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Su sudor se hizo como gotas espesas de sangre
Es el primer momento doloroso de la Pasión. La lucha interior fue aterradora y en la agonía señalada por san Lucas, leemos; "entonces se le apareció un ángel que venido del cielo le confortaba. Pero Él, puesto en agonía, oraba más intensamente, y sudó gotas de sangre, que corrían hasta el suelo" (Lc. 22, 33-44). Esta precisación nos la relata solamente san Lucas, el único evzangelista médico; pero ¿es posible tal situación?
La hematridosis (sudor de sangre) es un fenómeno muy raro pero posible y perfectamente documentado (como en el caso de un soldado en el frente, en la segunda Guerra Mundial, antes de una ofensiva); ocurre según los médicos, en condiciones excepcionales, como consecuencia de un agotamiento físico acompañado de un trastorno moral, producido por una emoción profunda, por un miedo atroz. Es lo que Lucas llama agonía, que en su original griego quiere decir lucha, ansiedad.
La hematridosis se produce por una dilatación de los vasos capilares subcutáneos, la cual puede provocar una ruptura de los mismos, con lo que la sangre unida al sudor se coagula, sale al exterior y forma por la piel de todo el cuerpo reguerillos y coágulos que llegan a caer al suelo.
Toda la piel queda lesionada, dolorida y muy sensible a los golpes. Con un minicomputador el prof. Tamburelli ha detectado en la cara del Hombre del Lienzo innumerables reguerillos y grumos de sangre que la surcan. El ordenador ha concluido que la sangre se encontraba en la misma proporción por toda la cara pues los reguerillos son muy regulares. Las heridas del resto del cuerpo imposibilitan tal observación, pero traduciendo lo que vemos en la cara, deducen los médicos que el hombre de la Sábana sudó sangre, como nos dice el Evangelio, dando a toda la piel una dolorosísima sensibilidad ante los golpes, que tan profusamente cayeron sobre el reo.
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LA SÁBANA SANTA