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Adivinación. Espiritismo
LA ADIVINACIÓN

Es otro de los medios a través de los cuales el diablo puede entrar en nuestra vida, mediante el deseo de conocer el futuro y llevarnos así a consultar a tantos "profetas" y "visionarios", que existen en todos los países, incluso los llamados "civilizados". Las técnicas adivinatorias son muchas. La cartomancia, por medio de cartas; la oniromancia, a través de los sueños; la quiromancia, por las líneas de la mano; a través de los posos del café, de manchas de tinta, del fuego, de las brasas, de la bola de cristal y, por supuesto, la astrología, la numerología, la grafología, etc.

La astrología trata de interpretar las influencias astrales sobre las personas y cosas, como si el futuro estuviera escrito de antemano en la mecánica astral. Muchos ignorantes actuales creen en los horóscopos como si fueran Palabra de Dios. No se dan cuenta de que los que escriben los horóscopos lo hacen para todos y no sólo para él y que, por el hecho de que dos personas sean del mismo signo, no necesariamente deben tener los mismos problemas y las mismas soluciones. Con frecuencia, hay quienes escriben a los redactores de los horóscopos para pedirles consejo sobre su futuro: elección de pareja, negocios, hijos, etc., olvidándose de confiar en Dios y en su Providencia. Al hacer caso a lo que ese redactor les diga, pueden estar condicionando su futuro negativamente, porque si les dice que se van a casar con un millonario, despreciarán a quienes con buenas intenciones se acerquen a ellos, porque no son los que el "destino" les depara, rechazando el plan de Dios y quizás esperando indefinidamente al ideal de sus sueños, en el que un adivino les hizo soñar.

Hay quienes planifican la concepción de sus hijos para hacerlos nacer bajo el signo de Piscis o Acuario, para que tenga tales o cuales cualidades y un destino mejor, como si nuestro destino estuviera escrito en las estrellas. En este caso, cuando uno llega a creer que su destino está escrito en alguna parte, parece que se siente dispensado de preocuparse de su existencia y de buscar, muchas veces, con trabajo, su camino, porque ya todo está hecho y predestinado. Lo cual va en contra de la fe en Dios y en la responsabilidad y libertad personal que Dios nos da para forjar nuestro destino.

Otros buscan ovnis y extraterrestres para que vengan a salvarlos de los problemas de la tierra y convertirse en seres superiores. De esta manera, su deseo de Dios y su anhelo de seguridad lo proyectan en otros que, precisamente, los alejan de Él. Pero ¿qué dice Dios sobre todo esto?

"Que se presenten y te salven los que describen los cielos, los que observan las estrellas y hacen saber en cada mes lo que te sucederá" (Is 47,13). "No ha de haber en ti nadie que practique la adivinación, hechicerías o magia; ningún encantador ni consultor de espectros ni adivino ni evocador de muertos. Es abominación para Dios todo esto" (Dt 18,10-11). El nuevo Catecismo de la Iglesia dice: "Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios, la evocación de los muertos y otras prácticas que, equivocadamente, se supone "desvelan" el porvenir. La consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a "mediums"... están en contradicción con el honor y respeto mezclados de temor amoroso, que debemos solamente a Dios" (Cat 2116). Además, con relación a la astrología, debemos anotar que se basa en la creencia errónea de que la Tierra es el centro del Universo y está rodeada de 12 constelaciones, que dan origen a los signos del Zodiaco. Pero la ciencia de la astronomía moderna ha descubierto que no son doce las constelaciones, sino catorce, lo que hace que todos los cálculos de los signos zodiacales estén equivocados.

¿Alguna vez has acudido a los que leen las cartas?
¿Has creído en los horóscopos? ¿Por qué no confías un poco más en Dios, que es tu Padre del cielo?




