Cultivo de la Vocación Sacerdotal
Por: P. Mariano Huidobro | Fuente: www.seminariotlalnepantla.org
La primer etapa en la formación de un futuro sacerdote se llama "Cultivo de la Formación Sacerdotal". ¿Te gustaría saber qué es esta etapa?
Dimensión Humana
Existen en nuestro Seminario dimensiones de formación en las cuales nos preocupamos porque cada miembro de nuestra institución las realice y las lleve a cabo, de manera que pueda responder en un futuro a su opción vocacional.
Objetivo
La dimensión humana tiene como objetivo prioritario que el alumno desarrolle todo su potencial en los aspectos físico, psicológico, afectivo-sexual, social y cultural; las actividades que se proporcionan para esta dimensión son por ejemplo el promover actividades deportivas que permitan llevar una vida sana; asimismo, se facilitan elementos para que desarrollen su capacidad creativa, realizando acciones culturales como: canto, poesía, teatro etc. Con todo esto se busca la integración personal y grupal, así como un ambiente adecuado para la convivencia en toda la comunidad.
Dimensión Intelectual
El estudio es una actividad fundamental y prioritaria que tiene como cometido suministrar lo necesario para que el alumno ejercite y desarrolle su capacidad intelectual al máximo adquiriendo nuevos conocimientos, manejando más datos y herramientas que lo capaciten para responder al hombre de hoy; el objetivo de esta dimensión gira en torno a impulsar las facultades intelectivas y la formación académica a nivel medio superior, para que los jóvenes adquieran un juicio crítico y puedan continuar su formación en el Seminario Mayor o en otras instituciones, siempre a la par de los jóvenes de su edad.
Dimensión Vocacional
La dimensión vocacional tiene como objetivo que el alumno, conociendo las diversas vocaciones en la Iglesia, discierna el llamado de Dios, y se disponga para optar de manera libre y voluntaria por la vocación sacerdotal o por otros caminos de realización cristiana, respondiendo siempre a la llamada divina.
Dimensión Espiritual
Todas las dimensiones de la formación son importantes y se complementan unas a otras. La dimensión espiritual es el centro y el eje de ellas, y tiene como fin, que el alumno logre una experiencia de fe, cimentada en la madurez de su persona y en la conversión a Jesucristo, para que haga una opción vocacional en orden a encontrar su lugar en la Iglesia. No se puede entender el Seminario sin una fuerte experiencia de Dios que su cultiva día a día en los momentos de oración, contemplación y encuentro con la realidad de hoy.
Vocación es... (Boletín semanal)