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Autor: | Editorial:



Segunda Parte: El matrimonio: sacramento de sanación
“En la consideración de los asuntos del espíritu no debe exigirse una precisión igual a la que se exige en los trabajos de precisión. Porque lo bueno y lo justo, que es el objeto del que trata la ciencia de las relaciones entre las personas, dan lugar a opiniones tan divergentes y a veces vagas, que se ha llegado a sostener que lo bueno y lo justo no tienen ningún fundamento en la naturaleza, sino que existen únicamente en virtud de la ley que declara lo que es bueno y lo que es justo...
“Así pues, cuando se trata de asuntos de este género y se parte de este tipo de principios, es preciso saber contentarse con un bosquejo un poco grosero de la verdad. Y, además, como se razona sobre hechos generales y ordinarios, sólo deben sacarse consecuencia del mismo orden y también generales.
“De aquí que deba acogerse con indulgente reserva todo lo que vamos a decir. Un espíritu cultivado no debe exigir en cada género de objetos más precisión que la que permita la naturaleza misma de la cosa que se trate. Y tan irracional sería exigir de un matemático una mera probabilidad, como exigir de un orador demostraciones en forma”


CONTENIDO

1.- Creación, caída y sanación del Varón y la Mujer – El ser humano al principio – La naturaleza humana herida por el pecado original – Para comentar

2.- El pecado original hirió al Varón y a la Mujer de diversa manera – En el varón se desordenan más los instintos y en la mujer los deseos del alma – La sanación del pecado por la gracia de Cristo – Finalidad sacrificial del instinto en la expresión del amor – Para comentar

3.- Testimonios


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