Campañas contra la droga
Por: Comité antisida | Fuente: Comité antisida
El Plan Nacional sobre Drogas es el órgano oficial en España de lucha contra la droga. Sus aciertos y defectos pueden ser analizados por cualquiera. Pensamos que de lo que pueden presumir actualmente es del gran número de detenciones de alijos de droga realizados, aunque este mérito corresponda más al Ministerio del Interior. Pero una cosa es la droga interceptada, y otra cosa es la droga que pasa, y esta última parece que sigue en aumento también.
Con respecto a la educación y prevención de los jóvenes es de felicitar a este Plan Nacional en los aspectos divulgativos. Sin embargo, desde el momento que quiere aprovechar las campañas para luchar también contra el tabaco y el alcohol, lo que se acaba recomendado, y el mensaje que cala es la moderación. El mensaje que con la droga habría que transmitir sería el de la droga ni tocarla, y con el alcohol y tabaco moderación. Desde el momento que con una táctica envolvente, querida o no, se añade al concepto de droga al alcohol y al tabaco, las campañas de prevención no dan la eficacia deseada. El Plan Nacional sobre Drogas costeó en Agosto de 1998 el importe total de una encuesta realizada por la Unión Española de Asociaciones de Atención al Drogodependiente (UNAD). Los resultados de esta macroencuesta no tuvieron mucha difusión pues no se habían obtenido los resultados apetecidos. La muestra costó 5 millones de pesetas, y se realizaron 1000 entrevistas para un margen de error global de más/menos 3,16 % y un intervalo de confianza de 95,45 %. Con respecto al gobierno sólo el 16,1 % de los españoles consideraba que el problema de las drogas va a mejor, mientras que un 26,9 % pensaba que la situación ha empeorado, y un 50 % pensaba que todo sigue igual.
El 33,8 % de los encuestados valoraba mal o muy mal el papel de los jueces, y otro 40,8 % calificaba de regular su labor. Los ciudadanos al ver que los traficantes entran por una puerta y salen muy ufanos por la otra, tiene razones para desconfiar de los jueces.
Con respecto a la actuación de la policía, el 40% calificaba su trabajo de no satisfactorio, y el 24 % de mala o muy mala. Pero no sólo es culpa de jueces y policías, desgraciadamente, los políticos han puesto unas leyes libertarias por las que drogarse no es delito, al menos si no se droga la gente en las calles del Barrio de Salamanca de Madrid, donde viven los que diseñan esas leyes.
En Plan Nacional sobre Drogas que conocía desde hace tiempo el sondeo dice que "no son fiables los parámetros que en ella se miden" ya que aduce que "la fiabilidad queda reducida por el número de muestras". Efectivamente, habrá que decirles, se ha hecho esta encuesta entre público en general. Habría que pensar qué datos habría arrojado esta encuesta de haber sido sólo madres de drogadictos las encuestadas, que son las personas que verdaderamente sufren el problema, las verdaderamente implicadas, y las que con mayor realismo podrán decir si la policía, el gobierno, o los jueces, lo hacen mejor o peor. Tampoco habían podido opinar los cerca de 60.000 ciudadanos narcotizados por el Estado, ellos con su dosis de metadona llevan bien lo de ser piltrafas, no son libres para opinar. A esos habría que encuestar si recuperaran la libertad. Verdaderamente, las personas que no les afecta, las que no tienen ningún familiar con el problema de las drogas, no están muy capacitadas para juzgar. Venimos a juzgar la bondad o maldad de las políticas en la medida que nos afecta, sobre todo al bolsillo ; por eso, si metadonizando a los drogadictos, conseguimos que estén durmiéndola todo el día en casa, mejor, así no delinquen. Así sucedió en Suiza, donde se hizo un referéndum acerca de los tratamientos a suministrar a los drogadictos, y entre tratamientos libres de drogas, y el suministro de opiáceos, la mayoría se decantó por la droga gratis. Es la consecuencia de que el dicho "no es mi problema, es tu problema" se ha hecho pensar mayoritario : que se droguen, que se despersonalicen, que se mueran, mientras son me rocen.