EL ESPIRITISMO

Es otra forma de adivinación. Es la comunicación con los espíritus de los difuntos para conocer cosas secretas. Es el deseo de saber cosas del más allá o de acontecimientos futuros a través de los difuntos, que pueden ser familiares fallecidos hace poco. Se llama también evocación de muertos o nigromancia (conocimiento por medio de los muertos) y es tan antigua como el mundo. Algunos se comunican por medio de la "copa" o del "vaso parlante" (ouija) o a través de mediums o por mesas giratorias o de la escritura automática. El espiritismo es anticristiano, porque trata de conocer secretos o el futuro por medio de los difuntos, al margen de Dios. Otra cosa muy distinta es pedir por los difuntos para que sean purificados. "Ya que es cosa santa y piadosa orar por los difuntos para que sean liberados del pecado" (2 Mac 12,46).

Algo especialmente grave es el espiritismo a través de mediums. El diablo puede manifestarse a través del medium y engañar, porque es el "padre de la mentira". Además, los médicos hace mucho tiempo que han dado la voz de alarma sobre los problemas de salud mental ocasionados a todos los que lo practican. Los mediums, al echarse pasivamente a un lado ante la personalidad del hipnotizador, debilitan sus defensas y su voluntad.

A este respecto, la experiencia es madre de la ciencia. En tiempos del fervor espiritista, en 1855, la cuarta parte de los cientos de dementes del hospital de Zurich (Suiza) eran espiritistas y las dos quintas partes del asilo de Gand. Incluso, los espectadores no están protegidos contra el contagio, sobre todo, cuando tienen problemas personales. Especialmente grave es el vudú, de origen africano, más común en Brasil, conocido como Umbanda o Macumba, que se hace por medio de danzas hasta llegar al trance.

Allan Kardec, fundador del moderno espiritismo, en su escrito "Libro de los espíritus", lo presenta como si fuera una especie de revelación, que le dan los espíritus, y en sus 1,019 preguntas y respuestas, desarrolla una especie de religión. Para él la reencarnación es un elemento esencial, niega la divinidad de Jesucristo y puntos esenciales de nuestra fe católica.

Por esto, la Iglesia lo ha prohibido. La Congregación para la doctrina de la fe determinó claramente que "no está permitido participar con medium o sin él, empleando hipnotismo o no, en reuniones o manifestaciones espiritistas, aun cuando presenten una apariencia honesta y piadosa, lo mismo si se interroga a las almas o espíritus que si se escuchan las respuestas dadas, lo mismo que se conforme con observar como que se proteste tácita o expresamente que no se quiere tener relación alguna con los espíritus" (1-6-1917). "El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso, la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él" (Cat 2117).

Además, el espiritismo está fuertemente reprobado en la Biblia: "No acudáis a los que evocan a los muertos ni a los adivinos ni los consultéis para no mancharos con su trato... ni practicaréis la adivinación ni la magia" (Lev 19,26.31). "Si alguno acude a los que evocan a los muertos y a los que adivinan, yo me volveré contra ellos y los exterminaré de en medio del pueblo" (Lev 20,6). "Todo hombre o mujer, que evoque a los muertos y se dé a la adivinación, será muerto, lapidado" (Lev 20,26).

Con relación a la ouija, que muchos jovencitos practican como un pasatiempo o un juego inocente, diremos que la ouija no es juego inocente, sino muy peligroso y no se puede jugar con el diablo, aunque uno crea que lo hace con espíritus buenos de familiares difuntos. Dice Christopher Neil en su libro "Los exorcistas": "Conozco el caso de un joven cuya vida quedó destrozada después de haber jugado a la ouija... Conozco el caso de una colegiala que jugaba con sus compañeras de colegio. El espíritu de un profesor, fallecido recientemente, le habló y le dijo que moriría en un accidente de aviación. Lo trágico fue que tenía que tomar un avión para ir a visitar a sus padres. Como es natural, estaba aterrorizada, pero después de haber orado por ella, perdió el miedo y tomó el avión sin que ocurriese percance alguno. Otro caso es el de una chica, de origen judío, que había participado en una sesión a la edad de doce años. Ello le afectó profundamente a través de pesadillas sobre espíritus de difuntos durante más de dos años hasta que la oración la curó".

¿Has practicado tú alguna vez la ouija? ¿Has acudido a espíritus o espiritistas para pedir curación o información? ¿Por qué no acudes a Dios y haces más oración?




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