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El desafío de pensar sobre el hombre
El desafío de pensar sobre el hombre
Parece que en nuestro tiempo hablar de la fe en la vida pública no resulta la opción más pacífica
Fuente: anàlisis digital
Fuente: anàlisis digital
La sospecha sistemática que se crea si alguien hace una referencia a la Iglesia o a la religión como base del comportamiento social es una práctica común de nuestros días. Hay quienes incluso, para deslegitimar un ejercicio de la razón que acepte la operativa dimensión trascendente de la persona, repiten que la fe no legisla.
Esta mañana se ha inaugurado en Madrid el octavo Congreso Católicos y Vida Pública organizado por la Asociación Católica de Propagandistas y por la Fundación san Pablo-CEU. Esta iniciativa está siendo capaz de congregar a un no desdeñable número de católicos que sienten la responsabilidad de ofrecer una respuesta válida a las preguntas sobre el hombre, sobre Dios y sobre la propuesta cristiana. No hay mejor antídoto contra la tentación de recluir el compromiso cristiano en las sacristías que acabar con el complejo de que la concepción cristiana del hombre es anticuada o que no tiene viabilidad en el presente histórico. Pensar sobre lo que le está pasando al hombre, sobre los fundamentos de la dignidad humana es el primer desafío de ser hombre. Lo que nos estamos jugando en España y en el mundo occidental es el ser del hombre, el futuro de la humanidad, de la especie, la definición de lo humano y de la razón. Lo cristiano se ocupa y preocupa no sólo por la fe sino también por la razón. Ésa es nuestra principal apuesta de presencia pública.
Esta mañana se ha inaugurado en Madrid el octavo Congreso Católicos y Vida Pública organizado por la Asociación Católica de Propagandistas y por la Fundación san Pablo-CEU. Esta iniciativa está siendo capaz de congregar a un no desdeñable número de católicos que sienten la responsabilidad de ofrecer una respuesta válida a las preguntas sobre el hombre, sobre Dios y sobre la propuesta cristiana. No hay mejor antídoto contra la tentación de recluir el compromiso cristiano en las sacristías que acabar con el complejo de que la concepción cristiana del hombre es anticuada o que no tiene viabilidad en el presente histórico. Pensar sobre lo que le está pasando al hombre, sobre los fundamentos de la dignidad humana es el primer desafío de ser hombre. Lo que nos estamos jugando en España y en el mundo occidental es el ser del hombre, el futuro de la humanidad, de la especie, la definición de lo humano y de la razón. Lo cristiano se ocupa y preocupa no sólo por la fe sino también por la razón. Ésa es nuestra principal apuesta de presencia pública.
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