Se reconoce que las muchas campañas informativas para evitar que los adolescentes caigan en el consumo de drogas no están consiguiendo el efecto deseado. Se pretende informar al joven sobre la droga, pero se olvida el formarle sobre la droga, lo que es más importante. Según datos de la Unión Española de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente (UNAD), de Mayo de 1999, el 27% de los 27.000 toxicómanos que han pasado por los programas de atención de alguna de las 300 asociaciones que la componen se inicia en el consumo de drogas antes de los 15 años, y el 49% entre los 15 y los 19. Además, por primera vez, un porcentaje significativo, aunque pequeño (1,36%), de drogodependientes cuya principal sustancia adictiva la componen las drogas de síntesis, se ha hecho un hueco en sus programas. Desde UNAD se pide el apoyo de las familias para prevenir la drogadicción, y quizá lo que habría que haber hecho es que los valores familiares no se hubieran ido disolviendo como un azucarillo en el caos de la modernidad. Ahora tocará reconstruir muchas cosas que llegaron a parecernos ñoñas.
Ha habido campañas contra la droga realizadas en España que han sido muy positivas, recordamos por ejemplo, aquella en la que un joven respondía continuamente que no a sugerencias de amigos o colegas.
Sin embargo, la campaña ministerial contra la droga en España, en el verano de 1999 llevaba por lema : "¡ a tope sin drogas !". Parece bueno el mensaje, ¿por qué drogarse?, ! vamos a vivir a tope sin drogas ¡. Pero esta campaña contiene la doctrina propia de los tiempos modernos, a la que no se sustrae : el hedonismo, ante él hay que arrodillarse. El catecismo del hedonismo dirigido a los jóvenes les enseña que vivan a tope, que nada les frene, que disfruten todo lo que puedan y no se priven de nada, como si la vida acabara a los 30 años con la juventud. Solamente hay un árbol del que no deben comer : el árbol de la droga.
¿Con esta doctrina hedonista sabrán los jóvenes distinguir ?
¿Y si nos responden que lo que verdaderamente les pone a tope es la droga?, ¿qué se les podría decir entonces ?. Los jóvenes habrán cogido parte del mensaje, el a tope ; y bueno, de la otra parte, ya se sabe..., nadie es perfecto, hay que probar de todo, y experimentarlo todo. Deben experimentar hasta situación límite y próximas al suicidio, como lamentablemente mostraba un spot televisivo. La traducción que se hizo de esta campaña quería en el País Vasco quería decir más bien, a tope, sin que falte la droga.
Lo que necesitan los jóvenes es que alguien les diga, sin censuras, que la vida es como un buen vaso de vino, que deben saborear a lo largo de la vida, a lo largo de la comida. Si alguien quiere tomarlo todo de un trago, con intención de gustarlo más, no lo consigue, y lo que sí es más probable que consiga es una borrachera que le trastoque todo el sentido de la comida, todo el sentido de la vida.
¿Por qué no enseñar a los jóvenes el disfrutar, pero no a tope, sino con responsabilidad ?. ¿Por qué no enseñarles que tienen muchos años por delante para disfrutar, y no hay prisa?. ¿Por qué no enseñarles que como verdaderamente se disfruta en cuando uno es dueño de sus actos? . Se disfruta con el saber, con la cultura, con un buen libro, con la música, con la amistad, con el amor, con la familia, con las artes, con la naturaleza, con l deporte, etc. Tampoco son muy positivas esas otras campañas n las que el lema principal es "tu eliges", como si el drogarse no fuera una cuestión de gustos. Es cierto que la campaña resentaba alguna cierta imagen de lo negativo que es consumir, ero el lema de "tu eliges" es incompleto, habría que haber añadido : ..."pero elige bien".
La campaña de finales del 2000 del Ministerio de Sanidad en España, contra la droga, "entérate", sí que fue positiva en general. Nos parece muy adecuado tratar de atajar "la primera vez", o el "consumo esporádico", ya que muchas personas engañadas por aquello del "no pasa nada" se introducen en un círculo en el que, al poco, descubren que no pueden salir. Eran muy gráficos los ejemplos de lo irracional que es introducir un teléfono móvil en una trituradora, o echar lejía a una motocicleta en lugar de combustible: son ejemplos que mueven a no probar la droga ni una vez. Otras campañas, dependientes de otros organismos, realizadas en meses anteriores, eran decepcionantes, pues sólo decían al joven: "Tu decides", o "tu controlas", considerando la libertad como valor supremo, por delante de la salud y de la vida, o creyendo que los jóvenes siempre tienen la capacidad de "controlar", cuando ni siquiera los adultos la tenemos.
