servirle con alegría, para que sea mi consuelo en este valle de lagrimas.

¡Oh, querido Monseñor Guízar y Valencia! Tú, que tanto amaste a los niños, a los enfermos y a los pobres, concédeme la gracia que hoy te pido. Así sea.

(Un Padre Nuestro y tres Avemaría)

V: Monseñor Guízar y Valencia, ruega por nosotros. R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

¡Oh, Dios!, concédeme la gracia de amar y respetar con gran devoción a la Santísima Virgen María, Madre de tu Hijo y Madre nuestra, a ejemplo de tu santo Obispo Guízar y Valencia. Por Cristo Nuestro Señor, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.