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¿Qué es la teoría de género?
El género no se identifica con el sexo, las mujeres han sido y son oprimidas y necesitan sentirse capaces de tomar las riendas


Por: Luis Garza Medina | Fuente: Catholic.net



Antes de responder a esta pregunta, recordemos qué es el género.

Género es un término gramatical que especifica una clase a la que pertenece un nombre sustantivo o un pronombre por el hecho de concertar con él una forma. En las lenguas indoeuropeas estas formas son tres en determinados adjetivos y pronombres: masculino, femenino y neutro.

El sexo, en cambio, es lo que un ser es, una determinación entitativa que afecta los aspectos físicos como una condición orgánica. Así, en los seres humanos el sexo es masculino o femenino.

Género y sexo en el lenguaje común eran intercambiables hasta que se creó una nueva definición de género. Según esta nueva definición, teoría de género es la teoría (por lo tanto una serie de proposiciones que deben ser demostradas empíricamente) por la cual se afirma que el género es el sistema de papeles culturales y socialmente construidos, atribuidos a los hombres y mujeres, que afectan las relaciones personales, el acceso y el control de los recursos y el poder de tomar decisiones.

Estos papeles cambian con el tiempo, pues son construidos por la cultura. El género no se identifica con el sexo, ni tampoco se refiere a los individuos sino más bien a un sistema de relaciones binarias de poder. Se afirma que las mujeres han sido y son oprimidas y necesitan sentirse capaces de tomar las riendas, las decisiones en sus propias vidas y por otro lado, los varones necesitan cambiar su propia conducta (1).

Extraña que se hable de género cuando en realidad, a lo que se refieren es al sexo.

¿Qué se cambia cuando se usa género y no sexo?

Se pueden añadir otras categorías que no caben en la diferencia de sexos. Así tenemos a las personas de un sexo particular pero con atracción activa al mismo sexo o a ambos sexos.

Se introduce un elemento supuestamente "cultural" al concepto que permite por tanto explicar la división de los géneros. Como explica Álvaro Fernández en su artículo "Ideología de Género: Caballo cultural", en el lenguaje común hablamos de "la mesa" (femenino) o "el vaso" (masculino). Es decir, nosotros asignamos en la cultura arbitrariamente el género masculino o femenino a las cosas.

Así, substituyendo el concepto de "sexo" por el de "género", se pretende que la gente elija arbitrariamente a qué género quiere pertenecer, independientemente de su sexo biológico. Cada persona puede construir libremente su género, por lo que se termina en una autoconstrucción de la sexualidad u opción sexual (2).

De esta proposición fundamental se derivan muchas más que trataremos de aclarar.

Postulados

¿Qué propone la teoría de género?


Como se ha dicho ya, el postulado fundamental es que el género es algo construido por la cultura.

Por tanto, hay una esencial igualdad entre los géneros. La diferencia cultural entre el hombre y la mujer ha sido usada con la finalidad de oprimir al sexo débil, colocándolo en una situación de desventaja en relación con el hombre.

Para liberarse de esta opresión es necesario que la mujer compita con el hombre –y gane– en el mundo profesional, aunque para esto abandone necesariamente su maternidad. Incluso debe lograrse una "fluidez de papeles" hasta el punto de que sean intercambiables: los hombres deben estar más en el hogar, suplir a las mujeres para que ellas salgan a trabajar, que haya "equidad" (es decir, igualdad total) en la división de papeles en el hogar.

Los géneros, incluyendo a los hombres y mujeres de tendencias sexuales diversas, son también iguales (y deben ser igualmente aceptables en la sociedad) y se asigna a su tendencia una categoría sustantiva, al punto que se habla de que esa tendencia provoca unos ciertos derechos humanos.

Reflexión crítica

Antes de hacer una reflexión crítica, deseo mencionar que según parece el término "feministas de género" fue acuñado en primer lugar por Christina Hoff Sommers (3) con el fin de distinguir el feminismo de ideología radical surgido hacia finales de los años 60, del anterior movimiento feminista de "equidad". He aquí las palabras de Hoff Sommers:

El feminismo de "equidad" es sencillamente la creencia en la igualdad legal y moral de los sexos. Una feminista de equidad quiere para la mujer lo que quiere para todos: tratamiento justo, ausencia de discriminación. Por el contrario, el feminismo de "género" es una ideología que pretende abarcarlo todo, según la cual la mujer está presa en un sistema patriarcal opresivo.

La feminista de equidad opina que las cosas han mejorado mucho para la mujer; la feminista del "género" a menudo piensa que han empeorado. Ven señales de patriarcado por doquier y piensan que la situación se pondrá peor. Pero esto carece de base en la realidad. Las cosas nunca han estado mejores para la mujer, que hoy conforma el 55 por ciento del estudiantado universitario, mientras que la brecha salarial continúa cerrándose.

Debilidades de la teoría del género

Esta teoría de género tiene muchas debilidades si se analiza críticamente:

1. Ante todo, aclaro que no se puede hablar de teoría de género, pues no hay ninguna demostración empírica de sus proposiciones. En todo caso, estamos ante una ideología de género. La ideología es una visión reduccionista de la realidad, con la que se quiere explicar todo lo que sucede.

Así, la ideología marxista pretende limitar la realidad a la contraposición dialéctica de las clases sociales que explicaría la historia, la sociedad, la cultura, etcétera. No hay datos empíricos para soportar este postulado, sino que por el contrario, en un esfuerzo contorsionista se transforman los datos para ajustarlos a la ideología. En el caso de la ideología de género, sucede exactamente lo mismo: si los datos niegan los postulados, son los datos los que son erróneos.

2. Pero la crítica fundamental es que estamos ante una serie de manipulaciones contra las que debemos estar alerta. La primera es una evidente manipulación del lenguaje. El concepto sexo no se prestaba para introducir el elemento cultural ni todo lo que de allí se deriva. Es imposible decir que el sexo de una niña ha sido construido por la cultura.

Así se usa género para decir algo parecido a sexo, manteniendo del concepto lo que conviene, pero con una apertura que permite poner unas ideas nuevas, totalmente ajenas al concepto de sexo y que sirven para los fines de la ideología.

El abandonar un término para usar otro y meter con calzador un concepto en el término nuevo es una técnica de manipulación usada frecuentemente. Se hace cambiando un término por otro como en el caso que nos ocupa o usando el mismo término pero dándole un sentido nuevo.

Así también por ejemplo se habla de "matrimonio" de homosexuales cuando no es matrimonio, sino en todo caso unión, y se habla de familia ajustándola "a la estructura social del momento", definiéndola como "el entorno afectivo que puede incluir la pareja, los abuelos, los hijos o los amigos" (4).
 







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