Muy negativa fue la página web de la BBC informando sobre la droga. En Agosto del 2000 se criticó mucho la información que se les daba a los jóvenes en esa dirección de internet. Venía a decir, que como en verano hay mucha fiesta, como tendrán la droga a la vista, si se drogan, que sea entre amigos..., que nos consuman a la vez de distintos tipos, etc. se indicaban las sensaciones con distintas drogas, etc. ¿Son informaciones y campañas estas contra la droga, o a favor de la droga ?
No es a golpe de campaña como se va a resolver el creciente consumo de drogas por parte de los jóvenes. Hay quien cree que con campañas se resuelve todo : se limpia la imagen de Coca-Cola, se cambian tendencias políticas, etc. todo a gusto del que dirige la campaña. En el tema de la droga, como en muchos otros, es la lenta tarea de la educación la que dará sus frutos. La educación enseñaría a los jóvenes a disfrutar con el saber, con la cultura, con los libros, con la amistad, etc. incluso les debería enseñar a disfrutar con el trabajo bien hecho.
Para hacer buenas campañas contra la droga hay que hacerse las siguientes consideraciones. La pregunta clave no es ¿qué hacer para que un individuo deje de drogarse ?, sino ¿por qué necesita drogarse? Existe un retrato robot de un posible adicto a las drogas ; conociéndole bien y atajándole, podremos hacer una buena política contra la drogadicción. Es el que sigue :
Suele tener autoestima baja.
Se mueve por impulsos más que por deliberación
Tolera mal la frustración y busca satisfacciones inmediatas.
Le falta realismo : se plantea objetivos sin comprender el esfuerzo que exige conseguirlos.
No sabe enfrentarse a los problemas : los rehuye.
Tiene poco desarrollado el sentido de la responsabilidad, no ha aprendido a cargar con las consecuencias de sus actos.
Está acostumbrado a las soluciones fáciles.
Es una persona inmadura, que tapa con la adicción su falta de recursos interiores para tomar las riendas de su propia vida.
Es una persona que abandona los estudios o sobrevalora el ocio.
Viene de familias conflictiva o desestructuradas, que no les da la atención que necesita ; o por el contrario, viene de familia superprotectora, que envuelve al hijo entre algodones, pero que no le enseña a administrar su libertad.
En Europa existen ciertos estereotipos respecto a que la política norteamericana contra la droga que es muy represiva esta condenada al fracaso. Sin embargo, allí es donde están consiguiendo buenos resultados, como declaraba al periódico francés Le Monde en Noviembre de 1999 el general Barry McCaffrey. Los datos aportados por este general aseguraban que en los últimos 10 años, el consumo de cocaína había caído un 70% en Estados Unidos. En las últimas dos décadas, todo el consumo de drogas, blandas y duras, se había reducido a la mitad. El número de toxicómanos había pasado de 25 millones en 1979 a 14 millones en 1997. La clave del éxito afirmaba, no solo estaba en la eficacia de la actuación policial, sino en el aumento de las políticas educativas. La estrategia de querer educar a los drogadictos para evitar un mal uso de los productos, como se hace en Holanda y en muchos otros países europeos, ya en Estados Unidos se reveló, años antes, como un autentico fracaso.
Todos deberían hacer sus campañas contra la droga ; los políticos, los jueces y la policía, liberándose de décadas de tolerancia. Las autoridades deben aplicar medidas educativas, pero también medidas lejanas a la complicidad, y coercitivas. Fue como respirar un soplo de aire puro el saber que a primeros de Mayo del 2000 el Ayuntamiento de Plasencia decidiera suspender un concierto de Dover previsto para julio, porque incitaba al consumo de drogas. "la actuación de un grupo de rock duro o heavy metal como éste puede distorsionar la vida diaria de la ciudad y lleva a un consumo mayor de alcohol y estupefacientes del que ya existe".