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Enojarse / Perdonar
Escritores Actuales / Abdala Alberto

Por: Dr. Alberto Abdala |

Es lo que a veces se confunde. Los hijos se pueden enojar entre ellos. Los esposos se pueden enojar entre ellos. Pero los padres con los hijos NO SE PUEDEN ENOJAR. LOS PUEDEN PERDONAR.

Los padres de hoy que tienen que "perdonar" a los hijos piensen que cuando esos hijos sean padres tendrán la misma obligación de PERDONAR.

¿Papá, (mamá) estás enojado conmigo? No hijo te estoy perdonando.

Otra persona requiere el mismo nivel jerárquico, en todo, para merecer el enojo. Solo los hijos ya maduros, experimentados, responsables con nivel semejante al de los padres pueden ACCEDER AL ENOJO que significa una forma de consideración, respeto, tener en cuenta. Tampoco los hijos son merecedores de la INDIFERENCIA de los padres, que es peor.

Hay profesionales que no pueden "enojarse" en su función, como ser: juez con los que tiene que juzgar, maestra con los alumnos, sacerdote con los fieles, médico con los pacientes; madre y padre con los hijos, etc. Aquí, en estas circunstancias, el enojarse hace NO imparcial el resultado; aquí corresponde la justicia o el perdón.

El enojo significa el mismo nivel, de modo que se debe saber, a quién se le otorga ese "privilegio" de colocarlo en el mismo plano.

En la familia solo cabe hacia los hijos el PERDÓN y recordar que ellos también serán padres y heredarán esa situación.

Esto es lógico y fácil de comprender: el Señor no se enoja con nosotros, nos perdona. El no puede enojarse con nadie porque nadie está en su nivel.

Cuantos enojos no existirían si todos en matrimonio y familia pensaran así.

Claro que esto es un concepto muy general que depende de muchas condiciones de padres e hijos.